domingo, 8 de diciembre de 2013

Pabernos matao


Contra la opinión generalizada de que hay ciertas actitudes que sencillamente importan menos que la importancia que se les da, siempre me he mostrado firme en la defensa de que la Fórmula 1, tan proclive ella a desterrar las malas maneras, con tal de enseñar palmito y mantener los mimbres del negocio, tenga por costumbre materializarse de unos años a esta parte en una zona tan sensible como Bahrein a pesar del rechazo que provoca.

También confieso que si Bernie y la FIA no se hubieran rasgado las vestiduras públicamente porque una familia blanca se disfrazaba de familia negra en plenos carnavales barceloneses, con la excusa de que aquello podía herir la sensibilidad de Lewis Hamilton y su gente en Montmeló, o que a éste, en épocas más recientes, se le diera un toque de atención por hacer una gracieta con el color de su piel, seguramente no me mostraría tan beligerante con la hipocresía dieciochesca de esta peña. Pero así es la vida, o mejor dicho, la Fórmula 1, un lugar lleno de contradicciones que por acumulación pasan incluso por normales, y aunque quepa asumirlo a veces cuesta digerirlo sin alzar la mano para advertir que la historia no tiene por qué ir contigo, ni mucho menos que tengas que volverte ciego para ser un buen aficionado.

Hoy la F1 es verde y mañana gasta en iluminar Singapur lo que no está escrito. Hoy Jean Todt visita niños discapacitados, o lo hace cualqier piloto, y mañana la Federation no mueve un dedo porque ningún niño quede discapacitado a cuenta de lo que ocurre en Manama y sus alrededores... Alguien podría pensar que me estoy poniendo pelín demagógico, recordándonos que en Sao Paulo hay más inseguridad que la que vemos por televisión en los aledaños de Sakhir; que en la época del apartheid se celebraban Grandes Premios en Suráfrica o que con Videla en la Casa Rosada, también se disputaban carreras en Argentina; o incluso que la gente como yo no se pone tan moñas cuando las Olimpiadas se van de farra a hacer los bolos en China...

Sí, lo acepto. Está bien que alquien pueda llamarte demagógico para que yo pueda recordarle a él que Brasil con su más y con su menos, es un país moderno y no afincado en el medievo como Bahrein. Que por suerte, las dictaduras y las tropelías de los 70 del siglo pasado son eso, pasado, gracias entre otras cosas a que las sociedades humanas evolucionan quemando etapas que da grima recordar, y ya puestos, que no me tiran para nada las Olimpiadas.

Pero volvamos al presente y a nuestro amada Fórmula 1, y pensemos en qué se nos ha perdido como deporte en el emirato árabe. O mejor, qué lleva la actividad a tan lejanas tierras cuando su máximo exponente está siendo juzgado por marrullero, cuando ha declarado que tuvo que untar a jefes de escudería y prohombres para llegar a pactos. ¿No será que lleva la corrupción a cuestas? ¿No será que los bahreinitas sospechan quiénes de sus gentes han podido cobrar sobornos? ¿No será al fin y al cabo, que Bernie cuando dice que la Fórmula 1 es un deporte que no entiende de política, lo que pretende es engañarnos a nosotros?

Sea como fuere, El Gran Premio de Bahrein de este próximo año se celebrará después del toque de queda que promulgarán las autoridades por razones de seguridad, como si lo viera, de noche, de cara a una afición occidental ávida de carreras, deporte y espectáculo, pero de espaldas a una realidad que tarde o temprano volverá a las primeras planas de los diarios y a las cabeceras de los noticiarios para asustarnos un poco, sólo un poco.

Y si al postre le faltaba una guinda, en 2014 hay entrenamientos de pretemporada en Sakhir... Lo dicho, pabernos matao.

5 comentarios:

GRING dijo...

China es también F1 y lo que pasa en ese país a nivel social no lo sabe casi nadie.India ni te cuento,por mucho que lo disfracen de democracia.Singapur políticamente también ofrece dudas.Incluso en España había F1 cuando se aplicaba la pena de muerte con garrote vil.O tenemos F1 en alguna autonomía en la que políticos en el poder querían esconder de forma autoritaria las cuentas de un evento realizado con dinero público amparándose en la protección de datos.Para mear y no echar gota.Lo de Bahrein es tremendo, pero el escaparate que supone un evento como la F1 puede ayudar a cambiar la situación de su pueblo mucho más que el olvido y la invisibilidad internacional.La globalización tiene su parte negativa, pero tiene muchos aspectos positivos que pueden ayudar a quienes no tienen voz ni visibilidad de otra forma.

J-CAR dijo...

¿Las dos caras de la globalización? Bernie como capo de uno de los grandes circos mediáticos globales debe de saber mucho de esto. Algo podemos aprender del éxito con el que lo dirige, siempre jugando con dobles barajas.
¿La F1 es un deporte que no entiende de política? ¡Vale! Pero en todo caso no será por su vertiente deportiva, sino más bien porque es el dinero el que no entiende de política ya que, como valor absoluto, la trasciende.
Un ejemplo comparable: David Rockefeller: “The social experiment in China under Chairman Mao´s Leadership is one of the most important and successful in history.” New York Times, 8-10-1973. Digamos que podría ser la versión mayor de algunas de las frases conocidas de los amigos Mosley y Ecclestone.
Creo que el punto de encuentro entre Mr. E. y Mr. R. está precisamente en esa ideología pseudoreligiosa disfrazada de ciencia que es el darwinismo social, esta es la que está gobernando la globalización, y ante ella la democracia o la dictadura, el comunismo o el liberalismo económico, no son más que meras herramientas.
Lo siento, GRING, pero sigo sin encontrar motivos para el optimismo.

¡Saludos al anfitrión y a los invitados!

Anónimo dijo...

Off topic.
Además de querer que los equipos pasen por bemoles n veces por el garaje aunque no les haga falta, ahora parece que esta confirmado que la última carrera del año tendrá el doble de puntos para darle más emoción. Lamentable, no se qué decir.
Esto me recuerda al chiste en el que la Benemérita española quería hacer pasar a un elefante por un cocodrilo a la fuerza para desgracia del animal.
O aquel tipo que se hizo un deportivo tuneando con cartón y plásticos una bicicleta.
Si quieren que la F1 tenga emoción, por Dios Bendito, vuelvan a sacar los mismos coches de hace 15 años y que no martiricen con cachivaches ficticios (drs, kers) o normas ridículas (2 gomas obligatorias, puntos dobles en 1 carrera, parar 2 veces)

Anónimo dijo...

Anexo 1: http://www.maschistes.com/chiste.php3?id=751

Jejeje esta versión es un Elfante que querían pasar por un conejo jajaja

GRING dijo...

J-CAR, yo es que optimista en esto de las utopías soy muy poco. Pero dime un lugar en el mundo o en la historia donde todo haya ido perfecto para todos. Me entristece que vayamos tan despacio hacia la libertad, que retrocedamos en muchos aspectos que la disfrazan de otra cosa prostituyendo su nombre y su sentido. Desde Europa vemos las cosas de una manera muy distinta a lo que se ve en otros lados, aunque este bendito (maldito) invento global que es la web acelera la velocidad de tránsito de todo (productos, ideas,...) hacia cualquier lado a valores exponenciales. Si digo que veo cosas positivas no quiere decir que no vea muchas negativas.Te pongo un ejemplo que recordarás: Cuando el Dakar dejó de ir por Africa, muchos pueblos que se beneficiaban de su paso (por ejemplo en la construcción de pozos de agua) volvieron a su anónima existencia. Y me parece que en este caso no fue el negocio lo que obligo a irse a América, sino la inseguridad. Si apagamos los focos sobre Bahrein, dejamos a ese pueblo sin visibilidad, sin posibilidad de que todo el mundo conozca lo que les ocurre. Ese es uno de los aspectos positivos de los que hablo.Un saludo.