martes, 29 de agosto de 2017

35 sensores se balanceaban


Cuando escuché el domingo que Honda no sabía a qué se había debido el supuesto problema que llevó a Fernando a abandonar en la vuelta 25 del Gran Premio de Bélgica, pensé inmediatamente en el sensor que no se había enterado el sábado de que el asturiano abordaba Pouhon con el pie a tabla. Cuando horas después, se insinuaba que Alonso podía haber abandonado la carrera porque estaba hasta las narices y le había dado la real gana, y pensé, cómo no, en que la peña que dice tenernos al cabo de la calle lo que no recuerda es la canción de los elefantes en la tela de araña.

Que un sensor no interprete adecuadamente qué hacen un coche y su piloto entra dentro de las cosas posibles aunque no por ello deje de poner los pelos de punta: ¿quieres reinstalar Windows...? Que la motorista haga caso del conductor y decida meterlo a garajes por si las moscas, parece lógico, aunque entiendo que haya quien coja este rábano por las hojas y haga currículum para que Íker Jimenez lo lleve al plató de Cuarto Milenio como especialista en cosas raras, pero raras raras de cojones.

Después de comer estaba preparando el informe correspondiente a Spa-Francorchamps [Informe de daños] y me encuentro con este sudoku. Todo normal y legible hasta que empiezan las monsergas de siempre, que os lo tengo dicho: hay a quién no se le han curado las heridas abiertas por lo que dijo Tony Kanaan, y el resto, de puro previsible empieza a resultar aburrido hasta decir basta.

Entre pitos y flautas, ni Stoffel ni Fernando montaban en sus respectivos vehículos una especificación decente, más bien, usaban la que funcionó medianamente en Hungría y en Bélgica resultaba escasita para las necesidades del monstruo belga. 

El caso es que mientras daba de almorzar a Amama he visto por la tele a no recuerdo qué tenista rompiendo su raqueta contra una silla mientras el comentarista enfatizaba que el interfecto estaba de muy mala hostia, pero con otras palabras, claro, y la cabeza se me ha ido a las tantas y tantas veces que hemos visto cómo un deportista la paga con el balón, la raqueta de marras o el remo, por poner algunos ejemplos a mano.

Yo mismo he jodido alguna que otra plumilla por rebelde con el papel, para qué os voy a engañar... pero en Fórmula 1 y a decir de los expertos, este tipo de actitudes no son graves, no, son ominosas, gravísimas. Tienen carácter de insolidarias, felonas, profundamente ofensivas, y se corresponden en el caso exclusivo del piloto de Oviedo —otros pueden incluso cagarse en los muertos de su jefe o en el Director de Carrera—, con mentalidades poco menos que infantiles, que delatan no una frustración puntual con una circunstancia en concreto, sino una infinitamente mayor que golpea como las trompetas de Jericó el escenario global, en su complejidad inabarcable e inaccesible.

A partir de ahí podemos escribir lo que se nos ponga en el punta del pincel. Que nos vamos a Renault o que nos propulsará el año que viene Rita la pollera. Da exactamente igual, y que se os meta en la mollera.

El caso es que si un sensor no entiende que Alonso pase Pouhon a toda pastilla en sábado, y al día siguiente la centralita de Honda no vea nada raro cuando el piloto advierte de una incidencia pero aún así le haga caso, supondría mediante la aplicación de una mínima lógica que la electrónica japonesa adolecía de numerosas flaquezas en las Ardenas. Pero, oye, obispos tiene la cosa, y si ellos dicen que que hay que seguir escribiendo sobre auténticas chorradas, pues lo hacemos.

No obstante, sigo teniendo en la cabeza el runrún de aquello que cantábamos cuando niños: un sensor se balanceaba en la tela de la araña y como veía que resistía fue a llamar a otro sensor...

No os doy más la murga. Sensor va, sensor viene, hay quien tiene cruzadito lo de Indy y no va a parar hasta que el menor pestañeo de Fernando adquiera sentido filosófico para cada uno de su lectores. Aunque ¡joder qué cruz!, si me permitís decirlo.

Os leo.

4 comentarios:

chema dijo...

Bajo mi punto de vista para pilotar un McLaren con motor Renault es mejor opción un Renault Factoría. Da la impresión que Fernando duda que Honda pueda construir una UP competitiva a corto plazo.

Tadeo dijo...

La respuesta la tendremos en.Monza, si la v 4.0 funciona, Alo y Honda siguen en McLaren, si no funciona, uno de los dos va fuera.

Saludos

Mario dijo...

McLaren lleva como mínimo desde Montmeló jugando a la lotería. Creo que son el equipo que pone más ala de toda la parrilla con diferencia; los sábados con poca gasolina se logra destacar porque así es como hay que reglar un coche para que vaya bien en clasificación; además te puedes dar lujos como pasar Pouhon a fondo que luego se venden muy bien. Pero los domingos tocará sufrir porque hay que añadir el peso del carburante al drag que supone ir con tanta ala, salvo que un domingo llueva por sorpresa y cojan a todo el mundo poco menos que en bragas. Hay que leer mucho entre lineas para ver los auténticos progresos del equipo, cuando sus rivales juegan a sumar puntos y ellos a buscar destellos esporádicos. Un saludo.

Alberto dijo...

A mi lo que me mata de todo esto es que en caso de duda la culpa es de Alonso y eso teniendo en cuenta el historial de ese motor: tanque de aceite, MGU-H, vibraciones, fallo de programación del fin de semana, etc, etc. Pero oye!! el piloto reporta una perdida de potencia y hay que fiarse de los datos de Honda.... Mas medicación contra la bilis señores!!

Por contra, no comparto del Nano esos momentos en los que se saca a relucir su frustración cuando ahora debería estar más callado. Está desviando la atención del gran problema que tiene Mclaren y convirtiendolo en exclusivamente suyo (leer el post de Andrew Benson (BBC) y alucinais en colores). No te beneficia esta actitud porque si te quedas en la F1 tu mejor opción sigue siendo Mclaren digan lo que digan y si es así no está en tu mano elegir motorista. En caso que te vayas de la F1 no tienes necesidad de romper una relación con Honda que a futuro puede serte de utilidad dado todos los fans nipones que tiene el Nano.