La actitud de Lewis Hamilton para con su ya antigua escudería,
McLaren, podría pasar por el típico exponente de profesionalismo de pura
cepa —cobras como Llorente en el Athletic, y te debes al equipo que te
paga aunque ya no simpatices ni con él ni con su filosofía—. Eres un
enemigo en casa, alguien a quien se hurtarán todos los secretos para que
no se los pase a la competencia, un individuo al que se mirará desde
ahora mismo de reojo, el tipo que ya no es uno de los nuestros…
Pero Lewis devuelve porque ha crecido y ha asimilado desde hace
tiempo que no se debe a nadie que no sea él mismo. Si acaso le debe algo
a Nicole, de esas cosas que se prometen entre las sábanas o
compartiendo media docena de churros en el desayuno y que quedan
grabadas muy adentro, como deudas que sabiendo que jamás serán saldadas,
que nunca serán motivo de reproche, están ahí, soldadas a la propia
historia de uno mismo, en el lugar inaccesible donde residen todos los
sueños limpios que fueron macerados desde la sinceridad más alegre y
consciente.
Lewis, una vez más, y van muchas, me está
demostrando que la paz que firmé con él en 2010 es de las duraderas.
Llevé mal lo que ocurrió en 2007 y le solté algún guantazo blando en
2008, pero al año siguiente de la consecución de su campeonato mundial,
aprendí a entrever que lo que siempre había intuido estaba amaneciendo
para quedarse en un ten con ten del que sólo sabemos y damos
cuentas él y yo. Al siguiente de aquello, claudiqué y me rendí a sus
encantos, porque ver crecer a un piloto es de esas cosas que reconcilian
a uno con todo esto, y Lewis es mi ancla con la F1. Verle en pista
supone un acicate. Observale, un deleite aunque se lleve puesto a
Felipe.
Lewis se va a Mercedes el año que viene, pero lucha ahora mismo por
la plaza que le corresponde. En Corea, hoy mismo, ha vuelto a demostrar
que no da nada por perdido. Mañana sale tercero en la parrilla y no me
extrañaría que mojara la oreja de los de la austriaca para demostrar una
vez más de qué pasta está hecho. Jenson partirá tarde pero Lewis se
mantiene al loro y esta tarde coreana que nos ha pillado en la cama, ha
vuelto a demostrarlo. La prueba se mantiene abierta, y el británico de
tez y manos negras ha apostado todo lo que tiene para estar en la
pomada.
No me extrañaría nada que dentro de unas horas ganara el Gran Premio
más tonto de todo el año, porque en Woking tiene que haber al menos un
integrante, alguien anónimo, de los que no salen en la foto, que haya
entendido que Lewis no está manifestando compromiso sino agallas, y que
necesita por tanto que otro alguien, esta vez público o no tanto,
responda como se merece el pundonor demostrado por el único piloto de la
parrilla que hoy por hoy sigue entendiendo todo esto como lo entendían
los de antes, los que lo levantaron a base de riñones, riesgo y
esfuerzo, para que Bernie lo sacrificara en un ayer pretérito
pluscuamperfecto y en un presente continuo, explotándolo hasta la
extenuación en el ara del espectáculo por el espectáculo.
Lewis sale tercero mañana por la mañana aquí, por la tarde allí, en
el culo del mundo, buscando hincar el diente en este campeonato
pronosticado a una lucha a dos, pero que admite la intervención de un
tercero en discordia que puede no haber entendido la gramática ortodoxa
que afirma que quien no está en el sitio adecuado no tiene sitio, pero
que atiende a la llamada ante la que se genuflexan todos los lobos: la
dialéctica contínua, la lucha permanente, el aquí y el ahora por el
mañana, por Nicole, por sus besos y sus caricias, por darle en los
morros a Ron, a Martin y a quien se ponga delante, por agallas a la hora
de afrontar que la generosidad puede no encontrar respuesta.
3 comentarios:
Que triste ver a Lewis luchando por quedar 10 con el trozo de alfombra colgando del coche...
Em cuanto a la carrera.... Que queréis que os diga, que Red Bull se ríe de todo el mundo porque son muy buenos. Como han ocultado su ritmo de carrera. Se ríen y ríen y no hay nadie que sepa montar un equipo que les moje la oreja.
No esta todo perdido, es verdad, solo queda rezar porque Ferrari de con la tecla en la India. Pero debería recuperar 5 décimas como mínimo.
Buenos días ;)
RudyBB ;) Una auténtica lástima lo de Lewis, como bien dices, y en cuanto al RB8, Red Bull sigue jugando con cartas marcadas porque ni Adrian es tan mago, ni el resto de ingenieros son tan bobos. Una pena en todo caso porque perdemos todos.
Un abrazote
Jose
Una pena lo hoy de Lewis. Decía al final del Gran Premio que tenía algo roto y que incluso en recta se le movía el coche. Es cierto, me he fijado en la repetición de la carrera en su cámara subjetiva, y se aprecia como en recta tiene que mover levemente el volante para no perder la línea.
Fin de semana para olvidar de McLaren que además es superada por Ferrari. Con el coche que han tenido es realmente increible que vayan terceros en constructores.
Sobre la carrera y Red Bull me reservo a leer la crónica de Jose.
Un abrazo!
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