miércoles, 16 de agosto de 2017

Brick England [Honda]


Lo cierto es que ésta ya nos lo sabíamos, así que los menos que podemos hacer es fingir que la cosa nos ha pillado por sorpresa o nos ha dejado patidifusos de la muerte, y exclamar llevándonos las manos a los carrillos: ¡Que Honda resiste y de aquel divorcio tan cacareado con la inglesa ¿nada de nada...?! ¡No me lo puedo creer...!

Bueno, ya hemos hecho méritos para una portada en la prensa rosa, con exclusiva incluida, y si la cosa se pone realmente bonita, para hacer un De Luxe en Telecinco, pero tampoco nos vengamos demasiado arriba ahora que hemos tomado conciencia de que vamos muy por delante de los bien informados, y recordemos juntos aquella vieja entrada que escribí en abril [Cuidado con los «Saltos de Fe»] en la que advertía: «... tras cualquier cosa que parezca milagrosa en Fórmula 1 acostumbra a haber toneladas de trabajo y esfuerzo.»

No, la cosa nueva ésta ni es milagrosa ni ha terminado, más bien, en sentido estricto recién acaba de comenzar.

Es verdad que lo dijimos aquí antes (precedir es un verbo feo), en ese hilo de resistencia intelectual que se llamó inicialmente Informe de daños y cambió a Informe de avances a partir del Gran Premio de Austria [Informe de daños], pero bien está que el propio Hasegawa nos haya dado la razón hace unos días [Honda consigue el nivel de pretemporada 5 meses después].

Honda tiene ahora lo que hacía falta a finales de febrero y eso sólo debe llevarnos a mantener la perspectiva y la cabeza fría. Llamamos cachirulos y cachivaches a los aditamentos aerodinámicos que aparecen sobre la carrocería y a los lados de un F1, o tirabuzón al sacrosanto Vórtice Y250, pero no conviene que bajemos la guardia aunque la tentación pase por aceptar pulpo como animal de compañía aun a riesgo de tragar un caramelo envenenado.

Sakura está donde decíamos que estaba a finales del mes pasado, ni por delante ni por detrás. La especificación montada en Bakú ha ofrecido resultados razonablemente prometedores desde Austria a Hungría, la actuación de Norris y Vandoorne en los test de Hungaroring anima a lanzar las campanas al vuelo, pero kontuz gero!, que decimos por aquí.

Por lo leído antes de ponerme a escribir estas líneas, da la sensación de que la japonesa llegará a la nonagésimo segunda evolución antes de que termine la temporada de tanto como se le arroga que va a avanzar. Pero esto es como lo de su divorcio con la de Woking, ya me entendéis.

Llega en unos días el Gran Premio de Bélgica, terreno duro para McLaren-Honda, y allí veremos si era chasis o era podenco. Llevaba razón Tadeo cuando nos recordaba aquí mismo que para recortar la distancia con los de arriba hacen falta solamente 50 caballos «pero fiables», y es que la fiabilidad es el autentico Talón de Aquiles del proyecto nipón y seguramente, en agosto, Hasegawa y su gente han matizado este aspecto con la intención de que la previsible mejora en fiabilidad traiga consigo algunos caballos más.

Que llamemos a todo esto Spec 4, 5 o 67 da exactamente lo mismo. La unidad de potencia que se está manejando en estos momentos es la base del tinglado de 2018. Van a toda pastilla, trabajan duro, son la leche si han sido capaces de reparar los destrozos de una pretemporada para el olvido en tan sólo cuatro meses con únicamente dos coches, pero queda por delante una parte más espinosa del trayecto que no está exenta de riesgos y tropiezos.

Al otro lado de la cama, McLaren no se ha quedado de brazos cruzados. El MCL32 está listo para recibir el calor y la potencia esperados, y Fernando y Stoffel están preparados...

El objetivo más razonable no es Singapur, es Suzuka. Entretanto quereros mucho, como nadie os ha querido jamás porque surgirán problemas y el divorcio volverá a primera plana, seguramente con menor intensidad, pero no olvidéis que cuando se nos recomendaba que nos ahorcáramos de primer árbol que pillásemos, decidimos creer en base a argumentos tan sólidos como los de los más negros augures, aunque bajo un enfoque de lectura que a tenor de los hechos posteriores, resultaba mucho más realista que el de ellos.

No imaginaban que íbamos a llegar, pero mira por dónde: estamos llegando.

Os leo.

2 comentarios:

El emir dijo...

Está claro que ni el apocalipsis llegaba ni ahora va a aparecer la Familia Trapp cantando feliz por las praderas de Eau Rouge. El problema es la sensación que no consigo quitarme de encima es que cuando aciertan es como lo del burro y la flauta, y avanzar a base de la prueba y el error es muuuyyy lento en estos tiempos sin tests libres.
Veremos si en invierno tapan el agujero correcto o si vuelven a empezar de cero, porque el problema que veo yo, es que alguien en Honda tiene ideas geniales en los parones y de esas lluvias vienen esos lodos de motor.

enrique dijo...

Si Honda motorizase a una o dos escuderías más estoy seguro que se habrían acortado los plazos un par de meses.
Hace unos días corrió el rumor que la división de la nipona referida a aviones había metido mano en el motor de F1, y que gracias a su experiencia en turbinas habían conseguido reducir las vibraciones.
Al galope, que ladran!!