lunes, 25 de noviembre de 2013

Aceptar la realidad


Tengo un trancazo de no menearme pero el aire huele distinto porque el tufillo apestoso de esta temporada que ayer bajó definitivamente la persiana, ha dejado paso a una atmósfera en la que es posible, de nuevo, hablar sin acaloramientos y sin que nadie te señale por conspiranoico o por no aceptar la realidad, cuando lo cierto resulta que los que no la aceptan son precisamente los que acusan de no aceptarla a los demás. 

Bien, por fortuna Internet pone a nuestra disposición un enorme caudal de información que está no al alcance de todos, sino sólo de aquellos que se molestan en encontrarlo. Así las cosas, la comodidad nos vuelve ciegos y si somos culpables de algo, es de puritita vagancia, que diría aquél. Estar despierto, en este sentido, no puede ser considerado otra cosa que un bonito síntoma de salud mental.

Dicho lo cual, creo necesario recordar que en 2013 ha pasado algo y muy grave en nuestro deporte, ya que la FIA, Bernie y Pirelli, se han confabulado quizás inocentemente —quién puede decir lo contrario con esta panda de idiotas—, o a mi modo de ver conscientemente, para meter la mano donde nunca se debe meter en un deporte, por mucho negocio que sea.

Y es que desde comienzos de temporada comenzaron a pasar cosas raras, como por ejemplo, que los productos exquisitos de la milanesa, a la sazón proveedor único para el Mundial y por tanto responsable último de la calidad de la competición, empezaron a dar problemas a las primeras de cambio, originando un inicio de año no apto para cardiacos en el que las delaminaciones, los pinchazos y los reventones fueron los auténticos protagonistas.

En China, aplicando aquello de a río revuelto ganancia de pescadores, Red Bull y Mercedes AMG, fundamentalmente, presionaron ante las instancias superiores y la prensa para conseguir que los problemas específicos de diseño de sus respectivos monoplazas se vieran resueltos, no donde había que hacerlo, en los departamentos de ingeniería y en pista, sino tomando un atajo que obviamente iba a perjudicar a otras escuderías.

Tan sólo una carrera después, Bahrein, comienzan las modificaciones sobre los neumáticos del eje trasero por parte de Pirelli, y matizo este punto porque si el producto en su conjunto no era aceptable, lo lógico habría sido modificarlo al completo, tanto delante como detrás, circunstancia que no habría afectado al balance de los vehículos ni al reparto de pesos, por ejemplo, ni mucho menos a la obtención de downforce bajo el fondo plano y difusor. En España ya era un hecho que las gomas posteriores ofrecidas por la italiana se acercaban al estándar de 2012, no obstante, Red Bull y Mercedes AMG parecen no estar contentas. 

Arrecian las protestas, esta vez por parte de alguno de los equipos que han sufrido los cambios, Lotus y Force India, mayormente, mientras la de Brackley lleva a cabo un test privado de 1.000 kilómetros (tres carreras completas, para que nos hagamos una idea) con el vehículo de este año y los neumáticos de este año, algo que está totalmente prohibido, venciendo semanas después en Mónaco, lo que anima a Milton Keynes a presionar aún más.

Pirelli promete nuevos cambios para Canadá, pero por falta del acuerdo necesario entre los equipos, la FIA los impide. Y llegamos a Gran Bretaña, y en Silverstone todo salta por los aires al reventar cinco neumáticos durante el mismo fin de semana. 

A pesar de que el proveedor único encuentra la causa en el cambio de posición de las ruedas y la solución pasaría por obligar a las escuderías a que respetaran las recomendaciones de Pirelli, la FIA decide «por razones de seguridad» que desde el Gran Premio de Alemania se usarán unos compuestos similares a los ya utilizados el año pasado, con carcasa de kevlar en vez de metálica...

Red Bull está contenta, ya tiene lo que quiere, aunque en el trayecto se haya echado por tierra todo el trabajo realizado por otros equipos en pretemporada e inicios de sesión, inutilizando de paso la eficacia de varios diseños de coches, entre ellos el F138... El Mundial está sentenciado.

Creo honestamente que este relato de los hechos he evitado los juicios de valor salvo en la frase «el Mundial está sentenciado». Todo lo que aparece en las líneas anteriores puede ser corroborado con declaraciones a poco que nos molestemos en ver qué decían Hembery, Marko, Brawn, Boullier, Mateschitz o incluso Ecclestone, entre primavera y comienzos de verano pasado. 

Ésa es la realidad y es la que acepto.

¿La imagen de entrada? Un guiño a una Fórmula 1 que con sus más y sus menos, dejaba mejores sabores de boca que la que estamos sufriendo los aficionados de unos años a esta parte.

3 comentarios:

GRING dijo...

Hola, Jose. Acabo de terminar una conversación con un aficionado "de base" según su propia descripción, asturiano como yo, y me he podido dar cuenta de que todo lo que dices está ya olvidado en el subconsciente de mucha gente, que en cambio tiene grabado a fuego que "Alonso se queja por todo", "lleva todo el año quejándose de los neumáticos" y que "si no gana con un Ferrari es que no es tan bueno como dice Lobato". Luego le he hecho tal resumen de la temporada en 10 minutos que el hombre no sabía que decir. Dentro de nada lo ocurrido en la temporada 2013 será un producto de nuestra imaginación y solamente quedará en la memoria de un número muy pequeño de personas. Aquellos que cierran los ojos cuando los hombres de negro flashean a los incautos creyentes en la bondad de los que dirigen este tinglado.Un saludo y ánimo, que se avecina una sesión muy interesante.

Interlagos dijo...

Jose, perdóname la broma, pero creo que sería más acertado titular "cambiar la realidad", porque eso es lo que han perpetrado este 2013. Y lo han hecho a su antojo.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Es un gran resumen. Viendo como trataban las gomas todos los equipos a finales de 2012, patinando sobre la pista de Austin debido a un compuesto que se había ido endureciendo poco a poco durante toda la temporada hasta que solo Redbull era capaz de meterlo en su rango de temperatura, no me cupo otra que pensar que esto lo iban a hacer esta temporada también. Me lo olí bastante temprano aunque muchos no me crean, ya en Melbourne al ver como la habían fastidiado los de Millton Keynes en su interpretación de los datos que la Milanesa ofrece a todos los equipos en pretemporada se podía intuir que la historia se iba a repetir. Cuando se confirmaron las sospechas y cambiaron las gomas para ajustarlas al delicado píe del monoplaza austriaco deje por completo de ver F1. Es mi granito de arena para que algún día esto sea una competición en la pista y no en los despachos. Los lobbies ya nos fastidian la vida real, no dejemos que fastidien nuestro pan y circo también. Cuando una temporada este amañada, apaga la tele. Un saludo.