miércoles, 25 de noviembre de 2015

Sin liderazgo


Mientras Vladímir Putin gana enteros para consolidarse como estándar de horizonte a los ojos de nuestra muchachada, al lado, obviamente, de Lady Gaga, Justin Bieber, Belén Esteban y la tropa de Mujeres y hombres y viceversa; a uno, a mí concretamente, le entran ganas de introducirse en la taza del retrete, tirar de la cadena y allá a la aventura, que decía aquél.

Los integrantes de La Comisión han rechazado la idea de disponer de un motor barato en 2017 —valga la bobada, porque salir, salen por un pico—, lo que nos pone de nuevo, en que los procesos que definen el ahora y el mañana de nuestro deporte, carecen de liderazgo.

Liderar no es mandar, que puede llevarnos a errar el tiro en este sentido, tanto Sálvame de Luxe y tanto debate y tanto político y periodista que piensa y razona por ti, así como tanto anuncio que te propone un gestor para que te lleve las cosas y vivas cómodo, siempre y cuando tengas tela, se entiende. Liderar es convencer de que la aventura merece realmente la pena, y aquí, con infinita tristeza, tenemos que reconocer que cada día que pasa, la Fórmula 1 se parece más a un pollo sin cabeza.

Sin liderazgo no existe confianza que valga, de manera que sin luminaria que seguir, el asunto termina convirtiéndose en una casa de lenocinio en la que no hay madame, y de ahí, al pozo.

Se ha estrenado en los USA la película El puente de los espías (Bridge of Spies), que veremos aquí el mes que viene, y la cricunstancia supone una bonita oportunidad para reflexionar que cuando se hace enfrentar las situciones más duras que nos presenta la vida, también se hace imprescindible buscar alternativas a lo conocido si no queremos salir de ellas con los pies por delante.

Jean Todt y Bernie Ecclestone están quemados para este negocio. Hasta el último mono del paddock sabe de sus cojeras y cuán de sucios andan sus costurones. Ni siquiera entre los equipos se puede encontrar a quien sea capaz de renunciar a sus pretensiones con tal de encontrar una salida. Ya no quedan deportistas en su seno, todo son gente que ha vendio de económicas, de marketing o escuelas de negocio. Se necesita alguien no contaminado por esta nueva fiebre del oro que ofrezca la confianza necesaria para encontrar un cauce al deporte, pero nadie se ha molestado en localizarlo...

La situación está enquistada y lleva tanto tiempo así que ya huele. Mientras, las aficiones de medio mundo se retiran del espectáculo o directamente pasan de él. Y de nuevo, se pospone la solución volviendo a pender sobre ella la misma espada de Damocles de siempre, que se ve que ni siquiera en esto se barajan ideas nuevas.

Hay que hablar mucho, convencer mucho, desgastarse mucho, pero en la Fórmula 1 no hay nadie que quiera arriesgarse a hacerlo. El dinero manda. Y llega el Gran Premio de Abu Dhabi y nos pilla a todos vestidos de luto. Lewis Hamilton es tricampeón del mundo pero nadie lo celebra, ni él mismo. Y los medios buscarán culpables donde no están, o entretendrán a sus consumidores con retazos del pasado. Y los aficionados persistirán en reclamar un tirano con mano dura que lo arregle todo...

Os leo.

3 comentarios:

ivano dijo...

Qué pena me dió que no saliera Vatannen en su día y eligieran a Todt...

Cao Wen Toh dijo...

"Y llega el Gran Premio de Abu Dhabi y nos pilla a todos vestidos de luto. Lewis Hamilton es tricampeón del mundo pero nadie lo celebra, ni él mismo."

Aplaudo esta frase tuya. De cirujano.

Mariela dijo...

Tan real como la vida misma, lejos veo el que dejando en manos de estos dos llegue la solución a un problema que ellos mismos han propiciado, no sé sinceramente si en algún momento se detendrán a pensar en los errores de bulto que están año tras año cometiendo.
Muchos criticaron a Fernando por el mensaje que le mandó a la FIA. Lo volví a ver por si se me había escapado algún gesto de frustración por el año que había pasado con Mclaren, pero la verdad creo que sin saber interpretar gestos, ni leer la mente, lo vi calmado aceptando la decisión de la FIA, que no es lo mismo que aceptar que fuera justa y de paso dijo y expresó una realidad que se palpa en cada GP y es que los aficionados se aburren y se van a otros campeonatos que entusiasman más. Aquí echan la culpa de la baja audiencia a los resultados de Alonso, pero cuando vemos que A3 con publicidad y todo tiene más audiencia que países como Alemania o Inglaterra, pues me queda la duda, también es culpa de Alonso?
Veremos el año que viene y que harán Bernie y compañía, pero sinceramente viendo quienes son los salvadores, me entran ganas de no estar en peligro!!!
Un abrazo