A ciertas edades conviene permanecer alerta con tal de no dejar pasar esos milagros que la vida todavía guarda para ti...
Ayer sucedió uno en el previo a la retransmisión del Gran Premio de Ciudad de México. Martin Brundle se disponía a conducir el BRM P153 que permitió a Pedro Rodríguez alzarse con la victoria en el Gran Premio de Bélgica de 1970, y en cuanto la tonalidad bistre dominó la pantalla supe que ¡iban a hacerlo! porque los ingleses manejan la nostalgia como los malabaristas sus platos chinos.