A puntito hemos estado Jero y yo de darle un nuevo empujón a Lotus y los wing cars, pero el miércoles al mediodía se me torcieron las cosas y, una vez resueltas, hemos pactado que de la semana que viene no pase...
Escribo muy bien, sobre todo de la vida, pero los ancianos del lugar seguramente recordaréis que en Nürbu hemos tocado todos los palos que atañen a esto que algunos llaman deporte y demasiadas veces no hay por dónde cogerlo, y que por ello disfruto tanto de estos viajes a través de su historia.
Sí, el actual acercamiento al fenómeno de la downforce debería servir para que muchos cambiaran de disco rayado o situaran el logotipo de Pininfarina en el sitio adecuado, pero como desgraciadamente no es así, calculo que con el material acumulado sobre el Lotus 78 y 79, y lo que nos gusta hablar a los dos de aerodinámica, claro, con un poco de suerte podremos rozar el Lotus 80, dejando para mejor momento el 88 y su doble chasis, y, por supuesto, sus antecesores y el 91, último cacharrillo con efecto suelo antes de que la FIA cambiara el reglamento a finales de 1982.
Jero os dirá fecha definitiva y hora. Estáis invitados.
Os leo.
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