domingo, 28 de junio de 2015

La austeridad


Hace años que eliminé la etiqueta «reflexión» del catálogo de balizas de este blog, y hoy puedo afirmar que duermo más tranquilo, tanto, que esta noche la he invertido descansado a pierna suelta tras conocer que Grecia y el Eurogrupo han roto lazos, porque la democracia que es indispensable para la primera, para el segundo supone un desafío y un riesgo inaceptable.

Reconozco que hoy era día de poner la foto de Malcom X por aquello de enfatizar una de sus más famosas frases: «Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido», pero asumo mi cobardía.

Estoy tan leído sobre estas cosas y desde mucho antes de que saltaran por los aires las subprimes y los productos ninja, que tengo una desoladora sensación de déjà vue con todo lo que está sucediendo. Y mira que mi antiguo socio ya me avisaba en 1991 de lo pernicioso que resultaba y de que mi suegra me siga mirando de reojo por ello, pero el caso es que ayer tarde, en mi infinita flaqueza, me mostré incapaz de refutar a quienes me exigían referencias fiables donde apuntalar mis datos —obviamente entresacados de referencias no fiables— con un sonoro: «Imbécil, quien te cuenta esa verdad en la que crees es el mismo que te sube las comisiones, la hipoteca, y juega además a la ruleta rusa con el futuro de tus hijos y tus nietos.»

Sabéis de sobra que no consumo diarios desde hace tiempo y una de las razones reside en la profundidad de este artículo: «La prensa de izquierdas de Francia vende su independencia a magnates para sobrevivir

Sobrevivir, hermosa palabra, ¿pero a qué precio?

En fin, llevo años dando la tabarra con eso de que Bernie no es imprescindible para la Fórmula 1. El mismo periodo de tiempo que he invertido en avisar que nos íbamos al carajo, a pesar de que los que sufren orgasmos por disfrutar de un pase gratis para un circuito o un evento, se empeñaban y se empeñan todavía, en decirnos que nuestro deporte ha sufrido épocas peores, como si ésa fuese razón suficiente para volverse ciego ante la realidad.

Hoy es el día en que las gradas están más vacías que nunca y los televisores y pantallas de ordenador, delatan que las cosas se han hecho mal.

Todo el mundo se queja pero Pirelli viene a salvar a Ferrari en Monza para dejar que a don Sergio Marchionne se le llene la boca con eso de la remontada. Hay que salvar el deporte y también el Gran Premio de Italia, y lo que haga falta porque si prometemos puente pero no hay cauce que vadear, lo resolvemos como se ha hecho siempre, inventándonos también el río.

Vuelve a ser hora del todo vale porque la Fórmula 1 no es una ONG y tal, de entender que Bernie está aquí por pasta y que eso es muy respetable a pesar de que se esté llevando el negocio por delante. Y el instante en que conviene amodorrarse pensado que austeridad no significa asedio por hambre, porque siempre tendremos una Caterham o una Marussia, o una Grecia, que no comprendieron a tiempo que la banca siempre gana.

Os leo.

1 comentario:

J-CAR dijo...

http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/la_desconocida_historia_sobre_las_negociaciones_de_la_deuda_griega

Saludos.