martes, 23 de septiembre de 2025

Gran Premio de Italia


Vaya por delante que mis expectativas con el Gran Premio de Italia eran bastante bajas, y que quizás por ello disfruté algo más que de costumbre

La pole obtenida el sábado por Verstappen prometía inyectar vidilla en la cabeza de la carrera, como así fue, básicamente porque el RB21 —siempre en manos del holandés— se venía mostrando fuerte sobre el asfalto de Monza y se insinuaba que el espectáculo no iba a depender exclusivamente de lo que hiciesen los McLaren en pista, aunque, en un giro de guión totalmente inesperado —al menos yo no lo esperaba—, a la postre fue la papaya quien acabó poniendo la sal, la pimienta y el clásico y cinematográfico tropezón del camarero sirviendo la sopa. Pero no adelantemos acontecimientos...

Al inicio de la cita el tetracampeón buscó conseguir pronto el aire limpio que precisa tanto su vehículo, y después se limitó a mantener a raya a los de Woking a base de gestionar y controlar la prueba casi de cabo a rabo, obviamente con Norris y Piastri inmediatamente detrás. 

Ya que Ferrari se mostró más viva que en Países Bajos y Lecler y Russell supieron mantenerse arriba, el escenario se volvió convencional, es decir: los grandes ocupando los primeros puestos y las migajas a repartir entre el resto de la parrilla y a partir de la séptima plaza, que ocupó finalmente Alexander Albon, aunque el asunto no estuvo exento de alicientes por las escaladas de Hadjar y Gasly —ambos partieron desde el pit-lane— y un Lewis Hamilton que incluso pareció estar vivo mientras enjugaba la sanción que le impusieron en Zanvoort y lo llevó a salir desde la décima casilla en Monza. 

Hulkenberg no había podido participar por problemas mecánicos en su Sauber, Alonso se retiraba tras romper la suspensión delantera derecha en el giro 24, también hubo espacio para algunos toques y rifirrafes y para que la FIA disfrutase de su cuota de protagonismo, y, así, siempre en líneas generales, contando con lo vertiginoso que resulta el trazado italiano, el Gran Premio estuvo entretenido y todo.

Pero McLaren quería casito o a Stella le salió la vena ferrarística, que tanto da, y, a pesar de ir segundo por detrás de Norris, Woking metía primero a Piastri a boxes en lo que, a la postre, supuso un incomprensible undercut sobre su compañero británico, que resultó todavía más hiriente porque la parada de Norris en la vuelta siguiente no salió todo lo buena que se habría deseado, un suponer, y no pudo impedir que Verstappen recuperara el liderato...

¿Qué hizo Woking entonces? Básicamente acabó firmando una de las gilipolleces más grandes que recuerdo, y es que pedir a Oscar que devolviera posición a Lando, amén de resultar una solicitud feísima que maquillaba con brocha gorda el resultado, resultó ser de esas que no se le ocurren ni al que asó la manteca, por descabellada, mayormente, pues sin este episodio Max habría vencido igualmente y para lo único que sirvió fue para sumar una nueva cosa rara a todo lo que sale de su equipo y rodea al líder del campeonato.

Norris recortaba 3 puntos a Piastri. Imagino que por ahí iban los tiros...

Os leo.

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