Llevo levantado desde las 5 de la mañana y hace un rato he aterrizado
en la evidencia de que este mes sólo llevo escritos 11 miserables
textos. Echando la vista atrás, observo con consternación que he dejado
atrás Monza y Spa como si fuesen un plato frío que ha quedado libre al
mediodía y que no apetece recalentar para la cena, y me he dicho que ya
me vale, tal vez recordando épocas pasadas en las que a estas horas,
precisamente, buscaba la F1 para regalarme un rato que sólo me
pertenecía a mí.
No tengo excusa, lo sé, aunque a decir verdad, entre unas cosas y
otras, reconozco que uno (yo) se va dejando embaucar por la premura de
los afanes diarios y va abandonando lo que realmente le hace sentirse
libre y único en el mundo, de manera que me he dicho, también, que de hoy no pasa, José Antonio
(así me llama mi madre cuando me enfrenta la mirada), entre otras cosas
porque ceder en las minucias, supone terminar perdiendo las citas
importantes, las guerras que dirían los generales de cuello almidonado e
insignias perfectamente alineadas.
No voy a perder esta guerra como no
pretendo perder ninguna de aquellas en las que estoy embarcado,
fundamentalmente porque soy testarudo como una mula y quiero seguir
disfrutando con lo que sea a pesar de que haya quien se empeñe en todo
lo contrario. Así que ahí voy, a la vieja usanza, a recordar por qué me
gustaba la F1 que está explotando Bernie con el coño Trade Mark,
cuando era otra cosa, y no me encandila la que nos vende cada quince
días más o menos y las vacaciones de agosto mediante. Y es que hubo un
pretérito pluscuamperfecto en el que nuestro amado deporte parecía la
vida misma, de manera que un chaval que conducía con el traste podía
montarse una escudería como Dios manda (Bernie, sin ir más lejos), y en
el cual, un piloto hecho y derecho, se atrevía a poner su nombre en la
vitola de un equipo.
McLaren, por ejemplo, a pesar de que produzca la salivación de Oriol
Puigdemont por su inmaculada estatura, nació entre la grasa y los sueños
de tipos tan dispares como Bruce McLaren y Teddy Mayer, a los que se
unió la voluntad inquebrantable de Denny Hulme… Jack Brabham también
fundó su escudería, y Graham Hill la suya —la imagen de esta entrada
corresponde a un Embassy Hill (Shadow DN1 redecorado y tuneado) conducido por Rolf Stommelen*—.
Hasta Emerson Fittipaldi corrió en el equipo de su hermano Wilson, no
os digo más, escudería con la que Keke Rosberg consiguió su primer podio
(Skol Fittipaldi Team; Argentina, 1980)…
Quiero decir con todo esto, que la F1 era antes del advenimieno de
los que buscan el espectáculo, un asunto de amigos o familia, de gente
que prosperaba en el seno del propio deporte.
No estoy hablando de aventuras como las que desarrollaron Jacques
Villeneuve en Bar-Honda, o Alain Prost o Jackie Stewart con los equipos
que llevaron su nombre. Menos aún de la que protagonizó Aguri Suzuki con
Super Aguri… No, hablo de un espacio para todos que existió pero que
hoy es sencillamente imposible porque la especialización ha establecido
sus reglas y ya no hay sitio para nadie que no sea un elegido y
pague por serlo. Y lo menciono porque ahí es precisamente donde vamos,
hacia donde el capital y el negocio matan los sueños, donde no queda
lugar para los versos libres que levantaron los cimientos de lo
que disfrutamos, a base de juntar una carrocería a un motor y a cuatro
ruedas que salían por cuatro perras, pues ahora sencillamente sobran, ya
que no son ejemplos útiles a la hora de seguir explotando el
nauseabundo establishment que pregona a los cuatro vientos el triunfo del elitismo, donde cada cual ocupa su sitio o no sale en la foto.
Os leo.
*Uno de mis más queridos maestros y amigos, y uno de los hombres que más saben de esto, Félix Muelas, ha tenido a bien recordarme que el Embassy Hill que decora esta entrada, ni es un Shadow DN1 redecorado y tuneado,
como decía hace unas horas, ni está siendo conducido por Stommelen,
como afirmaba en la misma línea, sino que corresponde a la evolución de
uno de los Lola T370 con los que la escudería de Graham Hill echó a
andar en 1974, y que en 1975 se denominaba GH1, pilotado para más
bemoles por el malogrado piloto británico Tony Brise.
8 comentarios:
Pues ya es oficial, Hamilton a Mercedes y Sergio Pérez a McLaren. A bote pronto me parece una cagada de las grandes pero quizá le sirva a Lewis para madurar como piloto. El futuro dictará sentencia y dirá si acertó o no.
King Crimson
Por cierto, doctores ingleses tiene la iglesia pero a McLaren se le han ido en los últimos años dos de los mejores pilotos de siempre. Me hace pensar eso mucho cuando a Ferrari y a los latinos tanto se les critica.
King Crimson
King Crimson: Y parece que hay que correr primero en McLaren para estar bien preparado y dar el salto a Ferrari ;) Ya casi tenemos un año más a Felipe (de los amores del anfitrión) Massa en la Scuderia.¡Brasil, Brasil, qué importante eres para la Fiat!.
Jose: Siempre buscando la fibra sensible del personal.Todo ha cambiado; muchas cosas para bien, otras para mal (siempre desde quién,cómo,dónde y cuándo lo mire)respecto al pasado ideal e idolatrado que miramos con ojos cansados.La memoria,como un mecanismo evolutivo casi perfecto, difumina o borra directamente los aspectos negativos y destaca o amplifica, mitifica, lo bueno.Y nos engaña mucho.Pero nosotros nos sentimos mejor.Yo, desgraciadamente,aquellos tiempos formuleros los seguía en las revistas a toro pasado excepto los GP de España o de Mónaco, en diferido o cortados o sabedioscómo.Prefiero lo que estamos viendo los últimos años por la tele, con todas sus imperfecciones (perfeccionables), aunque sigo adorando la historia, las fotos y los viejos videos que ahora sí podemos ver gracias a este infernal invento de internet.En el último GPCast de los chicos de Charly Barazal se habló de lo interesante que había sido el GP de Singapur siguiéndolo desde el Live Timing. David Plaza confesó que pasaban tantas cosas que casi no atendía a la carrera en directo.Solo a la pantalla de Live Timing (y al Twiter).¡Oh my god!.Cada uno disfruta de las cosas en la vida como quiere y/o puede.Yo ya soy mayor y me gusta disfrutar a la vieja usanza del espectáculo, con una cerveza en la mano y unas tapitas en la otra.Diversión pura con lo que me ofrecen para pasar un ratito de mi vida ajeno a stress y preocupaciones mundanas. Un saludo
Guau! Creo que otro error de McLaren.
Seguro que habrá algún periodista que justificara en la igualdad de trato ejemplar de los británicos el hecho de que Lewis se marche de "su" casa....
riiiiiing
-"Al habla Berni, ¿quién diablos es?"
-"Buon giorno, abuelo!!, soy Luca"
-"Ah!, Luca, Luca.... ¿qué quieres?, ya hemos hablado mucho de la 'tarta', no puedo darte más merengue Luca!".
-"Ah, no, calma, non ti preoccupare. Te llamaba por lo del Moreno, que al final se ha calentao y se va con los Cabezones. El Quemao, que es un cachondo, le ha calentao y se ha ido de casa, menudo disgustazo para Ronni"
-"Sí sí, yo también he sacado algo pasando el CV. Pero no te preocupes Luca, tu sigue fundiendo pasta en el 'motore' que lo voy a retrasar un par de años. Tienes tiempo de sobra asi ¿no?"
"Claro claro, un par de años y creo que a Alonsito le da tiempo a terminar el nuevo 'motore', que los de la fábrica sólo han conseguido hacerlo andar en un tractor para el hermano del Steffano, el que vende melones. Menos mal que el Alonsito sabe de tó, alicatar el túnel, chapa y pintura con carbono, y un módulo de fp de mecánica, que es el que nos está salvando".
-"Ya te lo dije, si cuando el cachondo del Flavio se lo llevaba para que hiciera barbacoas en su yate Chochito IV... sería por algo"
-"Jaja, cachondo Flavio.... Ok, pues nada, con un par de años me apaño. Es que estando el Chumi con los Cabezones estaba tranquilo porque ya ni sabe aparcar solo, tiene un assistant automático. Pero ya con el Moreno... pffff... el Moreno con el motore Mercedes... no me fio no me fio...."
-"Nada nada, le digo ahora mismo al Pequeñín que se relaje un poco con los motore, que se entretenga con la pila kinetic esa".
-"Va bene così. Mañana te lleva Felipe la nuova auto, la Berlinetta. Le ha puesto 3 capas de cera, como a tí te gusta".
-"Bien bien, que me recoja de la sauna y me traiga de paso las 20 camisas blancas de la tintorería".
-"Ook, d'accordo, Felipe es un gran bambino, y la familia adora Brasil. Lo consiento demasiado... en fin... ahora le he dado una nueva gorra del modelo 2013 y ya está feliz con la gorra. Se va a enseñarsela a los vecinos y los niños de la calle... Este Felipe... Bene, bene, nada más, te dejo con la siesta"
-"All right. Si necesitas algo me pones un whatsapp, que ya sabes que me duele la oreja de tanto teléfono después del divorcio...."
-"Ciao,Forza Ferrari"
-"Bye bye, show me the money"
Es muy difícil disociarlo todo.
Por un lado, la F1 es el negocio de Bernie. Y como tal, lo maneja a su antojo. Y ¡ay! de quien se enfrente con él.
Por otro lado, son las carreras que tenemos cada 15 días, y pese a todos sus defectos no nos perdemos ni una. El DRS, los Pirelli y otros artilugios podrán dar una sensación más artificial de espectáculo, pero salen resultones, sobre todo si los comparamos con aquellas procesiones de coches en los que era imposible el adelantamiento.
Un abrazo!
Buena entrada Jose.
Y aunque quede un poco en el offtopic, me siento totalmente idenficado en los 2 primeros párrafos.
Óscar, ahora que no nos lee nadie :P Muchas gracias por lo que me toca, y no me extraña que te sientas identificado porque cada vez somos más los abducidos XDDD
Un abrazote ;)
Jose
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