sábado, 3 de septiembre de 2016

Binotto en salmuera


El jueves vino cargadito de noticias. Checo anunciaba que no estará en 2017 con Force India y mi Felipe que colgará los guantes y el casco a final de temporada, el caso Verstappen todavía coleaba, y como guinda, conocíamos que Charlie Whiting podría estar pensando en jubilarse como Director de Carrera y andaría buscando hueco en una escudería, así, en plan puerta giratoria... No sé si se puede pedir más a un jueves.

El viernes no quiso perder comba. Monza firmaba permanencia en el calendario del Mundial hasta 2019, se celebraban las dos primeras tandas de libres para el Gran Premio de Italia, las posiciones seguían más o menos las mismas que siempre aunque McLaren mostraba síntomas de continuar mejorando, y como guinda del pastel correspondiente, Max Verstappen perdía una bonita oportunidad para mantener la boca cerrada. ¿Se puede pedir más a un viernes...?

El guión (qué bien me sabe esta tilde revolucionaria) para este sábado parece escrito de antemano, pero no quisiera yo que la guinda a jornada tan prometedora la pusiera una Ferrari que parece abonada al no puedo, y me explico:

Ayer tarde, mientras daba brillo al nuevo logotipo de Ludotecnia estuve escuchando la rueda de prensa que ofrecieron los representantes de equipo con mister Hembery haciendo de salchichón en el bocadillo, y cuando terminó me atenazó la fría sensación de que Ferrari anda más perdida que un pulpo en un garaje, y eso que juega en casa.

A ver. Mattia Binotto nos informó de que los coches respondieron bien aunque los viernes son siempre los viernes, que los 3 tokens usados se notaban, incluso mencionó el proyecto para 2017 sin referirse a él como La Bestia 2.0 o el 666 Reloaded o aludiendo a que Rory Byrne se había implicado en su diseño, y no sé si fue por esto último o por el lenguaje no verbal utilizado por el sustituto de James Allison, que me dije: ¡No puede estar sucediendo!

Ferrari ha gastado todo lo que tenía para evolucionar el Tipo 059/5 durante 2016 pero no dar lugar a sensaciones de ahora o nunca. Después de haber desperdiciado la preciosa oportunidad que ofreció Spa-Francorchamps a la rossa, ¿Monza huele a sufrimiento para la italiana y los tifosi? ¡No jodas!

Desde que el año pasado Pirelli y la FIA se pusieran tontas con las presiones y el bendito camber, he dado la tabarra con que el ardid tenía como intención principal proteger el material de la milanesa y lesionar las prestaciones de Mercedes AMG. Si de paso mejoraba alguien, tanto mejor. La Scuderia venció en Marina Bay y sanseacabó, las seis pruebas restantes se las calzaron los chicos de Brackley. Fin de la historia.

Esta temporada el enfoque era el mismo pero respondía, además, a una variable dejada de lado por los analistas de frigoríficos: el tercer tipo de goma. En este sentido, la decantación masiva de los equipos por los compuestos más blandos de la gama Pirelli no ha hecho otra cosa que volver más reservona a la italiana, y por ende, ha permitido que Milton Keynes nos haya brindado momentos gloriosos porque a la postre, el dominio del equipo de Toto y Niki sigue siendo incontestable.

Bien, tenemos por tanto un cuadro en el que las ruedas no son sólo las protagonistas, sino que amenazan con hacer saltar la banca, y cuando, en Bélgica por ejemplo, los vientos se alían con Ferrari, va Ferrari y se pega un tiro en el pie en La Source. Y puesto que Ferrari no es capaz de estar ahí, para Monza, su territorio, la FIA y Pirelli se enfrentaban al dilema de seguir jodiendo a Mercedes AMG favoreciendo a Red Bull o apostando en cambio por Maranello, y en toda lógica, decidían aflojar ligeramente la puntita por lo que pudiera pasar.

Las presiones propuestas inicialmente para el Templo de la Velocidad no eran tan dulces como me las prometía el otro día. Las del tren delantero se mantenían como en Spa, a 23'5 psi, aunque bajaban un poco atrás, a 21'5 (0'5 psi de diferencia con respecto al domingo pasado). Pero hoy todo ha dado un vuelco: 23 en el eje delantero por 20'5 en el trasero.

A priori, este escenario debe ser aprovechado por los SF16-T de Vettel y Raikkonen, y más aún con los 3 tokens que les han metido en el cuerpo. Hay más estabilidad en la zaga y más huella para traccionar y gobernar, pero si Binotto no se lo cree ¿quién es el guapo que se pone a soñar?

Pues soñemos: Forza!

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