lunes, 4 de febrero de 2013

En la salud y en la enfermedad


Tras darle y darle a poner en negro sobre blanco lo que observo en los cacharros que van viendo la luz, añoraba disponer de un minuto siquiera en el que olvidarme de la coño actualidad para poner en orden mis propias ideas, y se ve que mientras la lluvia azota Gorliz y hace una noche que ni los gatos quieren maullar, lo atesoro por fin entre mis dedos mientras me sirvo el último sorbito de whisky y aprieto las hebras de tabaco que pretendo fumarme de aquí a que termine esta entrada.

En fin, soy todo vuestro y también todo mío, y si por ser sincero afirmaría ahora mismo que me anima más lo último que lo primero, debo reconocer que en este acto miserablemente egoísta, también os contemplo, ¿por qué no?

He hablado esta tarde con Tadeo, y en la charla ambos hemos fabulado con la idea de lo bonito que sería todo si todo fuese distinto. Inevitablemente, al colgar el teléfono, he recordado aquella vez en que llevé la contraria al maestro Scalabroni (Enrique), cuando diciendo él desde las páginas de Grand Prix Actual que Newey y Brawn manejaban nuevos conceptos, afirmaba yo desde este humilde blog que el tiempo de los conceptos había pasado y que de lo que se trataba era de manejar matices, ámbito donde los dos británicos resultaban exitosos maestros.

Han llovido cuatro años desde aquello y se ve que hemos tocado techo porque todos los coches de la parrilla prevista para esta temporada que abriremos en breve, se parecen como anodinas gotas de agua.

En cierto sentido nos lo hemos buscado. Menospreciando aquello que dijo Il Commendatore al respecto de que la aerodinámica es para fracasados que no saben hacer motores, nos hemos desformulado aceptando gato por liebre en esta Fórmula 1 que no reconoce ni la madre que la parió, de manera que sin músculo y sin ideas, lo que priman ahora son los coeficientes, y hablando de ellos, manejándolos en túneles de viento y computadoras, lo lógico resulta que todos los ingredientes tiendan al mismo resultado tarde o temprano, más pronto que tarde.

Si a ello sumamos un calendario en el que maese Tilke se multiplica como los panes y los peces en el milagro, mientras se destierran auténticas obras de arte confeccionadas por artesanos, lo racional en este caso, es que impere el aburrimiento que se cobija bajo el electrizante espectáculo de los colorines y los vinilos de las decoraciones.

Motores con parecidas o idénticas prestaciones. Centralitas que impiden que la creatividad se desate y rodee el Congreso. Un reglamento que tiene medido hasta el más pequeño paso de tuerca. Unas gomas que ofrecen lo que no dan los vehículos...

Diría que estamos perdidos, pero no. Como le decía hace unas horas a Tadeo (esto es pura fabulación), siempre nos quedarán tipos como Fernando o Lewis a un lado del ring y al otro Skynet en estado puro. Lo ramplón como norma, la silicona como exponente de la belleza suprema, en todo caso, un puñado de aviones de combate que han prometido creerse aquello que les dijo el cura acerca de que la felicidad pasaba por estar juntos en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, aunque a la postre, en 2013, se vean condenados a soportarse a regañadientes.

Os leo.

3 comentarios:

Nico dijo...

Salud José, aunque así como lo pones, con tan sosa igualdad de medios, eventualmente el talento de los pilotos pueda marcar un poco la diferencia, no?.

csm dijo...

Genial, Josetxu.
Coincidido con lo que dices, pero como siempre me "encandila" el fondo y la forma que "destilan" tus textos.
Un lujo que sigas por aquí.

GRING dijo...

Pues eso: Igualdad mal entendida, igualdad metida a calzador, igualdad forzada de salida buscando una pseudoigualdad en el medio (nunca en los "medios")para terminar, como siempre, con una desigualdad provocada desde quien dirige el cotarro para que todo el que quiera pueda ver que da igual si es igual o desigual siempre que sus bolsillos estén igual de llenos que el año anterior (o más). ¿Se entiende algo?. Un saludo