sábado, 6 de febrero de 2021

Graining 4.0

Tengo un defecto que me viene de serie: no sé decir no a la gente de corazón, y el bueno de Xavier Gàzquez pertenece a este tipo generoso de seres humanos a los que nunca digo no. 

El caso es que me ha llamado mientras preparaba a Amama para almorzar, recién terminadas las gulas con gambones y la ensalada verde; le he devuelto la llamada, no hemos coincidido, me ha vuelto a llamar y a media tarde me ha recordado que Graining.es cumple hoy 4 años mientras a mí se me iba la memoria a aquella tarde lejana en que, escuchando sus palabras a través del móvil, desde el patio que tengo ahora a una pared de distancia, supe inmediatamente de qué material estaba hecho y yo le prometí que podía contar con mi hacha.

No soy Virutas ni Scalabroni, ni Duran, huelga decirlo. Tampoco soy Villadelprat, ya quisiera, aunque con Joan mantengo relación en redes sociales, lo que son las cosas, de manera que pocos consejos podía darle a Xavier cuando me invitó a formar parte de su proyecto, una aventura tan difusa como incierta (entonces), que, por mi parte, mereció una oportunidad porque antes de que la planta brote la semilla necesita humedad, confianza y cariño, y, admitámoslo, también porque un individuo de mi edad precisa mantener el tono muscular e intelectual o se expone a ajarse como las hojas en otoño.

Sí, estuve allí, al comienzo de todo, y allí sigo gracias a Boss, él lo sabe, lo sé yo y pare usted de contar. 

En el camino he encontrado grandes amigos y personas de carne y hueso, entrañables, a la que quiero de verdad. Un regalo. Ellas y ellos saben de qué hablo, a quién me refiero, y permitidme que os ahorre las descripciones y las puntualizaciones. Y el caso es que en Graining me siento como en casa porque estoy rodeado de compañeros que aman este deporte y saben lo que significa el verbo «compartir». Compartir experiencias, sensaciones, opiniones... En el staff estoy abajo del todo pero me siento infinitamente cómodo. No lo cambio por nada. No me busquéis arriba porque no me vais a encontrar. ¿Hay lío?, pues allá vamos. ¿Hace falta un verso libre?, bueno, ya está Orroe...

Así y todo tengo colegas a los que incomodo, para qué vamos a ocultarlo, pero se lo perdono porque desconocen por qué nuestro jefe de filas me llamó en febrero de 2017. Seguro que se debió a Nürbu, y también a su intuición de que yo no buscaba formar parte del establishment sino alcanzar el Valhalla

Otro día os cuento el intramuros de mi relación con Xavier Gàzquez, gente buena, de ley, gente, que decía Dersu Uzala, un hermano al que recibiré con un abrazo cuando aterrice en Gorliz; pero hoy toca festejar que su sueño loco [El sueño de un loco] cumple cuatro años en los que puedo decir con orgullo que he participado desde casi la primera frase, cuyos puntos suspensivos iremos rellenando los que formamos parte de Graining, ¡faltaría más!

Y eso, que os leo.

1 comentario:

MAMR dijo...

Sois dos grandes...
Dos buenas personas...
El Boss estará orgulloso de este texto...
Escribo esto mientras una lágrima recorre mi mejilla, ya sabéis, la pérdida de alguien es muy dura y más comenzando la vida...
Es un orgullo que haya seres en el mundo como vosotros porque lo mejoráis...
GRACIAS

En cuanto a Escalabroni, Durán, etc...no hay mayor desprecio que no hacer aprecio...hay que aferrarse a las buenas personas, porque al final son las que nos ayudan y recordarán cuando ya no estemos aquí...
Un beso a Doña matilde y un abrazo para Xavi y para ti...🤗🤗🤗❤️❤️❤️