El equipo Sauber lleva a cuestas un comienzo de campeonato para olvidar, y no lo digo sólo por los lamentables resultados cosechados o por lo desamparado que muestra su carrocería, que sigue prácticamente igual de limpia que en Bahrein, sino también por la imagen paupérrima que ha trascendido desde el interior de la escudería a partir el momento mismo en que comenzaron a sonar las alarmas.
La excusa más reciente, escenificada hace bien poco, ha sido la denuncia de que el C29 es una herencia desgraciada de la etapa BMW, pero lo malo es que ésta ni ha sido la única pantalla de humo ni se entrevé como la última, y desde luego se intuye tan poco convincente como las anteriores, porque allá como en China, el propio Peter Sauber, patrón de la cosa, abría la caja de los truenos nada menos que acusando a los pilotos oficiales, Kamui Kobayashi y Pedro Martínez de la Rosa, de haber hecho pocos o nulos esfuerzos por adecuarse a un vehículo que por aquel entonces no parecía tan regalo envenenado como ahora, aunque ya se mostraba bastante endeble, permitiendo que a partir de ese preciso momento el asiento de nuestro barcelonés fuera asediado mediáticamente con un encadenado de bulos que mal que nos pese ha ejercido una influencia funesta en la necesaria y deseable consistencia del equipo.
Lamentablemente, y como he comentado más arriba, el asunto excusatorio se prolongaba en el tiempo con insinuaciones más o menos veladas, a veces incluso explícitas, sobre la fiabilidad del propulsor Ferrari, aprovechando, no nos engañemos, que parecidas dudas sobrevolaban a la propia Scuderia, para desembocar en la más cercana en el tiempo, pero sin haber mostrado en ningún momento que se estaba realizando una mínima intentona por paliar tan serios problemas, porque dicho sea de paso, la escuadra suiza anda muy escasa de presupuesto y sencillamente no puede abordar su solución como desearía.
Marc Gené, supongo que sin querer, ponía el otro día el dedo en la llaga, afirmando primero que los problemas de motor que aquejan a Sauber son raros, raros, como diría Don Julio Iglesias Puga, y segundo, y a mi modo de ver más importante, afirmando tajante que ni Ferrari, ni Toro Rosso, los sufren, circunstancia que es una verdad meridiana.
Destaco las palabras de nuestro campeón de Le Mans 2009 porque llevan mucha miga dentro, ya que ponen de relieve que el quid de «la cuestión Sauber» puede no estar fuera de la escudería, como quiere hacernos creer el frío Peter Sauber (me ha salido un poco bocachanclas, lo reconozco), sino dentro, porque ni BMW ni Ferrari tienen la culpa de un producto que en pretemporada había levantado amplias expectativas que se han ido desinflando por la pésima gestión realizada en la escudería suiza, y es que tirar balones fuera nunca ha sido una solución apropiada para intentar ocultar una profunda falta de confianza.
¿Y cómo se traslada la sensación de crédito a los aficionados, pilotos y patrocinadores? Pues cerrando filas, estimado Peter, lo mismito que han hecho en Hispania, en Virgin o en Lotus; cerrando filas y asumiendo que el mundo no es de color de rosa, porque en caso contrario se corre el riesgo de convertirse uno en el pupas del paddock, el llorón impenitente, consiguiendo con tal actitud cualquier cosa menos recuperar la confianza perdida.
5 comentarios:
buen análisis... como dicen por ahí peter sauber cuando le preguntan, ¿de quien es la culpa? responde la culpa es de la vaca. Es más fácil echar la culpa a todo el mundo, y no mirar hacia ti, que es donde verdaderamente reside la culpa :s
Josetxu ;P
¿Certero siempre en la diana! XDDD
Nunca el calificativo "bocachanclas" ha estado más ajustado a un personaje.
Peter primero culpó a los pilotos. Cuando llegó el nuevo técnico (sustituto del jubilado Willi Rampf) y le dijo que el diseño del "cacharro" era para tirar a la basura, se desdijo del tema pilotos y culpó a Ferrari y ahora, hace apenas una semana, declara que el C29 es un "desagradable regalo de despedida de BMW y Willy Rampf".
Vale que el C28 demostró ser malo como un melón verde, pero desde luego extraña que esta temporada despidiera a Rampf con elogios cuando se jubiló, antes del GP de España y, ahora le ponga "pingando".
Más aún, puesto que Willi Rampf ha estado al lado de Sauber desde el 1999, antes de que Sauber fuera adquirida por BMW en 2005 (Y estuvo antes: del 93 al 97).
No caben dudas de su fidelidad y su trabajo.
Sauber está perdiendo los papeles y si sigue así, el prestigio y el respeto de toda una vida dedicada a la F1.
Eisntein decía ago así como que en el mundo, sólo había dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, y, de la primera, tenía sus dudas.
(Lo he leído hoy a un comentarista de un blog XDD).
Un besote
Pedro de la Rosa es un caballero, un luchador y no se merece esto. Ojala empiece a tener mas suerte,e l no tiene la culpa de la mala gestion de "los mandamases"...
Somos una banda de ingenuos. Eso es lo que somos. Creemos que vemos boxeo... y lo que vemos los domingos a las dos de la tarde es como el Pressing Catch. Esto es wrestling, no un arte marcial de ningun tipo.
Buenos días.
SilF1 ;) Sí, es más fácil echar la culpa a todo el mundo, pero no es buen camino. El bueno ha sido el del domingo pasado con Kobayashi ;)
Concha ;) Me la apunto XDDDDDD «el universo y la estupidez humana, y, de la primera, tenía sus dudas» XDDDDDDDDDDDDDD
Noe Izumi ;) Bueno, aunque sea a toro pasado, Pedro parece que ha comenzado a pisar con pie firme. A ver si tiene suerte ;)
J&F ;) XDDDDDDDDD ¿Qué esperabas? XDDDDDDDDDDDDDDDDD
Un abrazote
Jose
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