En nada comenzaremos a meternos una monumental dosis de adrenalina en el cuerpo y desde la trinchera de los cautos siguen erre que erre intentando que no nos estalle el corazón. Pero hemos llegado hasta aquí y cabe preguntarse por qué templarnos precisamente ahora que la cosa llega a su recta final.
Pim, pam, pum... Sea cual sea el resultado de la Fast Nine Fernando ya ha entrado en la historia y el domingo que viene disputará las 500 Millas de Indianápolis partiendo a lo sumo desde la tercera línea tras el Pace Car. Su coche naranja será nuestro objetivo porque lo conduce un mal calificador, el hombre que no era rápido a una vuelta, el tipo que haría mejor en irse para su casa...
Xoan Tallón no le ha dedicado unas líneas y los que proclamaban a los cuatro vientos que el tiempo del Nano ya había terminado callan ahora como meretrices.
También es verdad que han surgido como setas en otoño quienes lo vieron cuando zagalillo en triciclo por las calles de Oviedo, y supieron, ya entonces, que el asturiano estaba llamado a formar parte de la constelación de estrellas cuyo brillo sólo se apagará cuando ellas decidan.
No es menos cierto que toda esta gente permanece en la trinchera de enfrente, la que nos solicita sosiego y serenidad ahora mismo, por nuestro bien, obviamente; la que nos ofrece cursos gratis y acelerados sobre correr en Indy que no ha reclamado nadie y nos explica que las carreras allí son prácticamente iguales que las de aquí, pues la clasificación es relativamente sencilla ya que se realiza en solitario y lo duro viene el domingo 28 de mayo, cuando toca correr en grupo; la que incide una y otra vez en que la pole vale de bien poco en Indianápolis y en que las estadísticas no auguran nada bueno para los nueve primeros clasificados hoy. ¡Qué cachondos!
He almorzado brackburt. En realidad he tomado dos piezas, una por las muchas que me han recomendado comer de 2010 a esta parte y jamás he probado, y otra porque el miedo ajeno me produce hambre.
Luego, de vuelta en el estudio, he abierto la botella de Nikka que tenía reservada para cuando acabara mi libro. Hoy es un día especial, muy especial. Me he servido un vaso, he aspirado su olor y me he deleitado con su color para acto seguido brindar por todos vosotros, los que jamás habéis perdido la esperanza, los que me habéis abandonado, los que desde el minuto siguiente a que Alonso anunciara que disputaba la Indy 500 se pusieron manos a la obra para hacernos todo esto más sencillo y comprensible a los demás. Y por supuesto, por él...
Va a por la pole, no sé si os habéis dado cuenta. Quiere ser el mejor también hoy, lo que nos pone en que seríamos una banda de gilipollas si no estuviésemos a su lado a pesar de la enorme distancia que nos separa. Así que disfrutadlo le pese a quien le pese y sea cual sea el resultado, que ya mejoraremos nuestro inglés otro día.
Nano. You'll never walk alone!
Os leo.
5 comentarios:
Qué grande ha sido volver a soñar gracias a Alonso. Ha sido emocionante verle con la pole durante unos minutos, aunque los que venían después eran muy rápidos y con mejor pista.
Pero un quinto puesto sabe a gloria. Segunda línea y siendo novato. De nuevo le vemos en su salsa, pudiendo competir sin estar en inferioridad (que lo está) y sacando lo máximo que tiene.
Qué alegría verle disfrutar de nuevo. Qué alegría poder disfrutar con él.
Qué alegría verle a él disfrutar, y a tí narrarlo.
Pero qué alegría, sí, le pese a quién le pese!!
No es menos cierto que la gran injusticia de esta fórmula 1 es que no gana necesariamente el mejor sino el que mejor coche tiene para la normativa de turno.
Creo que Fernando va a obligar a pensar a muchos, y quizás a reconocer, que puede que haya cosas que cambiar en este reglamento que genera carreras bastante predecibles donde el que sale primero acaba generalmente primero y nos hace conformarnos con que haya algún adelantamiento en pista.
Yo no soy un entendido. Pero coches dominadores siempre ha habido en F1. La parte de continúa mejora de rendimiento e innovaciones es algo muy importante en la fórmula 1 y hay que mantenerla. El problema es saber cómo, para que quien no tenga un gran presupuesto no este tan atrás respecto a los grandes. Pero yo no veo una fórmula 1 solo de pilotos. Quiero una fórmula 1 de ingenieros también..... no sé si me explico
Fue emocionante. Me hizo recordar el sistema antiguo de calificación de la F1, con la vuelta lanzada. Me gustaba más que el batiburrillo actual.
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