jueves, 14 de enero de 2021

El arquitecto galáctico

Produce cierta pereza ponerse a escribir sobre Lawrence Stroll, pero tampoco se puede hacer oídos sordos a Daddy ahora que se ha lanzado a promocionar Aston Martin y, de paso, a explicarnos por qué Lance no tiene nada que envidiar a pilotos que han demostrado más en coyunturas menos favorables.

Vaya por delante que la retórica que utiliza el canadiense con lo de su zagal encajaría a la perfección en programas como Sálvame: ¡tiene sólo 22 años!, ¡si no fuera mi hijo...!, ¡éste le hizo pupita, este otro también; en este otro sitio no sabremos nunca si habría ganado!, ¡en agua todo el mundo sabe que son manos...! Le han faltado las notas afrutadas del pantojismo, el legendario ¡lo que hay es mucha envidia!, y los no menos portentosos ¡Lance, cómete el pollo, coño! o ¡yo por mi hijo ma-to!, pero, en líneas generales, se puede afirmar que el multimillonario ha cumplido el sagrado cometido de amar en público hasta la ceguera y más allá al hijo propio, poniendo en énfasis que son sus dólares los que vuelven ciegos a los demás.

Su repertorio a la hora de defender al chiquillo resulta previsible y escasito de inteligencia porque abusa del «y si» y traza comparaciones entre cosas que no se pueden comparar, para terminar certificando que, efectivamente, los que no comulgamos con él ni logramos asimilar las virtudes de Lance, envidiamos la fortuna del padre y el hijo y el espíritu santo [No one would question Lance’s place in F1 if he wasn’t my son].

En la segunda parte de la dilatada entrevista, no encontramos nada sobre Checo y su salida del equipo, sobre la espantada en el WEC, sobre plagiar monoplazas o sobre por qué ha apostado en 2021 por un valor en declive como Sebastian Vettel. Todo es alegría ante un futuro la mar de prometedor y mucho hablar sobre la importancia de que Aston Martin vuelva al ruedo en plan no se ha visto nada igual antes [Aston Martin’s return is the biggest thing to happen to F1 for decades]. Pena que don Lawrence llegue tarde de nuevo. Leire Pajín, años ha, sustantivó en parámetros cósmicos el encuentro entre Barack Obama y José Luis Rodríguez Zapatero, y contra aquel ejercicio de retórica hueca y grandilocuente cabe muy poquito que añadir, ni siquiera hoy.

En fin, me he quedado con la sensación de que el talonario convierte a cualquiera en un Genio de la Lámpara cuando al otro lado del bloc de notas y la grabadora hay alguien dispuesto a ver milagros. Y es que, mal que queramos, la historia de Aston Martin se escribirá sobre el asfalto a partir de este febrero próximo, y éste es el puntito de humildad que le ha faltado a Daddy para que su historia resultase creíble. De otros se diría que venden humo, pero Stroll es un tipo respetable.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para nuestros amigos de otros continentes:
Ante el encuentro del presidente del gobierno español (Jose Luis Rodríguez Zapatero) y de los USA (Obama) Doña Leire Pajín (Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad) para anunciarlo dijo:
«Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en un nuestro planeta»
Luego rectificó y comentó que debería haber dicho "mundo".
Por aquí aún nos reímos del asunto.

Ya veremos en la próxima temporada qué sorpresas nos depara el talonario del señor Stroll porque yo la compra de VET la sigo viendo como el pago de algún peaje.

Un saludo
Sr.Polyphenol