miércoles, 3 de mayo de 2017

Un novato con dos coronas


En el instante en que me pongo a escribir estas líneas, Fernando Alonso rueda en modo libre sobre el óvalo de Indianápolis. Ha pasado las pruebas requeridas por el ROP (Rookie Orientation Program) y oficialmente está habilitado para disputar las 500 Millas, lo que le ha permitido comenzar a acumular las primeras yardas con el vehículo que Andretti Autosport ha puesto a su disposición.

Tiene por delante mucho entrenamiento y mucho habituarse al coche. En sentido estricto podemos decir que el asturiano, hoy, se ha ganado la posibilidad de estrenarse con vistas a estar listo el próximo 28 de mayo, porque hasta que no se mida con los treintaidós participantes restantes no dejará de ser un novato, un rookie.

Eso sí, es un novato muy especial.

Es corredor de Fórmula 1 y Campeón Mundial en la especialidad en 2005 y 2006, y Subcampeón en 2010, 2012 y 2013. Por si fuese poco, ha pilotado para Ferrari, McLaren y Renault, y Minardi, que no vamos a desmerecer a la italiana ahora. Y para Jaguar, por qué no decirlo, si posiblemente ahí siga clavada la espinita que tanto daño le sigue haciendo a Niki Lauda...

Y bien, estas cositas que en nuestro mundillo sólo sirven para que cualquier idiota aproveche la mínima para mandarlo a casa o para profanar su carrera profesional, en los USA, en ese espejo donde debería mirarse nuestro deporte según los expertos, han supuesto un aliciente para que más de 300.000 personas —sumando todos los medios disponibles para ver el examen y el test, y tirando muy por lo bajo—, se hayan buscado la vida con tal de no perdérselo.

Me dice un buen amigo que trabaja en New York, que la expectación allí está siendo máxima. Es un entrenamiento privado con una prueba previa encaminada a conseguir el carnet —dejémoslo así—, pero ha parado el mundo que se mueve alrededor del motorsport por la importancia del protagonista, para qué vamos a esquivar una verdad como un campanario de grande, y cabe reflexionar aquí en qué coño de onda anda esta gentecilla que día sí y día también no hace otra cosa que dar por el culo en cuanto a Fernando Alonso se refiere.

Es verdad que el programa del ROP es asequible de superar, muy asequible. Se rueda bajo unas premisas que no llegan ni al 70% de la exigencia a la que someten las 500 Millas a sus participantes. Se hace en solitario y bajo absoluto control. De hecho, el monoplaza que está usando el Nano ha sido tarado con mayor carga aerodinámica para limitar los riesgos y facilitar que el de Oviedo se acostumbre a su manejo y al asfalto oval dominado por la silueta de La Pagoda.

Es obvio que todo esto lo habrían enfatizado los medios británicos y nuestros manantiales y abrevaderos de información. Si fuese Hamilton el protagonista, o Vettel, tal vez la historia sería diferente... 

No lo sé ni tampoco me apetece entrar ahí, lo que sí es seguro es que se olvidarían de las cosas importantes, como de costumbre. 

Las ruedas no dejan virutas, por ejemplo. No existen alfombrillas térmicas y en la segunda vuelta ya proporcionan buenos tiempos. El ruido que produce el vehículo cuando corre es sencillamente maravilloso. El propio valor del test como preparación indispensable. La realización, incluso en un evento aparentemente menor, está resultando excelente y cuidadísima. El piloto es el protagonista, tanto que acojona el silencio que lo dominaba todo mientras veíamos a Fernando rodar sin que la cámara lo perdiera de foco...

Y lo más importante: un tipo con el historial de nuestro compatriota que se baja de su pedestal y acepta el reto de convertirse en un novato en Norteamérica a pesar de las dos coronas y los tres subcampeonatos F1 que lleva a sus espaldas. 

Esto atrae a los amantes del motor norteamericanos y congela la actualidad, aunque en nuestro bendito país anima a los tontacos a seguir diciendo chorradas y a continuar construyendo trincheras desde las redes sociales. ¿Cómo les vas a pedir que se palpen un poquito la ropa cada domingo de carrera si no reconocen lo que es épica si no viene enlatada en Youtube, a cámara lenta y aderezada con música de Two Steps from Hell?

Os leo infinitamente feliz.

11 comentarios:

Nacho Lascaray dijo...

Grande y valiente Fernando, una jugada maestra en su carrera... ¡¡¡ suerte ¡¡¡¡

Daniel Diedrich dijo...

Ando igual de emocionado que tu. Lo que estamos viviendo con esta aventura de Alonso es la recuperación de la esencia histórica de un verdadero campeón. Me recuerda a cuando leo o me cuentan mis mayores que Surtees fue campeón de motociclismo y de F1, de Sebring o de la CamAm y tu te preguntabas ¿Por qué coño nací en los setenta y no en los cincuenta para vivirlo? o cuando Fangio pasaba del Grand Prix a La Carrera (Le mans) de manera natural. Si encima gana se que me emocionaré no solo por ganar, si no por jugarse la vida por su pasión y encima triunfar y porque el automovilismo como deporte se convulsionará mientras que Fernando entrará entre los grandes de los grandes con su gesta. Y creo que se emocionarán muchos ingleses y alemanes que ven en esto una gesta y entienden que significa. Abrazos y te leo mucho.

Jorge dijo...

Es un piloto de otra época, simplemente maravilloso que sea nuestro, un orgullo ahora que la imagen de nuestra nación esté tan manchada de pura mierda....

Majo dijo...

Hoy muchos hemos vuelto a sentir ese cosquilleo de hace años, ese orgullo de ser seguidores del samurái. No importa cómo quede (eso si, que no se estrelle por favor), porque ya con lo que nos ha hecho sentir hoy, sentir la adrenalina, la emoción, la piel erizarse... ha merecido la pena. Gracias Nando, gracias samurái #ForeverAlonso

anonimo dijo...

El examen de suficiencia es parte de la tradición. Hasta Fangio, en su momento, tuvo que pasarlo para que lo habilitaran (aunque en aquel momento luego decidió no participar porque el medio mecánico no lo satisfacía).
Esta tradición se suma a la de la leche, besar el "brickyard" y escuchar el consabido "ladies and gentlemen: start your engines".

Aficionando dijo...

La épica es lo que hace grande el deporte del motor. Sólo los grandes se atreven con los grandes desafíos. Lamentablemente, en el mundo del motor (dos o cuatro ruedas) cada vez hay menos épica. La última gesta de este tipo que recuerdo es la que protagonizó Freddie Spencer en 1985. Ganó el mundial de 500 y 250 -se bajaba de una moto para correr con la otra- y las tres categorías de las 200 millas de Daytona, todo en el mismo año. Por cierto, mantuvo el récord de campeón de la categoría máxima más joven hasta que se lo arrebató Marc Márquez. Treinta años, nada menos.

Keskus dijo...

José, por casualidad tienes alguna entrada de las que solo sabes hacer tu sobre lo de Jaguar? Hace solo unos meses que leo el blog, podrías indicarme dónde estaría? Muchas gracias y gran entrada

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días ;)

Keskusracing ;) http://elinfiernoverde.blogspot.com.es/2008/01/alonso-y-lauda-jaguar-connection.html

Un abrazote

Jose

Anónimo dijo...

Perdonad la poca originalidad. Pero no encuentro mejor explicación a lo que sentí ayer al ver a Alonso en el test que este comentario de un usuario en una página web dedicada al motor.

CrystalHelmet 4 MAY 2017 - 14:57
Yo disfruté un montón con algo tan, a priori, poco emocionante como una jornada de test en un óvalo de un solo coche. Me encantó notar tan de cerca todo el proceso de algo relacionado con la competición top, la tensión, los gestos, los comentarios. Era como estar allí pasando frío y oliendo a gasolina :)

Anónimo dijo...

Hay que reconocer que los americanos saben hacer las cosas bien, no como aquí en Europa.



King Crimson

Aficionando dijo...

Viendo la enorme repercusión que ha tenido en Estados Unidos el entrenamiento privado de Alonso en la Indy -ocho horas de retransmisión en directo de un entrenamiento privado es algo que nunca habían hecho, y le han puesto hasta una calle en el circuito-, sospecho que hay alguien que está especialmente jodido: Hamilton. El inglés pasa la mitad de la vida en Estados Unidos, viste como un rapero de Chicago y se considera así mismo -lo es, realmente- una estrella del "show bussiness". Pues Alonso se le ha adelantado en esta ocasión. Si Hamilton va un día a Indianápolis, sólo será el segundo. Alonso ya estuvo allí. Y si Alonso gana, seguro que no lo intentará jamás.