Doce yeguas para Alonso

El miércoles pasado Ron Dennis se nos venía para España con una agenda bastante apretada. Primero visitaba a don Carlos Gracia, Presidente de la Real Federación Española del Automóvil (¡menos mal que va lo de Real por delante, porque a ver cómo nos íbamos a hacer respetar en el paddock con una institución representativa cuyo acrónimo es FEA, a secas!), para debatir los pormenores del tentempié que le dispensarán al español en el hospitality de McLaren. Al final, tras los consabidos dimes y diretes quedaron en que sean gambas a la plancha regadas con Ribeiro (de sidra, nada, por si acaso), porque a Anthony Hamilton también le molan y como el señor Gracia ha sido nombrado Comisario Especial de la FIA para el asunto Alonso en Interlagos, como que así se mataban dos pájaros de un tiro, lo que supuso un alivio para Ron, quien agradeció el esfuerzo (después de la multa del pasado 13 de septiembre, las arcas de la escudería no andan muy boyantes que digamos).

Después se largaba a ver a Don Emilio Botín, Presidente del Santander Central Hispano, ex suegro de Seve Ballesteros y figura que en McLaren pinta bastante más que Gracia, para qué vamos a engañarnos. Nada del otro jueves: que si Alonso es un ogro asturiano; que si de qué va; que si tiene las pelas (el grueso, vamos) en el BBVA; que si su teléfono móvil no es Vodafone y sí Movistar; que si lo que le pasa es por haberse cortado el pelo, como le ocurrió a Sansón; etcétera, etcétera, etcétera… Bueno, mientras se tomaban el almuerzo hablaron también del Abbey Bank (filial inglesa del Santander, que el dinero no conoce fronteras), y de alguna otra cosa más que no ha trascendido.

Después, Dennis pasaba olímpicamente de los de Mutua Madrileña, que ya han avisado de que como el Nano se largue de McLaren se van con él (a eso se llama fidelidad, lo demás: chorradas), para coger el AVE y plantarse en Sevilla y perderse entre sus calles durante al menos tres horas.

Nosotros lo pillamos recién bajaba del avión en una visita relámpago a Bilbao con la que pretendía completar el día, porque el Guggenheim anda celebrando su décimo aniversario. No vamos a negar que al principio se nos hizo el orejas y que incluso llegó a decirnos que se llamaba Frank Williams. Aunque ante la solidez de nuestros reporteros tuvo que acabar admitiendo que era quien era, porque Ron Dennis sólo hay uno.

Sacamos poco pero sustancioso, para qué ocultarlo: McLaren y Mercedes están dispuestas a que Fernando se sienta como en casa en Brasil y para ello, nos han informado, el monoplaza que utilizará el asturiano en estará inspirado en la estética de un anuncio de cerveza sin alcohol del que es protagonista, y de rondón, que el tiempo pasado en Sevilla se había invertido en localizar a las 12 yeguas blancas y vírgenes que ya sirvieron de aderezo en la boda de Paquirri y la Pantoja. Lógicamente, con el tiempo que ha pasado, de aquello de vírgenes no ha quedado nada, pero siguen siendo blancas y yeguas, que es lo que importa, porque con la filosofía de igualdad de oportunidades que reina en McLaren, lo de menos es el género de los integrantes de la cuadra.

Lewis llevará 10 caballos más de potencia (admitido y confirmado), pero Fernando dispondrá de 12 yeguas, ¡ahí es moco de pavo! Y hasta ahí llegamos, porque cuando le preguntamos sobre la extra lap en Interlagos... Dennis sufrió un repentino apretón y tuvo que abandonarnos.