martes, 12 de enero de 2021

Sin City

Parece ser que Abiteboul no veía con buenos ojos el menú preparado por Luca de Meo y ha preferido desvincularse del proyecto Renault para estos próximos años. El parisino rechaza ser CEO de Alpine y su puesto lo ocupará Laurent Rossi, y bueno, como diría el Gran Wyoming: «hasta aquí las noticias, ahora vamos a hablar de la verdad», pero no de una verdad cualquiera sino de una que a poco que apuremos nos llevará a que Fernando Alonso haya cogido por las solapas de la chaqueta a De Meo para explicarle aquello de que él ha venido a ganar, y éste, temeroso ante la arrogancia y mal carácter del asturiano, ha preferido quitar a Cyril de en medio por aquello de evitarse males mayores...

No deja de tener gracia el asunto porque, hasta hace nada, era Abiteboul el que tenía malas pulgas y menos cintura que una columna de hormigón. Suya ha sido la hazaña de casi arruinar las expectativas de la del rombo en Fórmula 1 tras su tibio arranque en 2014. No fue capaz de enderezar las cosas y, a cambio, profundizó en el océano de desencuentros que originaron el divorcio con Milton Keynes y que, a día de hoy, Renault sólo suministre unidades de potencia a Renault, Alpine a partir de ya mismo.

Desde que tomó el mando en Enstone su bagaje no es de los que permitan sacar pecho. Seis años y unos meses han dado para una gestión ramplona plagada de pobres resultados, excusas y pérdida de clientes, encontronazos con Nico Hulkenberg, retrasos y más retrasos con la bendita MGU-K y el desarrollo de monoplazas competitivos, etcétera. También es verdad que se ha logrado sacar la cabeza esta temporada pasada, pero no olvidemos que Renault ya tenía el agua al cuello después de la firma de McLaren con Mercedes-Benz. Aunque en realidad todo esto importa poco ya que de la noche a la mañana Cyril se ha convertido en el bueno de la novela, quizás porque existe un malo que vende más ejemplares.
 
No digo que Abiteboul sea un tipo incompetente —nunca ha sido santo de mi devoción, para qué engañarnos—, pero creo que nos hacemos un flaco favor dibujándolo como la Caperucita Roja del cuento, básicamente porque, como pensamos muchos, a lo peor todo lo que le está sucediendo ahora mismo tiene más que ver con su historial que con la llegada del de Oviedo al equipo. En este sentido, su salida sería consecuencia de sus actos y escasos logros, no de una intervención que supondría material de análisis en Cuarto Milenio.

En fin, a comienzos de octubre de 2019 le dedicaba estas coplillas: «Obviamente desconozco que deparará el futuro al francés, pero algo me dice que en 2020 no estará al frente de Renault F1 Team porque para llegar viva a 2021, hace falta algo más que tirar balones fuera. Con Marko en escena resultaba incluso gracioso, pero a estas alturas de la película ha perdido toda su gracia. Hacen falta resultados y de no darlos es, precisamente, de lo que más peca la Renault de Abiteboul» [Con Red Bull se vivía mejor], y recordándolas sólo pretendo incidir en que lo de Cyril era una simple cuestión de tiempo, que mucha gente ya lo tenía marcado en rojo en la agenda, y, obviamente, que a mí no me ha sorprendido.

Os leo.

2 comentarios:

Cao Wen Toh dijo...

¡Qué mala es la soberbia! Ser CEO de Alpine era una salida de lo más golosa. Y si no, comparad a Cyril Abiteboul con Stefano Domenicali que, tras pasar por el mismo puesto en Lamborghini, asumirá ahora el puesto de presidente y director ejecutivo de la Fórmula 1.

Cao Wen Toh dijo...

¡Ah, vale, que es rico por su casa!

https://es.motorsport.com/f1/news/historia-abiteboul-trayectoria-formula1/5112396/?ic_source=home-page-widget&ic_medium=widget&ic_campaign=widget-22