lunes, 10 de octubre de 2016

Nos faltan los cirios


La diferencia entre una procesión de coches y una carrera como Dios manda, radica en el nivel de incertidumbre que se produce en la segunda. Sea como fuere, ayer, en Japón, el grueso de la manada coincide en que asistimos a una bonita romería, en la que, por imperativos diversos, sólo pudimos disfrutar de adelantamientos gracias al DRS, ya que las estrategias, elección de neumáticos mediante, no permitía demasiadas florituras.

En realidad hubo de todo, tampoco vamos a engañarnos, aunque las notas de color fueron más bien escasas. Así que podemos aceptar que teniendo posibilidad de revitalizar el espectáculo en un circuito como Suzuka, la FIA, los equipos y Pirelli, no movieron un puñetero dedo ni siquiera por intentarlo.

A mí me lleva los demonios, qué os voy a contar. Tanto el empeño que muestra nuestro deporte en ser cada vez más soso, como el silencio de los corderos que escenifica la prensa para servir de mansa coartada a los intereses del negocio, me lleva a pensar que nos sobran cobardes por centímetro cuadrado.

Sabemos cómo es el trazado japonés. Hablamos de lo mismo año tras año. Pero cuando toca arreglar las cosas, unos hacen como que no oyen y los otros callan como putas.

La gama Pirelli está integrada por cinco compuestos diferentes: duros, medios, blandos, superblandos y ultrablandos. Por definición, si seleccionas duros, medios y blandos para que los equipos elijan a su vez lo que más les convenga, les estás llevando a una posición conservadora por mucho que cantes a los cuatro vientos que eres proveedor único para favorecer el espectáculo de los cogieron.

Sé un poco inteligente. No cuesta mucho. Seleccionas duros, blandos y superblandos, y lo bordas. Pones en juego tu prestigio y permites que alguien de la parrilla piense diferente y se la juegue intentando sorprender a los competidores. Ya puestos, si escoges duros, blandos y ultrablandos, seguro que más de uno te hace la ola.

No me he situado en lo que me pide el cuerpo, ojo. Una selección de blandos, superblandos y ultrablandos en uno de los circuitos más rápidos y bellos del Mundial, fijo que nos mataba a orgasmos. Soy cauto y nada más lejos de mi intención que intentar jugar con la salud del personal, pero es que hay cosas que siguen sin entrarme en la cabeza, menos cuando escucho durante la retransmisión de la prueba o a su finalización, que el trazado nipón no permite demasiadas aventuras, y, poco menos, que no se le puede pedir peras al olmo.

¿Pero alguien lo ha intentado...?

Leyendo los infinitos análisis y crónicas que anegan lo nuestro desde ayer por la mañana, entiendo que nadie quiera llamar mierda a las Pirelli y que todo el mundo pretenda ser lo más políticamente correcto que permite la ocasión. Pero cuando un espectáculo resulta una procesión, hay responsables y el aficionado tiene derecho a conocer su nombre, entre otras cosas, porque para eso se supone que existen los medios de comunicación.

La elección de gomas para Japón era reservona de cojones. Ni la FIA ni los equipos se ciscaron en todo lo que se menea... No, la culpa no puede ser de los 5.807 metros que definen el circuito de Suzuka, ni mucho menos de los pilotos y máquinas que hicieron lo que pudieron sobre él con unos ingredientes que daban, sí o sí, ensalada de lechuga viuda y a dos paradas.

Se nos llena la boca recordando a Ross y Michael rompiendo la entrepierna de sus rivales con cuatro pasos por garajes en Magny-Cours 2004, pero lamento chafaros la fiesta: si llegan a estar allí Pirelli y la cuadrilla que compite actualmente en el espectáculo éste, nos quedamos a dos velas. Íbamos, como mandan lo cánones, a dos entradas en boxes como estrategia óptima y en fila de a uno, que el circuito francés también era especialito.

Yo, si eso, me pido para Japón 2017 un cirio. Ni aerodinámica ni unidades propulsoras, un cirio de cera negra, dura, muy dura, de esas que no te dan sustos y son previsibles porque la mecha no se consume nunca. Espectáculo puro, que si pestañeas, te lo puedes perder.

Os leo.

1 comentario:

Jordi Vidal dijo...

De acuerdo en que Pirelli y compañía estén dilapidando el espectáculo en la F1, y que en Japón fueron especialmente cínicos con su manipuleo, pero este GP fue decepcionantemente raro por muchos otros motivos. Me gusta la lucha en pista, eso queremos todos, pero por qué demonios a un chavalillo muy talentoso y pasado de listo se le permiten maniobras que a otros sancionan ? Por mi que quiten el drs y que permitan todos los cambios de trayectoria que les salga de las narices, que al final eso queremos, pero que quede reglamentado y que no sea privilegio de uno que se cree más listo que los demás. Por otro lado que psa con McLaren ?? Tal es el estupor mundial que nadie se atreve a decir qué les falló ?? Espero que haya sido tan solo un "singapoore" y que vuelvan al mediano ritmo que ya tenían. Ferrari vuelve a fallar, cuando no es el piloto es la estrategia y cuando no es Verstappen. Williams haciendo puntos sin hacer nada. Toro Rosso con dos grandes pilotos dando pena. Hamilton en estado de gracia pura. Y un enorme Rosberg que al fin va tapando bocas pra mi beneplácito. En fin, que como dice Fernando ojalá que esto haya sido la excepción y no la regla. Saludos.