Ser tetracampeón del mundo no cuenta cuando se juega a la ruleta de 
la fortuna. La vida es así, hoy viene de cara y mañana te vuelve la 
espalda como si jamás te hubiese conocido, ni siquiera en el intercambio
 de miradas que surgen cuando uno baja y otro sube en las escaleras 
mecánicas del metropolitano.
Es así, repito. Ayer, por ejemplo, la todopoderosa Renault hacía 
ostentación de su hermosa e inmaculada maquinaria para la Fórmula 1 y 
hoy, se ha visto obligada a entonar el mea culpa porque la 
electrónica de la misma ha fallado estrepitosamente en tierras 
andaluzas, pillando además a Seb en un dramático fuego cruzado que no 
hay quien entienda con lo teóricamente afinado que va todo esto.
Total, que el campeón alemán se queda a dos velas en Jerez y la gala… enseña el culo por el mismo precio.
Podría preguntar si alguien entiende cómo ha sido posible tanto pifostio,
 pero me sé la respuesta. La publicidad es una cosa y la realidad otra 
bien distinta, lo que no evita que piense en la cara que se les ha 
debido quedar a Adrian y Sebastian tras conocer que su historia para dos
 jornadas se reducía a un miserable tentempié de unos cuantos minutos de
 duración, dividido además en dos por exigencias del guión.
Bien, asumamos que Jerez es especial, que el trazado andaluz tiene 
sus cosas. Que la época no es la mejor del año, que entre el frío y la 
temperatura ambiente sus asuntos no son como deberían, pero por Dios, que falle un elemento tan gélido y británico como el hardware o el software en una empresa como Renault,
 no se sostiene. A ver, se descojona el motor o no se descojona. Rula o 
no rula, que con la madanga esta de la unidad propulsora, a lo peor los 
finos juegan con ventaja y no lo sabemos todavía. En cristiano, el motor
 del RB10 ha petado como lo hacía el de mi viejo Seat 127. No hay más 
historias, ha petado el motor, con todas las letras, y Seb se ha quedado
 con un palmo de narices en estos dos días porque la Renault le ha 
dejado tirado. El resto, y lamento decirlo, son cuentos para dormir 
niños.
Renault la ha cagado y de manera estrepitosa. Tanto gastar en 
promoción activa y pasiva se ha olvidado de que lo importante ocurre en 
la pista y no estaba lista, y lo peor de todo, dejar tirado a todo un 
campeón del mundo no es buena publicidad así tensemos la cosa. Menos si 
cabe si hay antecedentes, que los ha habido en los años de convivencia.
En el día de hoy, Sebastian Vettel y Red Bul abandonan Jerez con el 
rabo entre las piernas y la culpa es de una empresa proveedora que no ha
 sabido estar a la altura de las circunstancias. Renault, la motorista, 
la campeona del mundo en su tiempo y en su espacio, la que más ha 
alardeado de turbo y tecnología de vanguardia en los últimos meses, es 
la misma que ha metido la pata tal que hoy y ayer en Jerez, y veremos 
qué tal va mañana… Hardware o software, qué más da si 
el resultado ha sido que Sebastian no se ha comido ni un miserable colín
 en los dos días que tenía previsto rodar y rodar.
 

 
3 comentarios:
Pero en declaraciones de Helmut Marko: "The latest problem has nothing to do with the power unit. It's in our own responsibility."
¿Qué hay de verdad en todo esto?.
Me resulta difícil, por no decir imposible, pensar que no ha habido comunicación bidireeccional entre Renault y los equipos, en especial con Red Bull.
No me creo que toda la responsabilidad venga de una parte. Yo opino que esto es compartido. Veremos si están a tiempo de solucionarlo y encontrar un coche competitivo para 2014.
Un saludo!
Tranquilos q ya se encargarán Bernie y la FIA de solucionar el entuerto.
King Crimson
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