La necesidad de que Norris convenza casi por obligación nos está llevando a descubrir territorios ignotos, caso, por ejemplo, del empeño mostrado en que Max cambie de pasaporte pues porque sí, que cantaba Calle 13.
A ver, que tampoco quiero herir a nadie, pero la turrada acerca de que Verstappen es un tipo sucio en pista empieza a cantar más que La Castafiore, sobre todo en boca de algunas voces autorizadas que, hace como quien dice anteayer, se quejaban precisamente del implacable sesgo anglosajón de nuestra prensa especialista cuando valora a según qué pilotos que no son isleños.