Ahora que los british media se han puesto de acuerdo en que no hay nada como una unidad de potencia Mercedes-Benz, aunque sea premium, un suponer, para tratar de bajar del banquito a los chicos de Brackley, a uno le entra el tembleque porque no entiende para qué se va a gastar el pastizal que gastaremos a partir del jueves 23 si las cosas están tan meridianamente claras este campeonato.
El «uno» de arriba soy yo, obviamente —disculpadme que no me haya presentado—, y además de la cuestión que os he propuesto en el primer párrafo me atenazan otras, por ejemplo, entre las más acuciantes tengo ésta: ¿qué va a ser de Max?
Sí, me preocupa el futuro del jabato holandés, y lo hace porque no entiendo cómo en Milton Keynes han podido sera tan poco previsores como para apostar por un Renault (TAG Heuer) a la hora de poner alas al RB13 que conducirá este año el retoño de Jos, con lo fácil que resultaba levantar el teléfono y preguntar por Toto...
Soy consciente de que la propia prensa británica ha mostrado este invierno el interés justito sobre la figura emergente que lleva el dorsal 33 como para que no se diga que no hablan de Fórmula 1, así, en general, cuando a base de abusar de las andanzas de Lewis casi tenemos olvidado que el Campeonato Mundial 2016 lo ganó un tal Nico Rosberg, o en su caso, nos ha entrado en vena la duda de si el alemán destronó al chico de casa gracias a la inestimable contribución de los felones austriacos que regentan Brackley.
Soy consciente de que la propia prensa británica ha mostrado este invierno el interés justito sobre la figura emergente que lleva el dorsal 33 como para que no se diga que no hablan de Fórmula 1, así, en general, cuando a base de abusar de las andanzas de Lewis casi tenemos olvidado que el Campeonato Mundial 2016 lo ganó un tal Nico Rosberg, o en su caso, nos ha entrado en vena la duda de si el alemán destronó al chico de casa gracias a la inestimable contribución de los felones austriacos que regentan Brackley.
Pero, ¿y Max? No puede ser que su gigantesco potencial se quede atascado en 2017 por un error de cálculo de Adrian Newey...
Con lo mal que anduvieron Red Bull y Renault en 2015, que por poco se divorcian y todo, resultaba sencillo entender que el futuro estaba repleto de estrellas de tres puntas y bastaba sólo extender la mano y coger una. Así, al tuntún, que daba igual cuál se escogiera puesto que ahora sabemos que en treinta y tres días es posible pillarse un recambio de pepinaco y ponerlo sobre un chasis cualquiera —el del RB12 que estaban haciendo entonces en Milton Keynes, un suponer—, en vez de prolongar la agonía con los de Viry-Châtillón en una aventura tan complicada como incierta.
Dicen que Dios escribe recto sobre renglones torcidos, pero de esto se ve que no entienden los expertos británico, puesto que prefieren que las líneas que utiliza el supremo calígrafo estén lo más rectas posible, delineadas a martillazos si hace falta. Y la muestra la tenemos en el propio Verstappen; hasta quien dice anteayer estaba llamado a firmar una preciosa etapa de nuestro deporte batiéndose el cuero con los más grandes en pista seca o sobre asfalto mojado, hoy, sin embargo, ya sabemos que ni aerodinámica ni magia de Adrian ni gaitas, lo suyo pasaba por montar una unidad de potencia made in Germany en el RB13 de 2017. Desperdiciada la oportunidad: ajo y agua...
¿Y Max? ¿Qué va a ser de Max? ¿Qué será de Max...?
Os leo.
¿Y Max? ¿Qué va a ser de Max? ¿Qué será de Max...?
Os leo.
3 comentarios:
A Max le llegará su momento, sin ninguna duda, igual que antes le llegó a Sebastian y a Lewis. Y como en esos casos, no exclusivamente por méritos propios. No son muy buenos escondiendo las sorpresas del guión
La pregunta es que va a ser de Ricciardo que el año pasado le pasó por encima a Max y su inmenso potencial. Daniel es más rápido a una vuelta, de hecho salvo Sebastián o Lewis pocos le ganarían en ese terreno y en seco muy constante, su problema lo tiene con las estrategias que le montan en RB y que le dan el foco a Max.Pero en pista Daniel ha dejado claro que es superior y que si RB le da coche y estrategia es campeón como lo son los dos antes mencionados o Alonso.Y Max en mojado no ha demostrado nada salvo una carrera donde contaba con el mejor coche en esa carrera y goma nueva , en las restantes o se ha estampado o nada de nada.Cuando haga una pole bajo la lluvia y gane la carrera luego en mojado con Todo Rosso o haga un Hungría 2006 entonces hablamos. Menos mal que el anfitrión valora a Ricciardo porque los medios lo han ninguneado como los de su propio equipo siendo uno de los mejores pilotos.
A Ricciardo se le pondrá cara de Webber. Y es una lástima porque coincido que me parece uno de los mejores (por lo menos, de los más listos)
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