domingo, 3 de julio de 2016

Primer aviso


Hoy no tengo tiempo ni ganas para etiquetar otras cosas. Esta entrada va íntegra para Nico, el único hijo de un campeón del mundo que merece llevar los galones que distinguieron a su padre en Fórmula 1.

Los psicólogos acostumbran a limpiar sus impurezas sometiéndose a psiconalálisis, no sea que en un desliz, le encalomen un complejo de Edipo propio a un paciente que espera tumbado en el diván la ayuda de un profesional íntegro. Pero nuestra prensa y gurúes no atienden a esta mínima práctica de profilaxis y se desmelenan a las primeras de cambio, vendiendo al aficionado sus fobias y filias como si fuesen verdades universales. 

Así las cosas, con el cambio de formato televisivo hemos pasado de un alonsismo poco o nada disimulado, a un vettelismo y hamiltonismo que también tira lo suyo para atrás. Da igual lo que suceda en pista: Hamilton es un gallo de pelea que busca ganar como sea, a veces suciamente, que lleva la victoria grabada en el ADN, mientras que el protagonista de este texto, por lo que se ve, debe andar por la vida jugando a canicas.

Uno es un animal de asfalto y el otro, ya ves, un tipo sobrevalorado...

Al de Tewin se le perdonan sus errores de juventud, pero al alemán se le acusa de sucio en cuanto se defiende. ¿Hoy era importante el equipo? Bien, entonces ¿por qué Lewis no lo ha entendido. Por qué no ha dejado que Nico quedara primero contentándose con ser segundo...? 

Lo he escrito tantas veces que da un poco de pereza repetirlo. Hamilton teme a Rosberg y su actual escudería le importa una mierda como le importaba una mierda McLaren en 2007. Y como entonces, también pretende imponer su ley con la ayuda de los abundantes pichaflojas (Clemente dixit) que le hacen el trabajo sucio.

He disfrutado de la retransmisión por Movistar F1 y también por la Sky Sport británica, y os juro que los british han hecho parecer una monjita de la caridad a Antonio Lobato. ¡Qué fervor patriótico, qué quejas porque Nico estuviera delante después de que Mercedes AMG metiera la gamba con el cambio de gomas en el W07 número 44...!

¿No era esto un deporte en el que no caben los forofismos, donde infravalorar al rival es infravalorarse a uno mismo...? Se ve que la fiesta va por barrios.

Lamentablemente tendréis que esperar a que concluya mi libro primero y lo publique después, para entender en qué aspectos adoro a Lewis Hamilton desde 2009 y en cuáles no le doy ni un gramo de crédito. Lo considero uno de los tres mejores pilotos de la parrilla, disfruto con él, pero no puedo por menos que afirmar que hoy ha tenido su merecido. Ha vencido incluso bajo banderas amarillas, pero un Miura apellidado Rosberg le ha lanzado el primer aviso. Ese puto alerón que se ha desprendido, si no, de qué.

Bien por mi héroe de la jornada. Si Hamilton le mostró sus credenciales en Canadá y estaba en su derecho de hacerlo, con más razón el hijo de Keke le ha enseñado hoy al británico que sus pelendengues son del tamaño de dos balones de baloncesto, así se rasgue el velo del templo de los que todavía no se han hecho psicoanálisis por miedo a que les anuncien que como todo ser humano, también a ellos se les ven las orejitas.

Os leo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto acabará mal, muy mal. Estando Lewis de por medio no puede ser de otro modo.

Al tiempo.





King Crimson

Josemi dijo...

Vaya por delante que por mi porca vida no he podido ver el fin de la carrera en directo. Me tengo que fiar de trozos de video y comentarios.

Yo creo al reves, hoy Rosberg (que cada dia me cae mejor) se ha labrado su ruina. Dentro de poco le veremos por el WEC, las Blancpain series o los lunes al sol con Alguersuari

No insistire en el tema de los marqueses y los leprosos. Es triste que con una teoria tan mostrenca como la mia se expliquen todas las decisiones empresariales y arbitrales pasadas, presentes y futuras.

Si me permiten, hoy les contare un cuento. Habia una vez un tipico colegio con su tipico "alumno problematico", es decir, el repetidor eterno chulo cabron que daba de ostias a los empollones. Todos los años montaba alguna, siempre estaban a punto de echarle pero al final venian sus padres a hablar con el director del colegio y misteriosamente (dinero? drogaina? madre de forest gump?)echaban a alguno de sus amigotes, pero a el no, y las victimas se tenian que largar del colegio.

La cosa es que un año entro otro problematico. Era un chaval grandote que tambien habia repetido muchas veces, hoy dia dirian que era algo autista, el se ponia en un rincon en clase a sus cosas y no hablaba con nadie. Pues alla que fue el maton por el, claro. La cosa es que unos dias despues el grandullon se hartó y le cantó un tortazo.

Y ahi de repente fue un escandalo, fue un sindios, fue inaceptable "no podemos entrar en una escalada de violencia" "este no es el metodo de resolver los conflictos" "puede dar lugar a una cadena de venganzas" "tenemos que mantener la convivencia". Y asi, despues de todas las ostias que habia repartido el otro, a la primera que dio este, le echaron del colegio.

Me da pena por Rosberg, creo que hoy se ha creído marques por un rato.

Tadeo dijo...

La verdad es que es inaudito el reparto de sanciones de la FIA. No acabo de entender nada, o si que diría Mariano, pero cuando las mismas cosas las hacen uno/s u otros pilotos el reparto de sanciones es completamente distinto.

Para empezar, Ham adelanta con bandera amarilla, cosa que me recordó a Brasil 2012. Según el reglamento no se puede adelantar con bandera amarilla a no ser que el coche al que adelantas "sea un cono", es decir, un coche con problemas que está arrastrandose para llegar a boxes.

A ver, que hablamos del líder de la carrera desde hace muuuuchas vueltas, que no es un coche doblado con problemas, es el líder de la carrera. Que si llevaba un aletín suelto, que si tenía un deflector cascado. Con todo eso y un poco más, es todavía un segundo más rápido que un Ferrari ó un Red Bull.

A no!!! es que los frenos de Rosberg estaban en modo pasivo, por lo tanto Hamilton puede hacer lo que le de la gana, adelantar por dentro, por fuera, no hacer nada para evitar el choque, y sobre todo, adelantar con bandera amarilla sin permiso de dirección de carrera.

A partir de ahí, la risa. No se sanciona el adelantamiento con bandera amarilla, sino el golpe, perfecto si fuera la doctrina que prima este año. Pero es que este mismo año hemos visto choques provocados por Hamilton que se han saldado con un problema mecánico y una palmada en la espalda y Hamilton se queda otra vez con la razón de los comisarios y la duda del público.

¿Porqué abuchean a un tío que se juega la vida al volante? por eso, porque ya no cuelan las decisiones partidistas de la FIA, decisiones que siempre favorecen a los de siempre, a los cercanos a la FIA.

Ayer Ros posiblemente se merecía la sanción, pero Ham también. El mensaje es que no es metais en el camino de ciertos pilotos, ellos pueden abusar del adversario pero vosotros no.

Saludos
PD: de las ordenes de equipo de Mercedes hablaremos en otra ocasión

Anónimo dijo...

Ayer Rosberg hizo lo mismo que ha sufrido en tantas primeras curvas: alargar la trazada. La diferencia es que en aquellas ocasiones él intentaba evitar el golpe y en esta Ham no quiso salirse fuera y prefirió chocar.
Y la suerte estuvo con Ham.

Veremos si Rosberg asume que puestos a perder el mundial ante Ham, mejor preguntarle a Alonso como.

Un saludo
Sr.Polyphenol