domingo, 14 de junio de 2015

Lo más difícil #25TLM15 [17]


A poco que estés acostumbrado a trabajar con plazos de entrega pactados, bien sea un artículo, un dibujo o diseño, o una ilustración o cualquier otra cosa, tarde o temprando aprendes y normalmente rompiéndote los dientes, que la fase más peligrosa surge cuando a poco de terminar, piensas que lo tienes controlado.

Como sucede con el sueño, el ser humano tiende a bajar la guardia en cuanto vislumbra en el horizonte que puede quitarse de encima cualquier tarea engorrosa aunque ésta sea sumamente sencilla, o lo parezca, o te engañes, que también sucede.

A lo largo de mi extensa y variopinta carrera profesional, me he dado mamporros monumentales en los últimos compases de la faena. Y he aprendido o he creído haberlo hecho, para descubrir tiempo después y en propias carnes, que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

Las 24 Horas de Le Mans de 2015 están discurriendo hacia su finalización con los Porsche 919 Hybrid números 19 y 17 en posiciones de cabeza, seguidos a una cierta distancia por el Audi número 7. Nadie con dos dedos de frente diría que Stuttgart no tiene la victoria en la mano, aunque yo prefiero tomármelo con cierta cautela, no sea que ocurra como cuando una noche de un lejano 1991, andaba yo terminando una elaboradísima ilustración al aerógrafo que me había costado varios días desarrollar, pero que al darla por concluida, en el instante mismo en que levantaba la máscara adhesiva para proceder al barnizado, se venía literalmente abajo porque ésta se llevaba consigo el estucado del papel y por supuesto, lo que yo había pintado encima de él.

Aquello no tuvo arreglo aunque al final me sonrió la suerte. 

A la mañana siguiente me ponía en contacto con el cliente y lograba disponer de un tiempo extra durante el que huelga decir, tomé mil y una precauciones para que no me volviera a suceder lo mismo. Pero a todas luces este tipo de salida «B» no está al alcance de los pilotos que ahora mismo están cruzando los dedos para que nada se tuerza durante los últimos compases de la carrera, mientras rezan también para que la hora marcada como frontera venga más rápido hacia ellos que lo que van ellos hacia ella.

Queda lo más difícil precisamente porque parece lo más sencillo de hacer... Ahí es nada con la filosofía.

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Jose... (7 vueltas...) Bien por Nico, pena por Weber, guay por Porsche.

Bastian dijo...

jinx? jaja

me has leido la mente, han pasado bastantes horas desde que termino la disputa y acabo de leer esto, pero me has leido la mente jaja, no fue hasta que vi al Porsche terminar su ultima vuelta cuando acepte que el auto y la firma por los que aposte habian ganado, simplemente espectacular...