domingo, 7 de mayo de 2017

Los misterios de Ayrton Senna [Carlos Castellá]


Éste es un libro ciertamente especial. Lo he terminado de leer hace escasamente un par de días y como ya me ocurriera con el de Paco Costas [La década mágica], me ha resultado imposible evitar que la voz de su autor empapase cada una de sus líneas, frases y párrafos.

Maese era mucho Maese en vida —todavía lo sigue siendo— y no esquiva ocultar desde las primeras páginas de Los misterios de Ayrton Senna que su intención al escribirlo no es otra que enseñar al alonsismo y a toda la afición en general, que la adulación y el espíritu acrítico son malos consejeros en cuanto al motorsport se refiere, otra cosa bien diferente es que, finalmente, él también comete el mismo pecado.

No lo expresa así, obviamente, aunque se desvela a lo largo de las 374 páginas que componen el volumen, de forma que él, que es un sennista orgulloso y confeso, pone a su propio ídolo bajo la lupa y lo alumbra con un foco de altísima intensidad para que sus numerosas sombras, que las tuvo, nos ayuden a entender mejor quién era y cómo era Ayrton Senna, lo que consigue magnificar aún más al paulista...

No voy a destripar su contenido porque es de reciente publicación y me consta que muchos de vosotros todavía no lo habéis disfrutado. 

Sí os diré, en cambio, que el libro comienza con un prólogo escrito por Josep Lluís Merlos que muy bien podría haberse titulado «Carta a un buen y admirado amigo», en el que el periodista catalán evidencia lo mucho que dejó tras de sí Carlos, quien sabe que se está muriendo y no lo oculta, quien entiende que le queda poco tiempo para explicar algunas razones de su comportamiento como comentarista y especialista del motor. Quien, en definitiva, quiere regalarnos una última lección sobre cómo considera Maese que debemos mirar todo esto.

En el interior de Los misterios de Ayrton Senna no hay puntada sin hilo. 

Desde el mundillo de los karts, momento en que ambos se encuentran, hasta aquél fatídico domingo 1 de mayo de 1994, la figura de Ayrton Senna le sirve a Carlos Castellá para hablarnos de Fórmula 1 sin caer en la cronología, ni mucho menos, pretendiendo hurtar al lector una visión panorámica que encorsetada por las fechas nos impediría ver con claridad. De forma que con el rigor que siempre le fue tan característico, Maese se toma sabrosas libertades que a la postre cumplen con el cometido principal del texto: dar sentido a la carrera profesional del piloto brasileño tanto como al automovilismo deportivo. 

También hay lugar para algunas sabrosas confesiones sobre el deporte y, cómo no, el periodismo...

Sabéis de sobra que no traigo hasta este hilo de reseñas bibliográficas libros que no me convencen o considero que carecen de interés, de forma que huelga decir que recomiendo encarecidamente la lectura de Los misterios de Ayrton Senna tanto porque me parece una pieza imprescindible para comprender una de las etapas más interesantes de nuestra historia como deporte, como por su protagonista, Ayrton Senna, y por supuesto por su autor, Carlos Castellá, Maese, un hombre que con sus errores y aciertos, vivió todo aquello y supo entresacar lecciones para compartirlas con nosotros.

Os leo.

7 comentarios:

chema dijo...

Casualmente anoche emitieron en el canal F1 el GP de Estoril 1985, primera victoria y Grand Chelem de Senna, BUTAL!!!

Erathor dijo...

Hola Jose.

Tuve el inmenso placer de leer esta joya hace unos meses. Lo encargué el mismo día de su publicación en Am...

No puedo estar más de acuerdo. Un viaje por el tiempo que nos enseña que la historia siempre se repite y que todos los genios ponen a parir a sus equipos si no rinden y a todos se los crucifica por ello.

Para mi fue muy enriquecedor. Porque, habiendo seguido aquella época de la competición, era aún un niño - que no se perdía una - y, evidentemente, la imagen en el recuerdo estaba, evidentemente, distorsionada.

No hubiera sido inoportuno que sacara a colación el verdadero papel de Ecclestone aquel día fatídico. Entenderíamos mucho más a la FIA y la fórmula1 actual.

Una cosa está clara... Alonso también se hubiera ido a Williams... ;P.

SaludTs.

Erathor dijo...

Por cierto, sigo pendiente de leer el libro de Paco Costas. Otro referente obligatorio en su blog y twitter, como lo fue en su día "40 años nos contemplan".

Esta para Shaggy: Merlos se gano el mayor de mis respetos como persona el día que recomendó el libre de Maese con lágrimas en los ojos. :).

Anónimo dijo...

buenos dias Jose Tellaetxe, espero estes muy bien, agradecido de esas ultimas 3 entradas, la de alonso en mclaren y la del gran senna, por cierto soy de senna ;-), pero quisiera leer esos libros, pero aqui desde venezuela es imposible comprarlo, mas cuando no cuento con tarjeta de credito y si la tuviera tendria que pedir permiso al gobierno para poder hacer una compra en dolares con ella, en fin todo un lio.. si no es mucha molestia me podrias facilitar algun material en pdf por el cual pueda leer esos libros que comentas?

Carlos Ollarves desde Venezuela.

p.d. Increible tus entradas las leo todas, aun la de las 24 horas de lemans, una a una..

JADA dijo...

No lo he leido, porque lo guardo para algun momento especial en el q decida leer al gran Maese. No me lo merezco.

Ese momento llegara a modo de gran homenaje a alguien q conoci via movil y q me sorprendio como nafie lo habia hecho.

DeLorean dijo...

Meses antes de su fallecimiento hablé con él (vía email) y todavía lo recuerdo como se recuerda a los grandes, con una taciturna sonrisa. Conocía su enfermedad, pero nunca mostró un ápice de desaliento. Siempre buenas palabras, coincidiendo y discrepando, como es menester, pero siempre aprendiendo algo nuevo. Gracias a él emprendí la aventura de mi viejo blog, que por cuestión de tiempo (y alguna cosa más) me fue imposible continuar. Él era "sennista", como yo, y también muy de Icks y de Ronnie. Como digo, aprendí muchas cosas de él y alguna que otra anécdota de otros dos de mis pilotos bandera (Rindt y Clark). Sin duda lo pienso leer, como solía leer su blog, porque pase el tiempo que pase, su recuerdo siempre nos contemplará desde la serenidad y el amor por el automovilismo.
Un saludo y agradecido por esta bella recomendación! :)

Cao Wen Toh dijo...

Fue caer en mis manos y lo devoré en menos de una semana (y eso que me lo racionaba para prolongar el placer de leerlo). No estoy de acuerdo en un punto fundamental sobre la personalidad del paulista, pero eso y más se lo perdono a Carlos, con quien disentía (muy poco, todo hay que decirlo) en los comentarios a las entradas de su blog que él siempre respondía con amabilidad y criterio.