miércoles, 3 de abril de 2013

Fernando está «nominado»


Durante el pasado Gran Premio de Malasia se dio una de esas circuntancias que ponen los pelos de punta a los aficionados que en vez de disfrutar de lo que tenemos por la Gracia de Dios, sufren y abren sus carnes de antemano, preventivamente diríamos, ante ese horizonte aciago y tenebroso que nos espera en cuanto Fernando cuelgue su casco y sus guantes.

El Nano rompía el alerón de su F138 recién terminado el primer giro a Sepang y miles de televisores se apagaban ipso facto. Cundía el pánico, las sombras cubrían de negros nubarrones el share de los cogieron, y a la de tres, surgían los agoreros de siempre proclamando el fin de los tiempos y el poco futuro que tiene todo esto como se las pire el asturiano. 

Lo de menos es que al de Oviedo le queden unos cuantos años de contrato en Ferrari; que puede prorrogarlos con total seguridad; que puede acaso irse a otra escudería para terminar allí su deambular por los circuitos; que las gradas de un campo suelen vaciarse cuando el equipo de casa dobla la rodilla ante el visitante; que hay quien ve los partidos sin verlos, en completo silencio hasta que conoce el resultado; que los televisores también se apagan cuando Rafa no remonta contra Novak o Juan Martín. Que el deporte se siente y se padece, en definitiva, y que existe quien simplemente no aguanta el trallazo o no tiene ganas de aguantarlo.

Decía más arriba que lo de menos es que todo lo relatado en el párrafo anterior sea cierto y contrastable, y que lo importante, que es a lo que iba, desemboca a mi modo de ver en que seguimos en cuanto a la F1 se refiere, con la boina de la perpetua amargura bien enroscada a la cabeza, ciñéndonosla con esa tristeza tan legendaria y tan española que nos impide disfrutar de lo que tenemos mientras nos comemos las uñas y el tarro pensando en que vendrá el lobo y derribará la puerta de la choza para devorarnos, como si fuésemos el menos espabilado de los tres cerditos...

Pienso a veces en que nos vendría bien relativizar un poco las cosas. Con Fernando en pista el deporte ha podido llegar a su cima en nuestro país y estamos en cierto modo disfrutando las mieles de tal triunfo. Es cierto y creo que nadie lo cuestiona, que el asturiano ha acercado a mucha gente a este patio, pero tampoco me parece normal que precisamente ahora que hemos crecido, se exija ser pata negra como antaño o jurar lealtad eterna para pertenecer a un club en apariencia tan selecto que decide mirar de reojo a aquellos que deciden entonar el consabido ¡a tomar por culo! tras un lance como el de Sepang, o el de Suzuka y Spa del año pasado, desconectándose a renglón seguido.

¿Es malo o representativo? Yo juraría que no, precisamente porque gracias a Fernando hay legiones de seguidores de Lewis, de Sebastian o de Kimi, o del asturiano mismo, que vemos con mejores ojos la F1 ante su futuro inmediato, entre otras cosas, porque no nos quita el sueño que cuando se vaya el de Oviedo podamos quedarnos a oscuras, y por tanto, disfrutamos del momento en cada uno de sus instantes, quién sabe si confiando en que cuando Antonio Lobato se quede sin palabras, aparezca Mercedes Milá en la pantalla de los televisores para recordarnos que todo esto es en esencia un espectáculo, y que como tal, debe continuar.

Os leo.

6 comentarios:

GRING dijo...

Indiscutible, Jose. Pero tal como se presentan las cosas y mirando las barbas de los vecinos ya en remojo, me temo que estos años de F1 en abierto están llegando a su fin, incluso con Fer en el candelero. Un nuevo título podría alargar este lujo.O no.Pero me temo que los echaremos de menos.Sobre la era post-Alonso en lo deportivo, alguien llegará entre esta generación sucesora.Seguramente desde Madrid y con el apellido empezando por S.¿RedBull y el Santander, juntos en la misma carrocería?.Un saludo

Aficionando dijo...

Carlitos? Es tan bueno?
Yo me cagué en todo cuando Alonso destrozó el alerón, pero la pelea -amañada, eso sí- entre los dos redbulleros, me alegró la mañana.
Quiero decir que hay vida después de Alonso, claro que sí.

Anónimo dijo...

Lo único malo que le veo a Carlos es pertenecer a la factoría Red Bull con todo lo que eso supone. El poder mediático es alargado y parece ser el mejor posicionado pero yo me quedo con Dani.

King Crimson

Anónimo dijo...

Sobre Fernando y por mucho que se le critique, cuánto se le echará en falta el día que no esté. Aún le quedan años en la brecha, pero haga lo que haga en el futuro resulta ya un piloto de leyenda sin duda alguna.

King Crimson

J-CAR dijo...

Curioso que los que más le critiquen le echen tanto de menos y con tanta antelación. ¿Para culparle de lo que hagan otros en un supuesto futuro que ellos, tan objetivos, han visto en los posos del café? ¿Ganas de enmierdar? ¿Realmente están expresando un temor o un anhelo?
Los pilotos van y vienen y los aficionados también. ¿O es que desde que empezasteis a interesaros por la F1 habéis prestado la misma atención a todas las temporadas? ¿Acaso tiene que haber una forma fetén, ecuánime, objetiva y ortodoxa en la que todo el mundo tiene que seguir un espectáculo? Ese tipo de "aficionados exquisitos" existen en todos los espectáculos públicos, el más típico lo encontrareis en los toros, y echarían a todos los que no lo siguen según su particular ritual si no fuera por que les ayudan a pagarlo, único motivo por el que los toleran. Y, además, estos son los que se atreven a llamar a otros nosequeistas, forofonas, fanáticos o talibanes.
¿Y que es esa supuesta "objetividad" a la que debe aspirar todo espectador de bien? Yo, en mis largos años de formación científica y muy interesado por los temas epistemológicos, encontré la lectura más inteligente sobre el tema en un artículo de Boris Vian, publicado en los Cuadernos de Patafísica y titulado "discreta aproximación al objeto." Su conclusión: solo cuando nos morimos y nos convertimos en objetos perfectos, dejando a un lado nuestra patológica subjetividad, podemos ser definitivamente objetivos, y solo entonces podemos entender los objetos intrínsicamente y con total fiabilidad. Pero entonces no los podemos explicar.
Dejad que cada uno lo disfrute cuando quiera y a su manera. Sin placer si que no habrá continuidad. José Ramón Lorenzo explica el motivo de nuestra persistencia, tras seis años sin títulos de Fernando, y de que no nos quedemos dormidos.
Y además ¿Cómo sacar conclusiones de datos tan parciales? No era la hora habitual de la F1 ¿Quién dice cuantos de los que apagaron en ese momento, para dedicarse a otras cosas que acostumbran a hacer a esas horas, lo vieron después en diferido, grabado o en la web? Yo, por mi trabajo, sufro sin poder ver muchas carreras en directo y las tengo que ver después. Me he buscado y no aparezco en las listas de audiencia de este GP, ni antes ni después del abandono de Fernando.
¡Saludos al anfitrión y a los invitados!

Tadeo dijo...

Yo le doy la razón a Jose en una cosa, ganar con el mejor coche lo hace un piloto bueno pero ganar sin tener el mejor coche lo hace solo uno excepcional. En la parrilla actual solo hay dos capaces de hacer eso y el otro es Hamilton.

¿Cuales han sido las mejores carreras de Alonso?, ¿2005, 2006 cuando con sino el mejor coche si uno de los dos mejores ganó?, creo que no, creo que las mejores actuaciones de Alonso han venido después donde sin tener el coche que tenían los demás ha demostrado que es el mejor piloto de la parrilla actual.

La segunda parte del 2008 con el HorroR28, un 2009 que no podía ni competir y siempre estaba ahí. Su etapa en Ferrari con aquellas declaraciones de los responsables de Red Bull cuando decían que les estaba dando una patada en el culo o la temporada anterior donde rascó puntos de donde era imposible te habla de un piloto excepcional y que está en el top ten de la historia de la F1.

Saludos