La de Grove tampoco comenzaba con buen pie la gira europea. Nico Hulkenberg se hundía en el pelotón mediada la carrera, terminando décimo sexto, y Rubens Barrichello, tras una penosa calificación, remontaba posiciones para rodar cómodo en la décima plaza desde la vuelta 17, terminando nono tras el accidente de Lewis Hamilton, pero sin capacidad de inquietar a Robert Kubica, quien a la postre terminaría un puesto por delante.
En otro orden de cosas, y puesto que por fin parece que se ha atisbado la raíz del problema que están sufriendo los vehículos británicos en este año —ya hay noticias de que para el año que viene Williams sustituirá su propulsor—, y aunque sea pronto para afirmarlo con rotundidad, es de esperar que mientras transcurren las carreras para que finalice la sesión 2010, la escudería opte por poner su vista en la temporada próxima, lo que nos sitúa ante un escenario en el que cabrán pocas novedades y ninguna alegría.
Mónaco, por tanto, debido a la idiosincrasia del circuito y a las peculiaridades del FW32, puede ser otra oportunidad a desperdiciar por la corteza de miras del proyecto vigente.
En relación a lo dicho en los previos a Montmeló, como he comentado más arriba, creo que Williams no está para hacer esfuerzos y que a partir de la cita en el Principado, lo que nos queda por ver es una prolongación del esfuerzo realizado por mantenerse en los puestos que cierran la zona media de la tabla, tal vez con el objetivo final de no verse superada por Virgin, porque Toro Rosso y Lotus todavía pueden darles algún susto.
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