martes, 3 de septiembre de 2013

Michibata en Milton Keynes


Sin querer estropear el momento épico en que un piloto australiano ocupa el asiento dejado libre por otro piloto australiano en una escudería cuyo jefe tiene a Australia como uno de sus principales objetivos comerciales, me gustaría que os fijáseis brevemente en esos ojos que miran a cámara en la fotografía que encabeza esta entrada, porque al fin y al cabo, si las caderas de Daniel Ricciardo caben en las previsiones de vehículo que maneja ahora mismo Adrian Newey para 2014, me siento armado de razón para pedir, qué digo, exigir, que sea Jessica Michibata quien cubra las espaldas de Sebastian Vettel el año que viene.

Horner y Marko han perdido el culo en advertirnos que la igualdad está asegurada entre sus dos defenders, de manera que no veo por qué no va a poder hacerlo bien quien en la actualidad arrulla entre sus brazos los malos momentos que pasa Jenson en McLaren, ya que si hay alguien que tiene experiencia en Fórmula 1 es ella.

Faenza, la que fuera semillero de toda la parrilla cuando pisaba sus baldosas un tal Giancarlo, tiempo después de haberse privatizado por desgracia, como huerta de Red Bull alumbró al de Heppenheim y quedó marcada con posterioridad y para siempre como alambique de titanes del asfalto, y aquí es donde no veo a Daniel por muy aussie que sea.

Ricciardo es bueno pero no tanto, ya me entendéis. Tiene rodaje, pero no tanto, y como no se cuide va a acabar triturado por la sombra alargada de Sebastian en el equipo oficial. Imagino que ya habrá hablado de ello con Mark, pero en todo caso, se sabía desde la noche de los tiempos que iba a ser él el elegido para cubrir el hueco que tarde o temprano dejaría Webber en Milton Keynes. 

Al respecto tampoco ha habido que hacer esfuerzos, cabe reconocerlo siquiera por flirtear de honestos con las horas donde florecen los aquelarres, porque después de que Herr Doktor Marko sostuviera la automática que llevó a Jaime a dar con sus huesos en la cuneta cuando el español no tenía tiempo para nada, y conocer que Daniel y Jean-Éric sustituirían al catalán y a su compañero feuchón Buemí como nuevos aprendices de mago en Toro Rosso, había que ser idiota para no entender que Ricciardo estaba llamado a ser el nuevo Don Tancredo en la de la bebida energética.

Y aquí quería llegar yo esta noche que se abre sin nubes sobre Gorliz, porque si se sabía y lo sabíamos todos, no comprendo, mejor dicho, no quiero entender, la razón por la cual se ha dilatado tanto el anunciamiento. Las luces me llegan para asimilar que lo de Kimi ha sido puro teatro (creo que lo he dejado escrito y todo, por ahí atrás, como de costumbre), pero lo de enmendar a Mark, lo de dilatar la noticia, lo de las caderas que no cabían y por supuesto lo de la igualdad, suena a que Red Bull por muy tricampeona que sea, no ha entendido todavía que hacer espectáculo del propio espectáculo es burda iteración y en el peor de los casos, fea cacofonía.

Recuerdo una foto (a ver si la encuentro y la comparto con vosotros un día de éstos) en la que Michael Shumacher estampa un pedazo de tarta en la cara de Bernie Ecclestone ante la sonrisa de Jean Todt y la mirada ida de Luca di Montezemolo... También recuerdo una Milton Keynes bajo la batuta del siempre grande Jackie, cuando la escudería se llamaba Stewart Grand Prix. Luego vino el episodio de Jaguar, que acabó como el rosario de la aurora y anunciando películas en el cubrecapot de sus coches. Y Red Bull terminó herendándolo todo, el nombre de la mítica sede que ya no olía a Jack Brabham, los jirones del asunto publicitario hollywoodense, y por supuesto ese afán denodado por hacer hype del propio hype hasta que decidió parecer profundamente seria.

Robert Doyle, alcalde de Melbourne, pretendía no hace tanto que Bernie hiciera a la ciudad algún tipo de rebaja para seguir albergando el Gran Premio. No sabía lo de Ricciardo en Red Bull, así que intuyo que volverá a la carga más pronto que tarde, pero por Dios, miradla a los ojos y no me neguéis que Michibata, como segundo piloto de Sebastian, no haría mejor papel que David Coulthard vestido de Supermán en Montecarlo, jurazme que no se nos ha ido la olla de nuevo y que lo de Daniel va en serio. Por él, por su futuro como piloto y por todos nosotros.

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pa que vaya a Milton Keynes que vaya a Maranello. Sería todo un orgasmo para las tropas ferraristas ver a Jessica vestida de rojo. Yo al menos voto a su favor pues siempre he sido fan declarado de ella.

King Crimson

VivaMansell dijo...

Debo darte toda la razón y creo que Red Bull pagará su falta de valentía.

No entiendo el paripé con Kimi cuando era, sin duda, la mejor opción para hacer una escuadra fuerte. Ricciardo no ha demostrado nada que no hiciese Jaime o Buemi y contradice la teoría de Horner de conseguir la escuadra mas potente posible.

Así es el negocio aunque, creo, que Ferrari va a seguir el mismo camino sin la valentía necesaria de sentar junto a Alonso un piloto de verdadera talla.

Parece que todos quieren poner en bandeja el 2014 a Mercedes AMG, el único equipo en la actualidad con dos pilotos realmente potentes. Da la sensación de que Lauda se ríe de todos aconsejando a sus rivales lo correcto para que no lo hagan...

Saludos!!!