martes, 5 de mayo de 2015

El club de oficiales


Está mal visto ser de Alonso y de Ferrari a la vez. Ser de Hamilton y de McLaren, por ejemplo, sí está bien visto y además, supone disponer de un finísimo paladar, lo mismo que ser de Vettel y de Mercedes AMG, otro ejemplo cogido al vuelo.

A estas alturas de la película no está de más puntualizar, que queda feo que las reglas del juego las ponga siempre el mismo enemigo, ése que ve con ojos abiertos como platos y renovada esperanza en el género humano, que Sebastian se enfrentase a un reto mayúsculo allá como el 10 o 12 de diciembre pasado, aunque a la postre, se haya encontrado con un retito de chichinabo en eso de levantar La Scuderia —se sigue percibiendo que se ha levantado sola o con ayuda de Bernie—, mientras castiga ferozmente la actitud de un piloto que cansado de monsergas italianas, ha preferido invertir 2015 en cambiar de aires, yéndose, ¡hala, a la aventura!, que diría mi abuela.

Y es que hay conceptos tan antagónico que no caben en la misma frase. No caben las fobias razonadas ni los confirma de cierta forma. O se odia lo que jamás estaremos dispuestos a aceptar, o se confirma lo que ya sospechábamos. 

Sí, ya sé que uno lleva mal sus contradicciones, sobre todo cuando las expone en público. Pero repito, se odia o se confirma lo que sospechábamos, lo que nos pone en la tesitura de ser tan abominables como eso que odiamos irreflexivamente o como para valorar apriorísticamente, eso otro —demasiadas veces es lo mismo—, sobre lo que ya tenemos opinión formada aunque pretendamos, eso sí, que no se nos vea el plumero.

Se puede ser de Jim Clark, de Colin Chapman y de Maranello en la misma oración, sin que haya paradoja ni contradicción, pero jamás de Fernando Alonso y de la escuadra que levantara con sus manos Il Commendatore. Ahí, no. Ahí existe una fina línea roja que los seguidores del asturiano no debemos traspasar, so pena, en caso contrario, de vernos señalados de por vida por los que tienen las cosas tan claras como para entender que Sebastian haya sido de toda la puta vida un tifoso, pero consideran sacrilegio que el de Oviedo se calce unas vueltas sobre el MP4/4 que condujera su ídolo automovilístico, Ayrton Senna.

Soy de Alain Prost. Os lo he contado tantas veces que me da un poco de pereza volver a decirlo. Pero lo confirmo de nuevo esta tarde de primeros días de mayo, porque soy de los que acepta que el mundo nunca es perfecto y tienen la piel suficientemente gruesa, como para mirarse al espejo sin afeitar y sin asustarse.

Pero a lo que íbamos, que no es otra cosa que Luca Cordero di Montezemolo se la está cogiendo con papel de fumar en eso de no quedar descolgado del éxito cosechado por su antiguo equipo. Y hay quien ve con fobia razonada, que a Fernando le dieron la patada, y quien confirma de cierta forma, que le enseñaron la puerta. Aunque a mí, lo que me mola de la entrevista es esta frase: «Vettel certainly gets [paid] less than what Alonso asked for his renewal [of his contract].»

¿Un cuatro veces campeón del mundo más económico que un fracasado? ¿Será ésta la segunda parte de aquello que dijo Dietrich Mateschitz cuando aclaró por qué no se molestó en renovar al de Heppenheim: «no se necesita a ningún tetracampeón mundial en un equipo que ante el dominio de Mercedes, en el mejor de los casos, puede ser el mejor del resto»? ¿Quién se lleva la parte extra que ha convertido a Sebastian en uno de los pilotos mejor pagados de la parrilla, si Luca confirma que el alemán resultó más barato que mantener a Alonso? ¿Bernie? ¿El milagro de la recuperación en tres meses que no se cree ni Gené...?

En el club de oficiales todo son risas. No es para menos. Somos una panda de ingenuos, aunque hoy por hoy, soy el que mejor hace preguntas y el único que valora que con el Nano en McLaren, nos aseguramos no parecer repartidores de pizzas, porque la gorra oficial de la de Woking es un tiro y la azul que enseñaron el otro día, cae fijo.

¡Hala, a la aventura!, que diría mi abuela María. Os leo.

8 comentarios:

Aficionando dijo...

Yo soy de Alonso y de Williams, aunque son unos pardillos.

silvo dijo...

Yo también soy de Prost (elegancia y regularidad), en cuantoa loque dces de Fernando no ha casado en Ferrari pero es que era un caminante (al igual que ahora) no vale que le digan que tienen el mejor coche (eso ya se dijo antes y más de una escudería, hay que acertar y éllo sabía pero está Ham (que llegó antes), él a lo suyo dos campeonatos del mundo sin mejor coche, uno que sí pero que se le birlaron (llegaba Ham), otra vez a Renault (malo este últimoy asún así demostró quien es), por fin Ferrari pero otra Ferrari ( ni reclamaban ni mejoraban), ahora a quien tiene posibilidades (con Mercedes cerrada) y punto, menos mal que quienes saben de esto nos lo recuerdan, un abrazo!

Clara dijo...

Qué alegría ayer poner el safetycast y escucharte, qué alegría chispeante, emocionada y agradecida como Lina Morgan.

Porque es otra vez la bruja de Blancheneige, la mano que esconde la mano, el zeitgeist que nos impide estar contentos o sencillamente saber algo y tifar por Fernando.

Me salió una sonrisita al oirte hablar "de los nuestros", a nosotros que tantos complejos tenemos pero que queremos tanto a Glenda y, en el fondo, también queremos a Seb y a Nico, y a todos, porque nos divertimos...

y qué coño, nos gusta el pugilato

El otro día le decía a mi hermano Luis (un vettelista -o cualquier otra cosa- de manual) que sé que Fernando no ganará otro mundial. Y sin embargo. Pues eso.

Anónimo dijo...

Lo que me gustaría ver una comparativa de los tiempos de vuelta de Alonso vs Senna... Si eso fuese razonablemente posible. Los neumáticos no serán los mismos, desde ya. El combustible, la puesta a punto... Pero que lindo sería poder tener una idea, una aproximación.

Imagino el regocijo del tío dentro del cockpit... Jojo!

J-CAR dijo...

Ahí le has dado, Jose, ahí le has dado. Donde pones el ojo pones el cañonazo. ¡Con dos cojones!
Ya no vamos a cavar gratis para inventores de trincheras. Pasión y razón. Ciencias y letras. Lo que se intenta echar por la puerta entra por la ventana, así que ¿por qué nos esforzamos tanto en intentarlo una y otra vez? La retórica delata aquello que se pretende ocultar. ¿Tratamos de engañar al espejo o engañarnos sobre lo que este nos devuelve porque en realidad somos mucho más transparentes de lo que podemos asumir? ¿Fobias razonadas?

Jose, creo que este te gustará para tu colección de literatura científica: "manual para detectar la impostura científica" de Emilio Cervantes, del CSIC.
http://digital.csic.es/bitstream/10261/76630/1/Manual%20para%20detectar%20la%20impostura%20cient%c3%adfica.pdf

¡Un abrazote!

Jorge dijo...

Y yo estoy completamente seguro de que Senna estaría orgullosísimo de que fuese precisamente Alonso el piloto que cumpla su sueño de infancia subiendose en el coche de su primer mundial. ¿Sacrilegio? ¿A quien demonios le importa la opinión de los que dicen semejante parida si todos sabemos que son los trolls habituales?

Anónimo dijo...

Yo soy de Prost y de Mansell, de Alonso y de Hamilton, del Madrid pero me gusta Messi y CR7 no...
El ser humano es confuso.

J-CAR dijo...

Anónimo, Yo no veo ninguna confusión en lo que dices, para mi es claro y diáfano, me parece perfectamente natural. La confusión nos viene al asumir o al luchar en las trincheras que tratan de imponernos, al aceptar esas barreras mentales. No tenemos por qué justificar nuestros gustos ante nadie. Y el que no podamos explicar algo no implica necesariamente que sea algo irracional o poco razonable; aunque si alguien quiere meterte en su trinchera seguramente te va a atacar por ahí.
¡Saludos!