Llamadme aguafiestas pero no veo a Sebastian compitiendo en WEC, y aquí no tiene relevancia mi (poca) afinidad con él. La Resistencia y la Fórmula 1 son disciplinas radicalmente distintas y el tetracampeón ha demostrado sobradamente que la montonera no es lo suyo, y, qué queréis que os diga, eso de calzarse la pole y tirar p'alante queda muy a desmano en un campeonato plagado de especialistas en apretar los dientes y, durante lo que dura un relevo, tirar como lobos hambrientos sorteando el tráfico, manteniendo el ritmo fijado y cruzando los dedos para que la máquina siga dando de sí incluso a varias vueltas del líder.
No voy a mencionar al innombrable y su capacidad para hacer que parezca fácil todo lo que toca, ni voy a recordar a Marc Gené o Nico Hulkenberg. En Resistencia dependes de tus compañeros de tripulación y del estado del prototipo, y hay veces que las cosas se tuercen y toca enderezarlas como una pieza más del engranaje. No, aquí no veo a Vettel.
Os leo.
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