domingo, 19 de febrero de 2023

La noche de bodas

Vivimos en una jodida distopía y quien aún no se haya dado cuenta tiene un serio problema... 

Tres miserables jornadas de entrenamientos para afrontar la que puede ser la temporada más larga de la Historia del Mundial F1; ha habido cambios sustanciales desde que estrenamos reglamento técnico el año pasado, pero, ¿quién dijo miedo? 

Lo llamamos deporte porque nos quedaba demasiado largo denominar a nuestra especialidad «esa merienda de varones del color que usted me dice», de manera que nos conformamos con insinuaciones, cifras de negocio, sueldos y aportaciones, con expectativas plasmadas en Power Point avisitos flanderianos más o menos evidentes; con filtraciones del correspondiente «garganta profunda», con pases de modelos de ejecutivo medio y alto, y de ahí p'arriba, el sempiterno nos vamos a cagar a partir de 2026 —menos mal que este año hemos cambiado la fecha—, y, en líneas generales, con promesas que cualquiera con dos dedos de frente no creería jamás.

Pero las creemos porque toca comprar emoción y apasionamiento a raudales, pues si no no se liga; y estamos ahora mismo que no nos cabe una paja en el agujero de salva sea la parte: ilusionados, nerviosos, inquietos cuan novios esperando a que termine el festejo para protagonizar la soñada noche de bodas...

Todos sabemos cómo estará el patio este próximo verano. Está cantado. Con una alta probabilidad de acierto conocemos de antemano quién andará delante y quién posará sus ojos en 2024 porque a esta campaña ya no llega. Pero no importa, nada importa, basta con fingir que la Fórmula 1 no es como el estribillo de cualquier canción de Rihanna o Rosalía.

Os leo.

1 comentario:

Lastra dijo...

Pues Maestro, como bien se decía antes sarna con gusto no pica. A ver qué coño hacen los equipos aceptando toda esta sinrazón; cero pruebas durante la temporada y ahora la pretemporada reducida a la mínima expresión y de postre la limitación de presupuesto que si nos la pasamos -los que pueden, of course- nos tiran de las orejas y nos dan dos azotitos en el pompis.

Pues si tragan, que les den. Así está claro que siempre ganarán los mismos, porque será un milagro que ningún otro equipo pueda dar con la tecla y que todo vaya de cine desde el primer día. Y si da ya se encargarán de echárselo abajo con reclamaciones y resoluciones capciosas y prevaricadoras.

En fin, que veremos como el desarrollo se extiende durante el primer cuarto de temporada probablemente, lo que nos lleva a que el que empiece bien quizá no acabe tan bien, como el año pasado.

Salud!