¿Alguien lleva la cuenta de las veces que hemos dicho en Nürbu este año, que McLaren, incluso tirando de Papaya Rules, no era capaz por sí sola de mantener vivo el espectáculo?, pues la noticia del Gran Premio de Estados Unidos consistía en que venía Verstappen y poco menos estábamos salvados...
El drama tiene sus gabelas y a falta de pan buenas son tortas, o eso dicen, porque la cita, en sí, fue casi tan muermo como las tres anteriores.
