Hoy ha sido un día particularmente bonito en Gorliz. Andaba cansado de las suegras que han salido hasta debajo de las alfombras para mirarte con el ceño fruncido y reprobador desde cualquier esquina de
Twitter, y me encuentro al ir a tomar café con que Jose me suelta: ¡Qué cuatro vueltas se cascó anoche el cabrón de Scott!
No sé, Jose es merengue y lo imaginaba saludándome con algo relativo a la victoria del Real Madrid en la liga de fútbol, lo habitual para él por estas fechas y siempre y cuando el Barça le deje espacio, vamos, pero no, hoy ha ido directo a hacer daño, o al menos así lo he pensado.
—Kontuz! —le contesto—. Fernando no estuvo tan mal. Apenas ha entrenado una semana. Es una especialidad distinta, muy diferente a la Fórmula 1...
—¡Que sí! —me replica como queriendo quitar importancia—. El asturiano estuvo fenomenal, pero lo de Dixon no me digas que no es para nota. Carpenter... Eddy no estuvo cómodo, si llega a estarlo se come al neocelandés...
—Pues sí, Ed admitió que le había costado entonar su coche...
Carlos pone su manaza sobre mi hombro como quien suelta el martillo sobre un yunque:
—¡Tu chaval es la polla! ¡Quinto el muy hijoputa! Pero lo de Dixon... ¡eso sí que son galones! Jose —se dirige al otro Jose, obviamente—, mi cortado cortito de café, que ando con las tripas pelín sueltas.
—¿Cómo tienes a la tropa? —le devuelvo esos buenos días que no hay que dar cuando nos vemos a las siete de la mañana.
—La niña bien, pero el zagal sigue arrastrando la coño alergia. Eso sí, anoche no había Dios que le despegara de la pantalla del ordenador...
—¿Con Hildebrand, con Kanaan. No me digas más: con Sato?
—¡Qué cojones. Va con Montoya y Castroneves!
—No disputaron la Fast Nine —masculla Jose mientras coloca el cortado corto de café sobre la barra.
—¿Se lo dices tú o se lo digo yo? El año pasado apostó por Rossi y ahí lo tienes: ¡la clavó!
—¿¡No fastidies que Fran es un friki de la Indy¡?
—Friki no sé, pero como su padre que soy, te puedo jurar que tiene mucho olfato...
Han entrado Xabi y Fausto:
—Alonso glorioso, Josetxu, pero hasta dos o tres ediciones ya te digo que no hace nada... —Fausto se ríe—. ¿Pero viste a Dixon? ¡Eso son manos al volante!
—El domingo que viene, Xabitxu, el domingo que viene... —Fausto se descojona vivo.
—Ni el domingo que viene ni pollas en vinagre...
—Quedar quinto para adelante supondrá un completo éxito —le contesto.
—Castroneves o Montoya, que ya os digo yo que Fran acaba haciendo pleno este año como con Rossi...
—¡Tú calla! —le suelta Xabi a Carlos—. ¡A ver, el experto! ¿Quién va a ganar la Indy 500 de este año? —me mira a mí.
—Pues hombre —le digo—, si te pones así, gana la Indy 500 Sebastian Vettel...
Nos echamos unas carcajadas. Son las siete y cuarto, cuando no se sabe muy bien por qué, coincidimos cinco expertos de sofá que disfrutamos ayer con la pole position de Scott Dixon, y hoy, dirimimos nuestras diferencias en base a que Fran lleve razón o no. Cosas de Gorliz, de los cafés mañaneros y de que Fernando nos haya descubierto que existe algo que se llama Indy 500.
Os leo.
No sé, Jose es merengue y lo imaginaba saludándome con algo relativo a la victoria del Real Madrid en la liga de fútbol, lo habitual para él por estas fechas y siempre y cuando el Barça le deje espacio, vamos, pero no, hoy ha ido directo a hacer daño, o al menos así lo he pensado.
—Kontuz! —le contesto—. Fernando no estuvo tan mal. Apenas ha entrenado una semana. Es una especialidad distinta, muy diferente a la Fórmula 1...
—¡Que sí! —me replica como queriendo quitar importancia—. El asturiano estuvo fenomenal, pero lo de Dixon no me digas que no es para nota. Carpenter... Eddy no estuvo cómodo, si llega a estarlo se come al neocelandés...
—Pues sí, Ed admitió que le había costado entonar su coche...
Carlos pone su manaza sobre mi hombro como quien suelta el martillo sobre un yunque:
—¡Tu chaval es la polla! ¡Quinto el muy hijoputa! Pero lo de Dixon... ¡eso sí que son galones! Jose —se dirige al otro Jose, obviamente—, mi cortado cortito de café, que ando con las tripas pelín sueltas.
—¿Cómo tienes a la tropa? —le devuelvo esos buenos días que no hay que dar cuando nos vemos a las siete de la mañana.
—La niña bien, pero el zagal sigue arrastrando la coño alergia. Eso sí, anoche no había Dios que le despegara de la pantalla del ordenador...
—¿Con Hildebrand, con Kanaan. No me digas más: con Sato?
—¡Qué cojones. Va con Montoya y Castroneves!
—No disputaron la Fast Nine —masculla Jose mientras coloca el cortado corto de café sobre la barra.
—¿Se lo dices tú o se lo digo yo? El año pasado apostó por Rossi y ahí lo tienes: ¡la clavó!
—¿¡No fastidies que Fran es un friki de la Indy¡?
—Friki no sé, pero como su padre que soy, te puedo jurar que tiene mucho olfato...
Han entrado Xabi y Fausto:
—Alonso glorioso, Josetxu, pero hasta dos o tres ediciones ya te digo que no hace nada... —Fausto se ríe—. ¿Pero viste a Dixon? ¡Eso son manos al volante!
—El domingo que viene, Xabitxu, el domingo que viene... —Fausto se descojona vivo.
—Ni el domingo que viene ni pollas en vinagre...
—Quedar quinto para adelante supondrá un completo éxito —le contesto.
—Castroneves o Montoya, que ya os digo yo que Fran acaba haciendo pleno este año como con Rossi...
—¡Tú calla! —le suelta Xabi a Carlos—. ¡A ver, el experto! ¿Quién va a ganar la Indy 500 de este año? —me mira a mí.
—Pues hombre —le digo—, si te pones así, gana la Indy 500 Sebastian Vettel...
Nos echamos unas carcajadas. Son las siete y cuarto, cuando no se sabe muy bien por qué, coincidimos cinco expertos de sofá que disfrutamos ayer con la pole position de Scott Dixon, y hoy, dirimimos nuestras diferencias en base a que Fran lleve razón o no. Cosas de Gorliz, de los cafés mañaneros y de que Fernando nos haya descubierto que existe algo que se llama Indy 500.
Os leo.
3 comentarios:
Todo lo bueno de esa quinta posición es que va a realizar la salida rodeado de gente muy experta y en principio le va a salvar de alguna incidencia, "Takuma Sato mediante" =;-)
De lo aprendido en esta clasificación es que llegar a 370kms es relativamente fácil pero conseguir la punta algo más alta y no perderla en cada curva eso ya requiere manos y un punto de locura (cogieron).
Un saludo,
José Miguel
Afortunadamente la velocidad media en carrera es considerablemente más baja.
¡Lo que daría yo por tomar un café en Gorliz, una mañana de estas y con esa compañía!
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