sábado, 31 de diciembre de 2022

Una aventura medio llena


Los pesimistas se agarran a la argucia del vaso medio lleno y medio vacío y al inhabitable realismo —¿quien cojones con dos dedos de frente prefiere ser realista con la que está cayendo?—, y miran por encima del hombro a los optimistas como si ellos fuesen más listos que nadie.

¿Por qué creéis que Erwin Schrödinger eligió un gato en vez del sobado ejemplo del vaso...?

2023 no supone otra cosa que el estreno de un nuevo almanaque. Jubilamos el viejo con la hoja correspondiente al 31 de diciembre, pero mañana amanecerá igual que lo ha hecho hoy. El mar nos acariciará el oído a quienes vivimos cerca de la costa exactamente igual a como ha hecho hace unas horas, el viento sonará igual y susurrará idénticas historias que ayer en el interior. Las hojas han dejado paso a las ramas secas en el hemisferio norte, mientras estallan llenas de energía, en incontables verdes, en el hemisferio sur...

¿Qué hay de reprochable en atisbar una oportunidad para la esperanza cuando algunos malos se prometen ser mejores, avanzar en su inglés, bajar unos kilos de peso. Qué hay de reprobable en escuchar a Johnny Cash cantarle a June Carter...?

Haced con vuestras vidas lo que mejor os parezca —quién seré yo para deciros lo contrario—, pero no dejéis pasar las oportunidades que os brinda la vida, porque eso supone pecado de necedad supina, mortal a perpetuidad. La aventura está medio llena y mañana continuaremos rellenándola, sólo si queremos.

Feliz Nochevieja y Año Nuevo, pero que no os equivoquen los números ni las fechas. Mañana, igual que hoy, lo importante seguirá estando dentro de nuestro corazón, en cómo cantamos, cómo reímos, en a quién cogemos de la mano y a quién sujetamos la barbilla para que entienda que hay que seguir mirando de frente porque si él/ella está bien, nosotros estaremos bien.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Feliz año también a ti y toda la gente que pasa por estas páginas.

Un saludo
Sr.Polyphenol