miércoles, 27 de abril de 2011

La cábala


Mientras nos entretenemos con Ferrari se nos está escapando que nos hemos metido hasta el cuello en el Monopoly de Bernie. Lo comento porque Charlie Whiting se nos está yendo de rosistas a cuenta de la última cacicada cometida en Shangai.

Como sabéis a estas alturas, el manús que dirige a su antojo los avatares de la competición a pie de pista, al orondo director de carreras me refiero, tuvo a bien reducir la distancia de aplicación del DRS sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, vamos, como tiene por costumbre hacer, que para abrir la veda a las ingerencias se las pinta como pocos.

Es cierto que este año le han quitado su juguete preferido, el Safety Car, o mejor dicho: mientras acierta a manejar el nuevo se ha olvidado un poco (bastante) del que tantos réditos le ha dado durante las últimas temporadas, y que no se me tache de conspiranoico, porque por menos de lo que le hizo Rubens a Nico en Melbourne ya habría salido Maylander con su flamante Mercedes SLR a la pista australiana, y por descontado que habría aparecido a cuatro porquerías que hubieran quedado por el suelo en cualquier otra temporada que no fuera ésta, porque visto está que en 2011, a pesar de los abundantes encontronazos que ha habido, y de los restos que han quedado sobre el asfalto, el Safety Car ha hecho un sonado mutis por el foro.

No me distraigo. Decía más arriba que el nuevo juguete de Whiting se llama DRS (Drag Reduction System), un sistema que permite la alteración de la configuración del alerón trasero con la intención de ganar velocidad por la reducción drástica de la resistencia al avance que ofrece todo vehículo, que resulta una bendición de observar en entrenamientos o calificación, en modo barra libre, para que nos entendamos, pero que se vuelve una idiotez supina en carrera, ya que se habilita sólo una zona específica donde puede ser utilizado, por aquello de facilitar los adelantamientos.

Lo malo de este asunto es que la zona en cuestión no es idéntica en unos circuitos y en otros —cosa que incluso podría ser considerada asumible por un individuo tiquismiquis como yo—, sino que su definición queda al arbitrio (nunca mejor dicho) de las entendederas del tipo al que más le gusta meter mano en la competición, de manera que podríamos afirmar sin temor a errar, que la situación originada este año vendría a ser como si se hubiera puesto a un zorro al cuidado del gallinero.

El DRS da alas a quien nos la tiene, y más a quien dispone de ellas. Un coche cuya velocidad punta sea medianamente alta, correrá más rápido en el espacio dispuesto para el uso del bendito sistema. Incluso un monoplaza lento limará una décimas al cronómetro.

Por descontado que un monoplaza rápido será más rápido aún, de manera que reduciendo el campo de aplicación del DRS le estaremos beneficiando descaradamente sobre el resto de rivales, porque sencillamente llega a él con mayor velocidad.

Así que, con la excusa de estar buscando la mejor medida para facilitar los adelantamientos, el bueno de Whiting puede estar descubriendo cuál es el espacio para que los Renault, Ferrari o incluso Red Bull, vean penalizadas sus opciones, y cuál es el idóneo para que los motores Mercedes, por poner un ejemplo y sin mirar a nadie, famosos por su recuperación y prestaciones, encuentren las alas que les hacen falta.

Yo sólo lo apunto, que conste, pero como Charlie dé con la tecla adecuada, Maylander ya puede ir pensando en ponerse a la fila del paro, porque su época de gloria habrá terminado.

5 comentarios:

pulguitaatodogas dijo...

jajajaja, no, si no somos nada conspiranoicos, ¡pero es que siempre están jodiendo a los mismos!: ya sea con el dedo señalando desde la cabina, con el botón del SC, con el chivatazo a los comisarios para que sancionen a uno (español) igual que al otro (inglés), con el DSR.

Anónimo dijo...

¡Ehhh!, no corramos tanto... que Maylander puede tener una temporada estresante en 2012-3 si por fin Berni nos pone los aspersores a todo trapo ¡ja,ja,ja!

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días.

Estoy poniendo el blog en modo «limpio» XDDDD

José Luis ;) Reducir la zona de aplicadión del DRS no tiene un pase. Si lo que se pretende es facilitar los adelantamientos lo lógico es aumentar el espacio, así que huelo a gato encerrado XDDDDDDDDD

MIdori ;) Tiempo sin leerte XDDDD Y sí, al final igual tenemos aspersores y todo, o clérigos que salten a la pista en el momento más inoportuno, todo lo que haga falta para potecniar el espectáculo XDDDDD ¡Manda huevos! XDDD

Un abrazote

Jose

J-CAR dijo...

XDDDDDD ¡Ya está Jose en modo martillo! No va a dejar ningún clavo sin su buen golpe.
A mi también me mosqueó el tema cuando Fernando se quedó bloqueado detrás de Michael. ¿No habíamos quedado en que la zona DRS se definía el viernes con los datos de los libres? ¿A que viene cambiarla es domingo con la parrilla formada? ¿Y nadie monta un escándalo? Se permite la aerodinámica móvil de Red Bull, el Brawn de este año, y a partir de ahí todos a copiar. ¿Por qué no reclama Ferrari como si lo hizo en 2003 con las carcasas de Michelin, o en 2006 con el Mass Damper, que también fueron aprobados? ¿Por qué no lo hacen Virgin o HRC, que no podrán copiarlo y les pone el 107% más lejos?
También hay que decir que Michael fue el único al que vi defender la posición en esa curva, “si quieres pasarme va a tener que ser por fuera,” el resto iba pegadito a la linea. Fernando solo consiguió pasarle cuando las gomas de Michael dijeron basta. Solo entonces alcanzó una posición ventajosa por fuera para adelantarle en la salida, con sus ruedas y su carrera arruinadas.
¡Saludos al anfitrión y a los invitados!

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas noches.

J-Car ;) XDDDDDDD Seguro que alguno se me escapa, pero como vea una cabeza saliendo... ahí que voy XDDDDD

Entre que Michael es más castrón que la madre que le trujo, dicho con todos los respetos, y que el Ferraricon conseguía la punta necesaria para aprovechar la parcelita dedicada al DRS, ¡vaya domingo que nos dieron! Ahí hay gato encerrado, y Charlie se lo sabe :P

Un abrazote, compañero ;)

Jose