viernes, 31 de octubre de 2025

Los días pares


Como llevo años advirtiendo desde el blog, admito que soy bastante tolerante (huevón) con los incidentes que ocurren en los primeros compases de los Grandes Premios. Obviamente, lo sucedido en la Sprint de Estados Unidos no iba a ser una excepción, así que tampoco os hagáis mala sangre con lo que voy a decir.

A ver, por increíble que parezca y a pesar de pertenecer al campo de las Humanidades y escribir desde la comodidad de mi estudio en Gorliz, existe una base... digamos que científica, que ampara mi peculiar manera de tomarme estas cosas con rebosante filosofía: los vehículos actuales son enormes, en la arrancada y metros posteriores adquieren mucha inercia aunque los neumáticos no hayan alcanzado su rango óptimo de funcionamiento, además, pesan lo suyo y sufren momentos polares muy fuertes, y, en ocasiones, cuando los frenos quizás no están todavía a la temperatura idónea, no sé, se me ocurren un montón de factores más a tener en cuenta en estos episodios en los que suele contar mucho la buena o mala suerte...

miércoles, 29 de octubre de 2025

Do you hear the people sing?


De los dos títulos de Constructores que hemos regalado a McLaren por su cara bonita, sin lugar a dudas el de este año ha rozado mínimos, lo que me lleva a no entender cómo no hemos tomado las calles gritando ¡Así, no, por Dios. Así no!

En términos narrativos, el campeonato 2024 fue una bonita lección de lo que se puede esperar de la F1, y supo organizarse alrededor de una idea sencillamente fantástica: el establishment obligando a Red Bull a que diera aire a la de Woking, aprovechando para ello que Horner la había liado parda y, literalmente, estaba pillado por los cataplines ante el público y la prensa, el accionariado de la austriaca, y, por supuesto, la FIA y Liberty Media. Espectáculo puro, vaya.

martes, 28 de octubre de 2025

Goodbye, Roscoe!


Han pasado demasiadas cosas desde que hice out después del cumpleaños de Jero, y, a ver, ahora que se nos va octubre y pretendo reanimar Nürbu, me resulta complicado sintetizar todo un mes con sus treinta días y sus noches, en una parrafada sobre nuestra disciplina que tenga algo de sentido, escrita, además, a las tantas de la noche en la soledad del estudio y con la agradable compañía de un Macallan, así que toleradme que eche el ratito hablando de Roscoe.

Nuestro bulldog ha protagonizado algunas entradas del blog desde que era un cachorrillo y Hamilton decidió exponerlo a las luces de los focos, sirviéndome, ya entonces, para recalcar que una mascota nunca es responsable de las tonterías que hace su propietario; sólo por eso, creo, nuestro protagonista merece un respeto, y un cariñoso recordatorio, ya me entendéis.

lunes, 27 de octubre de 2025

Gran Premio de Singapur


La verdad es que Marina Bay pierde muchísimo sin Nelsinho Piquet acercándose a las protecciones circulando a toda velocidad, sin mi Felipe clamando justicia retroactiva, o sin una miserable conspiración british petroleum que llevarse a la boca, aunque, por qué negarlo, sigue manteniendo intacto su aquél como cita del Mundial.

Por lo previsible que suele resultar conviene tomar la salida desde la primera plaza de la parrilla y, en este sentido, George Russell había hecho casi todo lo que había que hacer el sábado calzándose la pole, de manera que el británico arrancó el domingo día 5 de octubre como titular de la posición de privilegio, seguido por Verstappen, Piastri, Antonelli, un flojísimo Norris (en clasificación), y los chicos de Ferrari, que quién los había visto y los veía a comienzos de mes. 

Gran Premio de Azerbaiyán


Después de una clasificación plagada de banderas rojas, que nos regaló una McLaren muy alejada de sus estándares y a Sáinz ocupando la segunda posición de parrilla —inmediatamente detrás de Verstappen, quien obtuvo la pole con la precisión de un bisturí—, el Gran Premio de Azerbaiyán parecía venir cargadito en plan saco de Papá Noel, pero la realidad se impuso, y, de nuevo, otra vez, como de costumbre, la carrera se fue volviendo un tostón insufrible mientras los coches daban vueltas al circuito de Bakú desplegando en él todo su colorido.

¡El viento! Bueno, se habló mucho del viento como causante de la cascada de problemillas que sufrieron los integrantes de la parrilla en la capital azerí, pero, como viene siendo habitual, se apuntó al viento por no señalar que el trazado sigue sin ofrecer las condiciones adecuadas para que monoplazas tan grandotes y delicados circulen de manera óptima por sus calles.