El paso del tiempo no suele dejar títere con cabeza. En este sentido, hiela la sangre comprobar en Youtube, que mientras Juan Pablo Montoya atraviesa la línea de meta del circuito de Monza durante la calificación para el Gran Premio de Italia 2004, en 2015 y en similares circunstancias, Hamilton todavía negocia la salida de La Parabólica.
Aquel sábado 11 de septiembre de 2004 Juancho ni siquiera consiguió la pole con su Williams BMW. Su tiempo (1'20''620) fue notablemente menor que el obtenido por Rubens Barrichello, quien con su Ferrari clavó la aguja del cronómetro en 1'20''089. Medio segundo más rápido que el colombiano; ahí, con un par. Por su lado, Hamilton quedaría en 2015 a 3 segundos, 3 décimas y 8 milésimas del crono del paulista.
Es cierto que Hamilton conquistaba la pole en Monza hace nueve días con un tiempo mucho más razonable, concretamente 1'21''135, pero no lo suficiente como para evitarnos el bochorno de constatar una vez más, que supuestamente avanzando, retrocedemos.
Nos cuentan películas sobre lo grande que es nuestro presente comparado con el pasado en Fórmula 1, pero ahí están las gélidas cifras, el sonido, Montoya peleando con su volante, el Williams FW26b que no va sobre raíles incluso en una Parabólica cuyas lindes son de hierba y gravilla, y no de asfalto, como ahora. Normal que Bernie persiga a los youtubers como quien sacrifica a sus confidentes con tal de que no se descubra el pastel.
Nos cuentan películas sobre lo grande que es nuestro presente comparado con el pasado en Fórmula 1, pero ahí están las gélidas cifras, el sonido, Montoya peleando con su volante, el Williams FW26b que no va sobre raíles incluso en una Parabólica cuyas lindes son de hierba y gravilla, y no de asfalto, como ahora. Normal que Bernie persiga a los youtubers como quien sacrifica a sus confidentes con tal de que no se descubra el pastel.
La máxima disciplina es más lenta ahora que hace doce años, y no se debe a insondables complejidades técnicas sino a que el campo de juego es más lento. En 2004 los motores V10 ya estaban embridados a 19.000 revoluciones por minuto como régimen máximo, y las gomas tenían acanaladuras tanto delante como detrás por aquello de comprometer la tracción y la gobernabilidad. Es decir, el reglamento de aquella época impedía ir más allá, pero con todo, le saca al que nos ampara en la actualidad más de 1 segundo en la calificación para Monza, el Templo de la Velocidad.
Si me lo permitís, la cosa vendría a ser como si el récord de los 100 metros lisos de 2004 (9'85; Justin Gatlin, USA; JJ.OO. de Atenas; presuntamente puesto de testosterona hasta las cejas), lejos de ser batido varias veces hasta quedar fijado en 9'58 en 2009 (Usain Bolt, Jamaica; Mundial de Atletismo Berlin), hubiese empeorado cita tras cita gracias a las modernas técnicas de entrenamiento y tal...
Suena a sindiós, ¿verdad?
No es cuestión de trazar comparaciones a la ligera. Hay muy poco que comparar entre 2004 y 2015 que no sean sensaciones y tiempos, aunque lo más reseñable del asunto tal vez sea la testarudez y el empeño que se pone en que asumamos que la cosa ha mejorado en la máxima disciplina del automovilismo deportivo, a pesar de que sobran argumentos para pensar que no ha dejado de empeorar.
Y así vamos, y así os lo cuento. Os leo.
2 comentarios:
Como comente a un artículo ppr el Facebook, antes los motores rugian, ahora ronronean, antes eran fieras ahora son unos gatitos mimados. Cuando Montoya y compañía hacían esos tiempos los pobres pilotos recibían una pela en el cuello que los dejaba mal después de un GPS, ahorita nads que ver. Antes hasta levantar el trofeo en el podiun era complicado, hasta eran chiquito los trofeos. Ahora es que se bajan de los coches como si hubiese dado una vuelta de exhibición. No se puede comparar con tiempos de antes, lo de antes fue mucha fórmula 1, como para comparar con lo de ahora, que de paso Montoya tiene la velocidad punta más alta registrada creo es 372km/h
Por un lado coincido contigo: Creo que deberíamos mostrar mayor velocidad, y no menor.
Pero si en aras de la seguridad debe resignarse tiempo de vuelta, sea con chicanes, limitaciones a la carga aerodinámica, a la carga de combustible, o cualquier otra herramienta, entiendo que la mejor "receta" para el buen espectáculo debe pasar por una mala aerodinámica y mucha potencia. Me explico: Si tienes un coche con neumáticos muy anchos, poco alerón, y mucha potencia, tendrás "grip" mecánco pero no penalizarás demasiado a quien quiera adelantar a otro competidor. Ni siquiera necesitarás del DRS (un Hanford ayudaría, aunque también tuvo sus polémicas).
En mi humilde opinión, y en línea con lo que puse arriba, considero acertado que las normas actuales no permitan algunos de esos horribles aditamentos aerodinámicos que tuvimos con reglamentos anteriores, el aumento en el ancho de los neumáticos (me gustaría que se prestara aquí atención a la seguridad, ya que los neumáticos se habían limitado por la posibilidad que había de golpear en caso de desprenderse en un golpe) y del auto en general para 2017. Creo que habría que limitar mucho más los alerones delanteros y traseros, y que se aumentara el diámetro de las llantas (neumáticos con perfiles mas bajos).
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