jueves, 11 de abril de 2019

Si tú lo dices...


El segundo clasificado del Mundial de Pilotos dice que su rollo este año va con el que ocupa la quinta posición. Tan seguro está de que desde 2017 no tiene validez lo de tu máximo rival es tu compañero, que ningunea a Valtteri Bottas en modalidad rodillo ventral porque a lo Fosbury seguro que se despeinaba...

El de Nastola va primero en la tabla general de conductores pero no cuenta para Lewis. Tampoco lo hacen Max Verstappen y Charles Leclerc, tercero y cuarto, respectivamente, sólo tiene ojitos para Sebastian por un vaya usté a saber, porque lo cierto es que a día de hoy, salvo por el olorcillo a pomelo y frutas que destila la gasolina de Ferrari y el notable esfuerzo que hace Toto Wolff por advertir ¡uy, uy uy, que viene Maranello! cada vez que abre la boca, nada indica que el escenario que hemos disfrutado en Australia y Bahrein no sea extrapolable al resto de la temporada.

Escribo desde la cautela, no me miréis demasiado mal. Es pronto para todo, más si cabe para andar diciendo «el duelo sigue siendo entre Sebastian y yo», básicamente porque no ha habido duelo todavía y porque en dos carreras, tanto Bottas como Leclerc han metido sendos rejonazos a los primeros espadas de sus correspondientes equipos.

No hablo de avatares o circunstancias extraordinarias, que también las ha habido, of course! Pero Valtteri pasó por encima a Hamilton en Melbourne y Charles hizo otro tanto en Sakhir con Vettel, y de suyo, no parece razonable apostar tan temprano a que no vuelva a suceder.

Entiendo al de Tewin, eso sí. Niegas la mayor, pasas del culo de quienes realmente te pueden hacer pupa y te centras ante la prensa en el otro piloto que supuestamente está a tu altura, o eso crees, o eso quieres creer, que tanto da... Quedas como Dios, pero no cuela.

No voy a rescatar viejos fantasmas del armario aludiendo a los regueros de tinta que habrían producido que otro conductor de monoplazas, un asturiano, por ejemplo, hubiese señalado siendo segundo que su historia iba con el quinto clasificado. Nos habríamos reído, ¿no? Pues desgraciadamente esto viene a ser muy similar porque el auténtico problema de Lewis está en el garaje de al lado y en lo que dice no ver. 

Bottas lidera el Mundial y aprovechará cualquier flaqueza del británico para volver a rematarlo en pista, como hizo en Albert Park. Y el de Mónaco hará lo mismo con el Mesías de La Scuderia. Y Max, a quien estas historias se la traen floja y le va la marcha más que a un tonto una tiza, obrará en consecuencia a la más mínima oportunidad. Lewis hace de indio en una película de vaqueros —todos sabemos cómo acaban—, y espero por el bien de todos que no se tenga creída la gilipollez que ha salido por su boca.

El enemigo siempre está enfrente, delante, a los lados, alrededor; nunca detrás...

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira José. Un artículo del "Secret Aerodinamicist" en BBC F1. Fuerte seudónimo, jaja!

Compara los distintos abordajes de Ferrari y Mercedes respecto de cómo administran los flujos en el alerón delantero. Y anticipa la peora que pueda sobrevenir a uno de ellos.

http://www.bbc.com/sport/formula1/47527705

Es para darle crédito? Nos lo explicarías en una entrada de las tuyas? Saludo!

Anónimo dijo...

La estrecha ventana operativa de Vettel, como conductor. Necesita un coche muy estable y predecible en el paso por curva. No sabe adaptarse a coches con brío, no los comprende.

Por eso nunca será un Schumacher para Ferrari. Es así como Leclerc le está pasando la mano por toda la cara, se ha adaptado mejor al sobreviraje natural del SF90.

Es un error priorizar las necesidades de Seb en la mesa de diseño, sólo Newey sabe cómo fabricarle uno al gusto. Cambiar al piloto es más fácil. Y más rentable.