El título de esta entrada se corresponde con el de una canción de Loquillo. No siento prisa ni presión. En la cabeza de la carrera el Porsche 919 Hybrid de Dumas, Jani y Lieb, está en boxes y mis preguntas de ayer al mediodía ya tienen respuesta: Webber no va a ganar, Merhi es fabuloso pero tampoco va a ganar, el Corvette de Antonio viaja demasiado lejos como para vencer en 2016, y mis dedos han encontrado a lo largo de estas horas la calma que necesitaban.
Los troll y el spam descansan en domingo. Los cimientos de Nürbu resisten todavía, y temprano, sorbiendo aquél café del que os hablaba en la entrada #25TLM16 [09], me ha dado por reflexionar en que la auténtica libertad ni se piensa ni se versiona, se ejerce. Con la misma, Eileentxu y yo nos hemos bajado a la playa de Gorliz como si paseásemos por Le Mans, mientras el único Porsche que cuenta y los dos Toyota, dirimían sus cuitas sobre el asfalto de La Sarthe.
Queda todavía mucha carrera. Al ritmo que se disputan las primeras posiciones, incluso parece haber espacio para que gane un Audi...
Es broma. El nivel tecnológico que impera en la actualidad hace que apenas haya hueco para que asomen su cabeza las quimeras. Y miro la imagen de entrada y pienso en qué sentían sus protagonistas, cuán de libres eran, cuánto tenían de soñadores, de valientes, de locos o de ilusos.
Casi puedo acariciar los coches. Siento la gravilla a través de las suelas de mis sandalias. Todavía tengo arena de la playa entre los dedos de mis pies... Todo va bien. Aún queda tiempo porque hubo una vez en que también nosotros fuimos los mejores...
Os leo.
5 comentarios:
Comienza la fase final y, como tantas veces, las espadas en todo lo alto. Tremendo LeMans!
Tremendo final
Sr.Polyphenol
Según empezó ayer tenía un dilema quería:
a) Que ganara Webber
b) Que ganara Toyota
Joe... los he gafao a los dos :((
Un saludo
José Miguel: no eres el único ))
Ese anónimo era yo.
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