domingo, 27 de agosto de 2023

La FIA, esa suegra...


La FIA se ha acobardado y nos ha hurtado un mejor final con su idea mojigata de espectáculo. Desde la vuelta 65 a la 72 en hilera de a uno detrás del Safety Car, todos los monoplazas montando idénticos neumáticos y sin molestar, tanto es así que, de no haber abandonado George Russell, las doce primeras posiciones al término de la prueba no habrían sufrido variación desde la relanzada, excepción hecha, claro, de la sanción a Checo Pérez que ha movido la foto y ha subido a Pierre Gasly al podio...

A nuestra egregia institución le va muy bien cumplir los horarios de retransmisión y los trámites, pero siempre se ha llevado mal con satisfacer al aficionado y colmar sus sueños más inconfesables.

El Gran Premio de Países Bajos ha concluido prometiendo un triple salto mortal sin red que se ha satisfecho con un Half Out porque los corredores, sí, esos tipos a los que se llama recurrentemente llorones, han vuelto a demostrar que si les da un centímetro para disputar lo luchan hasta la última gota de sudor. ¿Cuál habría sido el desenlace si Carlos hubiese podido elegir gomas en vez de tener que recurrir por imperativo legal a unos mixtos que no daban para más?, ¿qué habría sucedido si en vez de largar amañado se hubiese arrancado en parrilla y desde parado...?

La FIA me recuerda a mi suegra, cuando en vida nos tenía prohibido hablar de política, sexo y religión en Nochebuena y Nochevieja, en festivos y fiestas de guardar, pero así y todo, procurábamos liarla parda a la menor oportunidad.

Os leo.

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