lunes, 26 de noviembre de 2012

Imagen de marca


Hace un año más o menos, hablando con un amigo vettelista, éste me decía que no sería bueno para el negocio que Sebastian ganara por tercera temporada consecutiva. Yo le contestaba que conociendo a la peña esta que lleva el susodicho negocio, me esperaba cualquier cosa…

Ya hemos llegado a ello. El niño va camino de barrer del mapa a una generación completa de aficionados, que si no se caen de la mesa es porque existen tipos sueltos por ahí como Alonso, Hamilton, Raikkonen o Button, a quienes el alemán no llega ni a la altura del zapato, todavía.

Hago notar el todavía de la frase anterior, porque a pesar de las apariencias, de lo único que me quejo con Vettel es de que no le veo por ninguna parte. Sí, me cuentan que es un trabajador nato, que apaga las luces cuando sale último de la oficina, que es brillante en carreras sin identificar, y que si no lo hace bien cuando no zarpa desde la pole, es precisamente porque acostumbra a salir de tan emblemática posición. Pero no le veo donde tengo que verlo y lamento decir que a un piloto donde hay que descifrarlo es sobre la pista.

El chaval tiene destellos y por fortuna, tras esta entrada hay otras 1.339 que avalan que escribo mucho, lo primero, y en segundo lugar, que no se me caen los anillos por odiar o amar a determinados pilotos, incluso para cambiar de opinión si estos me convencen o no lo hacen. En este sentido, si os armáis de paciencia, veréis que hasta 2010 manifestaba una opinión favorable por un chiquillo que apuntaba lejos sin necesidad de ayudas, y que a partir de entonces, del G.P. de Turquía concretamente, dejaba de ser lo que había sido para comenzar a ser lo que quería su entorno, una bicoca tierna a la que explotar por los siglos de los siglos.

Tengo suerte. Unos días antes de que sucediera Interlagos, mis amigos de Sfty Cast me brindaban la ocasión de escribir para su revista, y ahí lo dejé bien escrito, negro sobre blanco: los números de Sebastian no me interesan lo más mínimo porque es hijo de una época en la que las cifras no significan lo mismo que antes.

Y el caso es que el de Heppenheim es sólo números y récords. El más joven en todo, el joven que atesora más campeonatos, el joven que más poles acumula después de Schumacher y Senna, el joven casi más joven de todos, de manera que se podría decir que él mismo se ha convertido en una mercancia que sólo responde a las cifras que rompe…

¿Es suficiente? Me temo que no, y la prueba la tuvimos ayer mismo ante nuestras narices. 13 puntos de ventaja para enfrentar una carrera que se prometía cómoda porque Fernando tenía que crujir a los dioses para llevarse algo. Cuarto en línea de salida, tres posiciones por delante del de Oviedo…

Vettel se desenvuelve bien en mojado, o se desenvolvía así hasta hace poco, pero naufragó en su reválida por falta de experiencia y por exceso de presión. Es un crío pero hay que tratarlo como a un hombre porque entre hombres ha ganado sus galones y a ello me remito porque de no hacerlo le faltaría al respeto. Sebastian naufragaba en la salida y en el primer giro —¿cómo va a saber cómo se adelanta si no acostumbra a hacerlo?—. Se iba último y remontaba a golpe de coche, pero tenía miedo, un terror paralizante que le hizo cometer errores de párvulo, necesitar ayuda de quien el sábado juraba que no iba a ayudarle, y todo porque a pesar de ser un niño no es estúpido y sabe mejor que nadie que en la pista hay hombres con los que no conviene jugar a los dados. Esos tipos precisamente, que nos hacen a algunos seguir todo esto y a los que me refería en el segundo párrafo.

Y aquí viene lo bueno, porque Vettel no sería nadie sin Alonso, Raikkonen, Hamilton o Button.

No me extiendo. Ayer resquebrajé el velo del templo de Salomón que lo mismo se descojona de María de Villota y Jaime Alguersuari que se cubre de gloria centrando sus iras en las sandalias de Nira. Dije mierda de título y enmierdado de dudas. Cometí pecado, dejé de ser políticamente correcto. Pero hoy, desde la serenidad del día después, me ratifico en la imagen de marca que ha adoptado Sebastian, una caca como la copa de un pino, algo irremediable de momento salvo que el alemán ponga santo remedio y comience a demostrar sobre la pista, que sabe que está llamado a ser uno de los grandes a pesar de tener al enemigo en casa.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Olé José. Es tal y como lo pienso.... Que ha ganado otro título...? Pos mira tu que bien. Lo veo artificial, forzado y abocado al "éxito" sin remedio. A no ser que el lo ponga en los próximos años.. Y espero que por el bien de todo este tinglado así sea.
Vence, sí, pero no me convence. No disfruto de carreras en las que, al terminar, diga... 'por estas cosas son por las que debería ser campeón del mundo"
Y así toca a su fin, lo que parecía una magnífica temporada, para convertirse en otra pantomima.

Saludos al anfitrión y a los invitados.


Toni Baños.

GRING dijo...

Yo todavía alucino con el aparato que lleva el chaval,esa basura lenta y poco fiable que le ha ido preparando Mr. Newey esta temporada. Va tan rápido que ni siquiera le da tiempo a ver banderas y luces amarillas parpadeantes, que los rivales se apartan a su paso, y si no se apartan, los apartan.Que ni siquiera lo ven los comisarios, que ni estudian su toque con Senna para después de la carrera, esa chicane móvil brasileño,que tan bien analiza McNish.A Nico le vieron perfectamente y le sancionaron (creo que injustamente). "Yo apostaría mi dinero por Vettel" declaró el jefe del tinglao esta semana. Apostar, apostar,apuestas..."Think before you drive" dice Bernie.Y como dicen por las Islas, ¿no querrá decir "think before you BRIBE?".La mejor respuesta de Fernando:Ahora es el momento de tomar una caipirinha.

Anónimo dijo...

En un mundo tan mercantilizado como en el que vivimos, con apuestas por doquier, con intereses de todo tipo, con corrupción y politiqueo a gogó, con una marca que cambia el suministro de neumáticos para no incidir en el resultado final del campeonato ¿¿¿¿¿¿¿?????????????, con un mandamás que días antes de la gran cita indica SIN RUBOR que “creo que hay que apostar por Vettel”, con un heptacampeón que indica SIN EL MÁS MÍNIMO RUBOR que “fue un gesto natural abrir el camino a Vettel”, con un tricampeón que indica igualmente SIN EL MÁS MÍNIMO RUBOR que “Di las gracias a Schumi por no defenderse demasiado duro”, con una bebida energética que corre en este mundial con cuatro coches en pista y no con dos pues ya vimos el año pasado lo que pasó en Corea con Jaime Alguersuari y Helmut Marko, con una bebida energética a la que hay que premiar por salvar el mundial de rallies, con un mandamás que ya tiene al campeón que tanto buscaba para su negocio. Encima a este mandamás del cortijo le llega un español cabezota, tozudo, terco y voluntarioso que le hace el favor de pelearse hasta última hora para que el drama, las audiencias televisivas y el business se disparen hasta límites insospechados.

¿Qué más puede pedir dicho mandamás? Creo que con todo esto ya puede morirse más que tranquilo el amigo Bernie pues ya tiene el negocio más que redondo. Supongo que, como muchos otros, se llevará el dinero allá a los cielos donde le recibirán encantados por las grandes obras dejadas en este nuestro mundo.

King Crimson

Anónimo dijo...

La F1, la FIA y Cía, han perdido una ocasión única para recuperar credibilidad y algo de dignidad. No veo posible recuperación en Vettel. Está muy cómodo en esta situación. Cada vez más plano como piloto. El resumen de la FIA serán sus chillidos y el dedito. El patrocinado, el piloto de marca que cree que los demás no pilotan, que se tienen que apartar a su paso, cenas y vacaciones en el yate de Ecclestone, foto final con el abuelo y los dos con el dedito de marras... Red Bull parece el dueño de la competición del motor. Me pregunto cuanto dinero se embolsará el discreto Jean Todt.
En fin, a veces creo que Alonso no podrá ganar otro mundial. Me lo dijo un amigo en el 2006 y me reí de él. Voy a tener que darle la razón. Sin negar también que Ferrari, o a la dirección de Ferrari es deamasiado conservadora, y que no se puede ganar un mundial con un coche que difícilmente pasa del 5º puesto en la parrilla.
Espero para el 2013 una Ferrari más "cabrona" por decirlo de alguan manera, no tan pardilla.

Un saludo,

Susana

GRING dijo...

Josetxu, King Crimson, Susana, todos, que todo esto solo lo vemos unos pocos iluminados que no tenemos npi de F1, somos unos conspiranoicos (que lo venimos ilustrando entre todos toda la temporada a partir de las pullas intelectuales del anfitrión, el más Oliver Stone de todos) y vemos caso donde no lo hay. Yo me temo que, como Susana, es bastante probable que Fernando no vuelva a ganar un mundial. Pero mientras tanto se apaga su carrera seguirá cada año apretando más y más con los medios que tenga entre sus manos, empujando a todo su equipo hacia arriba, como ha hecho siempre, para intentar mejorar y ganar.Y se quedará tan feliz por el trabajo bien hecho y con la sensación de haberse vaciado cada temporada realizando su trabajo buscando la excelencia y normalmente, como calificaba el otro día el fantástico diario amarillista Bild, haciendo de malo de la película que se han montado en esta F1 artificial.Espíritu Don Pelayo, no Quijote. Saludos.

Anónimo dijo...

Como dije hace unas semanas, vende más un campeón alemán que uno español igual que vende más que España y otros pidan un rescate que no que no lo pidan.

Política es política y business is business.

A Bernie le interesó en un momento dado que un españolito ganara el mundial y lo ganó, ahora sus intereses van por otro lado y ahí lo tenemos.

Palabras propias en su momento del gran mandamás: Fernando y Kimi no representan convenientemente a la F1. Vettel lo hace de maravilla y al parecer ya encontró la piedra filosofal, ya encontró al campeón que buscaba.

Vettel se cansará de batir records y de ganar campeonatos, no me cabe la menor duda... el guión está escrito.

Si encima encuentra un español que lucha el mundial hasta la última vuelta pues ¿qué más se puede pedir para el negocio de Bernie?

No se trata de conspiraciones o no conspiraciones. Todos sabemos el poco aprecio que han tenido los pilotos latinos en comparación a ingleses y alemanes. Todos sabemos quién dirige el mundo del automovilismo y del motor. Igual que todos sabemos cómo se mueve el mundo y quién lo mueve. Ha sido así y así seguirá siendo. No fotem!!

King Crimson

migfre dijo...

Lo cierto es que llevas mucha razón con lo que el niño está a punto de barrer a una generación de aficionados.

No deja de ser paradójico que , en una F1 regida por ancianos se busquen campeones cada vez más jóvenes, es parte de la gracia del asunto supongo.

Campeones más jóvenes, más puntos, más poles, más campeonatos, pero al final lo que nos lleva frente a la tele son esos tipos de los que hablas.

Uno de ellos al que le llegó la suerte en forma de Brawn GP en plena madurez, y que sabe el valor del título, y lo que es perder y pelear por cada punto.

Otro que empezó de la misma forma que Sebastian, pero que está encontrando su plenitud y que ha tomado el camino rocoso que puede que le aleje de los focos durante algún tiempo .

Cualquiera de esas historias es más creíble, sincera y honesta que el pack todo en uno que nos venden, y que en el fondo no se cree ni el pobre Sebastian, por eso habla tanto el chaval, a ver si se convence.

brutus dijo...

podra ser verdad lo que contais pero si alguna de las evoluciones de ferrari hubiera funcionado no estariamos buscando culpables por todos lados.¡ferrari inuuuuuutiles!

rudyBB dijo...

Brutus, tienes razón, coño.

Anónimo dijo...

Lean los comentarios de este blog, y luego lean los comentarios de cualquier blog de este pais de quijotes¡que penita damos¡
http://www.bbc.co.uk/blogs/andrewbenson/2012/11/benson.html

Touro Tolo dijo...

;)