Si había poco que decir antes del G.P. de China, ante el desembarco en Europa hay menos todavía, aunque por comentar algo mencionaría que la falta de dinero en Sauber empieza a ser demasiado acuciante, lo mismo que resolver una estridente falta de fiabilidad de los monoplazas en la que nada tienen que ver los dos pilotos oficiales.
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