El cortijo de Marko

Me enternece la madurez con que se ha tomado por parte del sector más serio de nuestra afición, la posibilidad de que Daniil Kvyat pueda ser sustituido por Max Verstappen en el Gran Premio de España debido a que osó molestar al tetracampeón del mundo más infantil de nuestra historia. A los equidistantes y modernos sólo les ha faltado echar cohetes para celebrarlo, ¡diantre!

Desconozco los pormernores de un asunto que parece más una broma de mal gusto que otra cosa, pero me da que las alineaciones de los equipos no se pueden romper así como así una vez la temporada ha comenzado. Además, no estamos ante la ruptura de un esquema sino de dos: Red Bull y Toro Rosso... Kvyat baja a la de Faenza y Verstappen sube a la de Milton Keynes, ahí, con un par.

Entendería, eso sí, que el supuesto pobre rendimiento del ruso a pesar del tercer cajón conseguido en China, hubiera dado origen a su sustitución por Pierre Gasly, a la sazón tercer piloto de la austriaca, pero la secuencia de acontecimientos sitúa a Sochi como elemento clave en la supuesta decisión por mucho que los pagafantas pretendan que no tiene nada que ver, y en este sentido, Sebastian y su bizarro comportamiento en tierras de Putin están en el foco de atención y no se pueden obviar así como así.

Otra cosa es que me chasquee que sea precisamente Max el candidato a ser promovido para sustituir a Daniil cuando en teoría, las oportunidades en Toro Rosso eran idénticas para él y para su compañero Carlos Sáinz. 

Da la sensación de que Marko buscaba una excusa para quitarse a Kvyat de encima y que las chiquilladas de su pupilo del alma la han servido en bandeja por mucho hedor que lleven consigo. Vettel no gana nada salvo desenmascararse un poquito más como ese individuo que ofrece una imagen idílica mientras se quita de encima a quien le molesta, no en la pista, como sería exigible para un piloto, sino entre bambalinas y a poder ser con la ayuda de otros.

En todo caso, Sebastian no me preocupa en absoluto, me preocupan Daniil y Carlos. Concretamente me preocupa que su vida profesional esté en manos de un tipo como Helmut Marko, quien sirviendo a una empresa que en boca de su propietario admitió en 2014 que ni se había molestado en intentar renovar a Vettel ante su paso a Ferrari, porque, y cito: «no se necesita a ningún tetracampeón mundial en un equipo que ante el actual dominio de Mercedes, en el mejor de los casos puede ser el mejor del resto», nos muestra día sí y día también que Red Bull y Toro Rosso son su cortijo.

Y desde luego, me preocupa todavía más, que los que van dando lecciones sobre Fórmula 1 en internet sufran de orgasmos múltiples ante una cacicada que de llegar a ser cierta, dañaría aún más la credibilidad de nuestro deporte.

Ea, sed felices, el jueves no ha hecho sino comenzar. Os leo.