Al Bar de Moe se viene llorao de casa y con los deberes hechos. Barney lo usa sólo para beber y dormir la mona, pero, en general, los parroquianos venimos a pasarlo bien, a llorar penas y compartir alegrías, a dar consejos que nadie ha pedido o a recibirlos del titular del negocio. Todos cuñaos, todos hermanos, pero bromitas las justas, por eso no se habla de la italianización de Ferrari como causante del desastre de este año.
A ver, los british son muy especialitos con estas cosas y en cierto modo hay que quererlos. Sueltan una burrada profundamente racista, insisten en ella, y con el tiempo se la acaban creyendo porque continúan pensando que dar buenos críticos gastronómicos mejora la calidad de la cocina inglesa. Que no, que no ha mejorado nada...
Si ya es malo considerar inglesa pata negra a una escudería cuya matriz es alemana y su jefe austriaco, peor resulta hablar de italianización al respecto de un equipo que, en plena globalización, se vincula a través de EXOR N.V. (sede en Ámsterdam) con Stellantis, gigante de la automoción nacido en 2021 de la fusión de los grupos FCA (Fiat Chrysler Automobiles) y Groupe PSA (Peugeot, Citroën, DS Automobiles, Opel y Vauxhall).
¿Qué es EXOR? Bueno, EXOR N.V. (también con sede en Ámsterdam) es un holding que controla la familia Agnelli y cuyo Presidente es John Elkann, que también es el presi de Ferrari, por situarnos.
Pero mejor lo vemos:
Hombre, para ser italianos de cuño, a los Agnelli no les ha ido nada mal italianizando su modelo de negocio, ni mucho menos extendiendo sus tentáculos por el mundo empresarial [Giovanni Agnelli BV, gli equilibri azionari e manageriali dopo il trasferimento in Olanda].
Hecha la salvedad de que en la imagen aparece recuadrado en rojo «FCA» porque el artículo es anterior al nacimiento de Stellantis, creo que se ve rápidamente que lo de italianizarse como arma arrojadiza es un concepto que cojea muchísimo a poco que ganamos perspectiva, y más siendo esgrimido por los periodistas de un Reino Unido que ni en sus sueños más húmedos imagina ser domicilio de un imperio de las características del que levantó uno de los fundadores de FIAT.
Moe baja la voz, como para compartirnos un secreto: si la inquina de los británicos a los italianos viene de muy lejos, lo que no han perdonado todavía es que EXOR se juntara en 2011 con Rupert Murdoch (News Corporation) para echarle un pulso a Bernie [Exor quiere entrar en la F1 para "modernizar" el Mundial]; vamos, que con Ferrari aún la tienen muy metida.
Os leo.
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