BMW Sauber se me antoja en lo alto de la tabla lo que Virgin en la zona media, un equipo que tiene más que ganar que perder con su participación, porque su motivación es extremadamente alta, no sólo en la cúpula directiva y deportiva, sino también en el interior de los habitáculos.
Surgido de las cenizas de BMW, la escudería mantiene denominación aunque es más Sauber que otra cosa, lo que supone una bonita garantía de que la frialdad gobierna la nave sin las férreas bridas alemanas que la dirigieron hasta no hace mucho.
Dicho esto, el C29 se ha demostrado en pretemporada como el vehículo que mejor cuida las gomas, logrando una buena efectividad en curva y en recta, y solvencia en tandas largas sin sacrificar una velocidad punta razonable. Su propulsor es Ferrari cliente, y en manos de Pedro Martínez de la Rosa y Kamui Kobayashi, los pilotos oficiales, se ha revelado tan eficiente y económico de consumo como dentro del F10, lo que augura un comportamiento equilibrado, porque el monoplaza parece muy bien diseñado.
Sin embargo, el proyecto adolece de falta de patrocinio, y por tanto tiene su viabilidad bastante comprometida como no encuentre rápido el dinero que necesita, y esta ha sido la razón que me ha hecho titubear a la hora de posicionarlo en mis previsiones de cara a la temporada. No obstante, y por aquello de mirar al mal tiempo con buena cara, me he permitido situarlo arriba porque la presencia de Pedro supone un plus de consistencia del que carecen McLaren y Red Bull, y también porque el C29, a pesar de su largura extrema, o tal vez por ello, permite entrever interesantes posibilidades en su evolución.
Mi conclusión, y a la espera de que lleguen los necesarios sponsors, es que BMW Sauber puede dar la campanada y no sólo en los circuitos rápidos, porque este año la apuesta pasa por asegurar el rendimiento durante toda la carrera y el vehículo parece haber sido planteado para salir airoso del desempeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario