jueves, 31 de diciembre de 2015

Time to say goodbye


Agoniza 2015 en nuestros brazos. Mañana será diferente aunque no deje de ser un viernes como otro cualquiera. Comenzará un año nuevo, nos llenaremos de promesas y creeremos que somos capaces de cumplirlas. Atrás quedarán esas heridas que pensamos haber lavado bien, los olvidos, las renuncias, también nuestras pequeñas victorias sobre el mal y el bien. Seremos una vez más Luke Skywalker implorando a Obi Wan Kenobi que nos enseñe los caminos de la fuerza, para armados con la espada láser de juguete que nos legó nuestro padre, soñar de nuevo con que podemos devorar el mundo...

No queda nadie a mi lado, de aquellos que me animaron a seguir con todo esto cuando sentía ganas de abandonarlo. Tengo a cambio un montón de cicatrices que miro cuando me fallan las fuerzas. Ni siquiera pienso en qué será de mí dentro de unos meses. He amado y me han amado. Sigo amando. Soy afortunado.

Mañana será otro día igual que los anteriores y los que vendrán. Sólo cambia la fecha: 1 de enero de 2016, reiniciando sistema y camino de mis 57 agostos. Con mis ojos verdes puestos en que si no soy feliz no haré feliz a nadie. Buscando una palabra en el umbral de tu misterio, siendo consciente de que ni soy Alí Babá ni el mítico Simbad, que diría Silvio Rodríguez...

Pero echando la vista atrás, no puedo evitar posar los ojos en ese rosario de nimiedades que aún duele. Los dinosaurios siguen quebrando nuestro planeta y no sé cuántos Aylan encontraré en las arenas de Arrigunaga, ni qué mundo le he dejado a mi único hijo, ni el número de malnacidos que tendré que apartar de su camino por la buenas o por las malas. 

Es 31 de diciembre todavía, que es a lo que vamos, y toca hablar de lo nuestro, siquiera por última vez este año. 

2015 se llamará Jules por siempre jamás, como 1982 se llamó Gilles para mí. El francés nació ocho meses antes que Josu. Quizás por esa tontería, el nivel de empatía que he sentido con su pérdida ha batido más récords que los que batirá Sebastian en su vida. Me dolió, me jodió, me reventó por dentro, pero Jules es más vuestro que mío aunque no deje de ser parte de todos nosotros. 

Cada época tiene sus héroes. Por desgracia, la mía ya pasó. 

Como decía, la muerte de Villeneuve me tocó de la misma manera que la de Ayrton a quienes me siguieron, en esa edad en que muchos de vosotros creéis ahora, que opinar sobre Fórmula 1 es verter una chorrada o dos en 140 caracteres, ponerse una cámara en el casco para subir luego vuestras andanzas a Youtube, con bonita música de fondo y que no falte, o hatear a quien se os ponga por delante. Sois jóvenes, pero creceréis y peinaréis canas o enseñaréis cartón muy a vuestro pesar. Y cuando suceda, a lo peor me pedís que os enseñe el camino de la fuerza.

Llamar a un número de teléfono y que no te cojan, no es sinónimo de que hayan dejado de quererte. Tal vez todo se reduzca a eso, a que me cuesta asimilar cómo pasa factura el paso del tiempo.

Sed felices hoy y mañana, y pasado, si os dejan. Os leo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí la que me marcó fue la de Peterson con mis apenas diez años recién cumplidos y de la que poco o casi nada recuerdo más que una borrosa pesadilla en forma de imágenes recurrentes.

Mito y leyenda recogidos en forma de deceso, el mito y la leyenda que esto de la Fórmula 1 tenía en abundancia en tiempos pretéritos y que en la actualidad por fortuna cada vez es menos aunque en ocasiones venga a visitarnos tristemente. Jules, un lamentable fallecimiento que jamás debió producirse si la actual organización de la Fórmula 1 lo hubiera tenido a bien.


King Crimson

Anónimo dijo...

Amigo mio, me tomo el atrevimiento de decirle asi, proque si loo leo en todas las ocaciones y le sigo dia a dia es por seguro que debo considerarlo como un amigo, muy acertadas tus palabras, muchos creen que se las saben todas por ver una o dos carreras.. es igual que pretender que por uno tener 30 años es mas sabio que mi abuelo que murio de 79, ni de cerca le llego a su sabiduria de vida la cual ya expiro, a esta entrada mi trsite recuerdo es el de senna, en venezuela estas carreras empezaron a verse en los principios de los 90's y bien cuando le agarre el gusto a la velocidad y destrezas del brasilero menudo tortazo y se termino su vida, con apenas 13 años senti el dolor como lo sintio mucha gente al ver ese fatal resultado.. animo amigo mio, no decaer en tu blog que despues seremos un grupo de seguidores sin rumbo y sin camino, porque para ingresar a otros foros a ver y leer tantas sandeses es mejor no entrar, si existiera seguro daria cancer de vista por leer tan malos y soeses comentarios..

Carlos Ollarves

Venezuela

Cata dijo...

El Babo y yo te deseamos Feliz Año. Seguiremos leyéndote, como desde el principio, como siempre…
¡¡¡Forza en 2016!!!