Una mala tarde la tiene cualquiera

La calificación del Gran Premio de Abu Dhabi no deja de depararnos sorpresas, la última, la sonrisa que se le ha encendido a más de uno porque Sebastian Vettel sale último de la parrilla.

No quiero ser aguafiestas, pero el chiquillo, sí ése, puede meterse entre los primeros seis pilotos en liza antes de que se hayan consumido los veinte primeros giros. El doble DRS del RB8, en una doble zona cuya primera parte ha sido ampliada en 80 metros, va a suponer una bendición en esa remontada épica que le falta protagonizar al de Heppenheim para abrillantar más su curriculum, en un nuevo jalón para su historial que sin duda ha hecho acto de presencia sobre la mesa de la FIA mientras ésta deshojaba la margarita de la penalización que le iban a meter por habérsela jugado esta tarde con gasolina para un mechero.

No está sencilla la cosa, no. Fernando, tras el traspiés sufrido con el segundo juego de neumáticos blandos, tiene la obligación de atizar delante como si Vettel estuviera allí y no un montón de metros atrás, porque en un suspiro el alemán se va a poner demasiado cerca. Hamilton, obviamente, no lo va a poner fácil. El británico sale si apenas oposición desde la pole y esa posición (válgame la cacofonía) asegura que en unas vueltas, el aire limpio circundante y la velocidad adecuada, le permitan terminar el primer stint con bastante holgura. Luego... Luego Dios dirá, como dice siempre.

En todo caso, lo que queda o debería quedar, es esa situación anómala en la que el defensor de la corona y su principal aspirante, han sido doblegados por una McLaren que ha decidido no tirar la toalla, porque los Red Bull han ido espesos, y la mejor muestra de ello ha sido que para que Sebastian haya terminado provisionalmente tercero, ha hecho falta dotarle de un suspiro de bebida espirituosa por ver si así lo conseguía. 

Ferrari tampoco ha tenido buen día, ese segundo juego de neumáticos me da que ni era option ni era prime, sino una de esas cagarrutas que suele parir Pirelli de vez en cuando y que por esas cosas que tiene el destino, también le han tocado en suerte al anatema de la parrilla, a Romain Grosjean, quien tampoco ha sido capaz de superar sus mejores cronos con gomas teóricamente mejor dispuestas.

El resto, esa entrada en hueco portagonizada por Pastor, Kimi y Jenson, forma parte de esas cosas que tienen las tardes malas, y como tales hay que aceptarlas. El de Williams sale ahora por la parte limpia (Mark, ¡que el Altísimo te coja confesado!), al igual que el primero y segundo astados de McLaren. Por la parte chunga de la arrancada, el aussie, Kimi y Fernando...

Mañana la prueba promete lo suyo, lo he escrito hace unas tres horas y me ratifico. Sebastian estará en puntos en la vuelta diez o quince a lo sumo, y luego... Luego Dios repartirá suerte, como hace más o menos siempre.

Os leo.