miércoles, 28 de agosto de 2013

¡Holaquéase? [Silverstone]


Corría el último día de junio pasado y todavía sufríamos la resaca de la pantomima de juicio sobre Mercedes AMG que nos había servido la FIA hacía unas jornadas. El fin de semana estaba siendo extraño, meteorológicamente hablando, aunque se pronosticaba buen sol durante la carrera. La lluvia había hecho trizas el viernes las posibilidades de probar adecuadamente los compuestos medios y duros que traía Pirelli a la cita británica y la calificación, en seco, se había celebrado sobre un asfalto insuficientemente caldeado para el tipo de gomas elegido.

Pero era domingo y nada hacía pensar en el espectáculo que nos tenía preparado uno de los circuitos más bonitos y emblemáticos del Mundial: Silverstone.

Lewis Hamilton salía desde la pole con Nico Rosberg a su lado, tras ellos, en la segunda línea de la parrilla, los hombres de Red Bull (Sebastian Vettel en la tercera posición y Mark Webber en la cuarta). El semáforo se ponía en verde y el aussie se arrastraba en la salida (¡holaquéase?), permitiendo por un lado que Felipe Massa y Jenson Button dieran buena cuenta de él, y por otro, que Sebastian se quitara de encima a Nico para ponerse a la cola del vehículo de Lewis sin haber llegado a la primera curva. Fernando, sin hueco, quedaba atrapado.

Hamilton gobernaba los primeros compases de la prueba con bastante seguridad. Vettel, a la estela del W04 del británico parecía estar esperando su oportunidad, pero en líneas generales, la carrera discurría sin sobresaltos. Detrás de la cabeza de la prueba, Nico Rosberg se mantenía al acecho del tricampeón del mundo, seguido por Adrian Sutil sobre su Sahara Force India, a quien apretaba Felipe Massa, quien a su vez trataba de distanciarse de un magnífico Daniel Ricciardo (Toro Rosso) que sostenía inmaculadamente a Fernando Alonso.

Pero en el giro 8 Pirelli se vestía de largo para ocupar la escena y atrapar la atención de los focos. La rueda trasera izquierda del Mercedes AMG de Lewis saltaba echa pedazos, lo que obligaba al de Stevenage a carretear con dirección a garajes permitiendo de paso a Sebastian ocupar la primera plaza. A priori habíamos asitido a un lance como otro cualquiera, pero dos vueltas más tarde, era Felipe Massa quien sufría un reventón en el neumático trasero izquierdo de su F138, lo que hacía saltar todas las alarmas porque el viernes anterior, a Sergio Pérez le había sucedido lo mismo, en la misma rueda, aunque obviamente, en entrenamientos.

El caos se apoderaba del paddock. Las órdenes y las preguntas iban y venían a través de las radios. Se imponía la máxima cautela, se bajaba ligeramente la velocidad y los monoplazas abandonaban los pianos en sus trayectorias. Pero aún quedaba otro susto en la chistera, pues en la vuelta 14 era el Toro Rosso de Jean-Éric Vergne el que sufría otro reventón, también en la rueda trasera izquierda, of course!

El caos dejaba paso al pánico y Dirección de Carrera decidía neutralizar la prueba mientras se investigaba qué demonios estaba sucediendo (¡holaquéase?). El Safety Car se mantiene en pista desde el giro 16 al 22, pero como Pirelli no sabe ni por dónde le da el aire, el Gran Premio se reanuda, eso sí, con la orden estricta de que la velocidad no fuera excesiva y en magistral sintonía con el espíritu de la máxima expresión del automovilismo deportivo, que los pilotos se olvidasen de pisar los pianos.

Sebasian Vettel lideraba la carrera, seguido por Nico Rosberg y Adrian Sutil. Fernando, muy beneficiado por la reagrupación, ponía desde su cuarta posición al alemán de Force India en su punto de mira, con Kimi a su espalda.

El Gran Premio parecía en aquel momento haber recobrado la calma. Hamilton remontaba a buen ritmo y hacia el giro 40 se podía decir que la mayoría del pescado se había vendido, pero en la vuelta siguiente, la caja de cambios del RB9 del alemán decía basta. Sebastian, muy inteligente, no aparcaba su vehículo donde cualquiera en su sano juicio lo haría, sino en la recta de tribunas y con más de medio volumen dentro de la pista, lo que llevaba a Charlie Whiting a desplegar el segundo Coche de Seguridad de la jornada, por el bien de todos, pero sobre todo por el de Mark, para que nos entendamos. Los coches aprovechaban este segundo parón para cambiar gomas, todos menos el E21 de Raikkonen, ya que al finlandés le han dicho por radio que aguantase con lo puesto (¡holaquéase?), porque a lo mejor había premio, que al final no iba a haberlo, como veremos más adelante.

Pero por si con las sorpresas habidas no habíamos tenido suficiente, en el reinicio del espectáculo, era al MP4/28 de Sergio Pérez al que le estallaba el neumático trasero izquierdo...

A siete giros del final del esperpento, recuparada en parte la compostura, Fernando y Mark luchaban a brazo partido por alcanzar el podio desde sus respectivas posiciones (el asturiano era sexto y el australiano cuarto). Nico aguantaba en la primera plaza, seguido por Kimi, pero a éste sus ruedas ya no le servían de nada y empezaba a perder terreno inexorablemente. Adrian Sutil también cedía el suyo mientras a la cola del vehículo del español, para sorpresa de todos, un correoso Hamilton se abría paso hecho una exhalación.

Por fortuna para Fernando la carrera acaba en la vuelta 52. Había sido capaz de sostener desde la tercera plaza a Lewis pero su F138 no aguantaba más. Ganaba Nico Rosberg, con el aussie situado en la segunda posición. Cuarto iba a ser el británico de Mercedes AMG. Raikkonen salvaba los muebles en el quinto puesto, uno por delante de Felipe Massa. Tras ellos, acabarían Adrian Sutil, Daniel Ricciardo y Paul Di Resta. Y cerrando la tabla de reparto de puntos, Nico Hulkenberg y su Sauber.

¡Holaquéase?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como diría aquel, Silverstone fue la prueba fehaciente del teatro del bueno que ha sido y sigue siendo este 2013. El único problema para que la escena se convirtiera en perfecta fue el resultado negativo del coche número 1 de la bebida energética.

¿O tal vez todo estaba pensado para hacer el campeonato más jugoso al espectador?

¿Veremos próximas debacles en el número 1 y así conseguir mantener el ánimo competitivo hasta Interlagos para mayor júbilo del negocio de Bernie?

King Crimson